4 "Vuelta a casa"

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Era muy tarde en la noche, solo quería acostarse entre la calidez de sus sábanas y dormir un siglo, o más si era posible.

—¡Donghyuck!

Pero como siempre la suerte jamás estaba de su lado.

Apenas abrió la puerta de entrada se encontró con Doyoung en el sofá mirando hacia su dirección. Parecía querer decirle algo, tal vez pedir perdón, o seguir recalcando lo inútil que era. De cualquier forma no se quedó para escucharlo, solo aceleró su paso hasta la habitación cerrando la puerta con seguro.
Le daba quizás un poco de pena, pero sus ganas de hablar con su hyung era casi nulas.

Giró en su lugar y con la tenue luz de su celular iluminó el interior de la habitación revisando si alguno de sus compañeros se encontraba durmiendo en el cuarto, no le gustaría molestar prendiendo la luz de repente.
Una vez se aseguró de que no había nadie encendió el foco y camino en dirección a su guardarropas buscando entre sus prendas su pijama favorito, ese que era unas tallas más grande de lo que debía, hecho de una tela suave y cálida. Lo amaba.

Cuando al fin lo encontró buscó su ropa interior y una toalla grande, se daría una ducha rápida pues aún tenía algo de tiempo antes de dormir.
De camino a casa revisó todos los mensajes encontrándose con que las actividades habían sido canceladas y pospuesta, teniendo todo el día libre a excepción de una reunión a las 11am.

Tendría mucho tiempo para dormir por la mañana, realmente estaba feliz.
Aunque no podía evitar sentir curiosidad acerca de aquella repentina reunión. ¿Qué habrá pasado mientras no estaba?

Ugh mejor no preocuparse mucho ahora, no tenía ánimos suficientes.

Salió de su cuarto recorriendo de forma rápida el camino que había entre este y uno de los baños de la casa. Una vez dentro cerró con seguro y empezó a quitar cada prenda de ropa de su cuerpo. Abrió la llave del agua combinando la fría con la caliente y se metió bajo la lluvia, dejando que cada hebra de su cabello se moje muy bien antes de echar shampoo sobre este.

Mientras masajeaba su cuero cabelludo, creando espuma con el producto allí, lo anteriormente sucedido lleno su mente de preguntas sin respuesta.

¿Cómo es que Sungchan había encontrado su chupón?¿Realmente podría confiar en que no le diría nada a nadie?¿¡Y si solo le mintió y ahora se burlarían todos de él!?

Agh no, él no lo haría, ¿Verdad?
Se preocupó por él, le prometió que no diría nada, ni siquiera se rió en el momento en el que le colocó el chupón. Todo estaría bien, Sungchan era de confiar... O al menos eso le gustaría creer.

[🧁]

La llegada de Sungchan a su departamento no fue para nada pacífica, pues ni siquiera pudo terminar de ingresar la llave cuando la puerta se abrió de par en par dejando ver a todos y cada uno de los miembros con los que compartía residencia mirándolo con seños fruncidos y caras serías.

—Mmh ¿Hola?— su voz salió un poco más extraña de lo que planeó, la intensidad de esos ojos mirándolo lo ponían nervioso, ¿Debía salir corriendo y huir?

"¿Dónde estaban? ¿Qué pasó? ¿Por qué no respondían? ¿Haechan está bien?..."
Esas y muchas preguntas más lo atacaron repentinamente.

Se sintió un poco más relajado, al menos nadie estaba enfadado por nada, solo era preocupación.

—Ya basta, cállense, Sungchan acaba de llegar, dejen que al menos se quite el abrigo y cene algo. Luego responderá todo.

Oh Renjun, él siempre era su gran salvación, lo adoraba.

Little Hyuckie // NCTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora