Little Hyuckie // NCT

10 "Live y dulces"

⚠️ TW: mención de críticas hacía el peso.

A la mañana siguiente unos rayos de sol que ingresaban por la ventana despertaron a Sungchan con caricias cálidas sobre su rostro. El castaño se acurrucó con pereza contra el cuerpo a su lado, y como acostumbraba lo envolvió entre sus brazos aún con los ojos cerrados intentado volver a dormir, pero a los segundos los abrió con sorpresa al oír un quejido que no sonaba para nada como Shotaro, y en ese momento recordó.

Lo ocurrido la noche anterior pasó como flash por su mente, haciéndolo consiente de que a quien estaba apretujando entre sus brazos no era Shotaro, sino Donghyuck.
Se alejó del mayor con sumo cuidado de no despertarlo, pero todo se dificultó cuando el contrario lo tomo de su camisa evitando que se aleje.

Donghyuck seguía dormido, su respiración pausada lo confirmaba, así que Sungchan solo suspiró y se quedó quieto en su lugar, replanteándose si pasar su brazo por sobre el cuerpo contrario o no.
Se quedó observando a Lee por un rato, lucía totalmente tranquilo, muy distinto a la noche anterior. Sus labios entreabierta soltaban suspiros de vez en cuando, y sus largas pestañas reposaban con calma sobre sus mejillas. Estiró su mano hasta los mofletes del castaño, dejando una suave caricia allí.

Sungchan cayó dormido nuevamente luego de un largo rato de percatarse de los miles de lunares que decoraban la piel de Haechan. En sus mejillas, cuello, clavícula, incluso en sus brazos; y ese fue el momento en el que captó que el mayor estaba utilizando una de sus tantas camisetas básicas. Entre uno cosa y otra anoche ni siquiera había notado lo enorme de la prenda sobre el cuerpo, relativamente pequeño en compresión.
Se suponía que ambos Lee's habían llevado sus ropas de dormir, además de objetos necesarios como el cargador del móvil, cepillo de dientes y demás, pero tampoco le molestaba ver al más bajo en sus prendas, lucía adorable gracias a la diferencia de tallas.

Pasaron varias horas hasta que el ruido de la puerta siendo abierta volvió a despertar al menor de la habitación. Con confusión y pereza miró la entrada del cuarto, encontrando a cierto japonés viéndose todo desalineado y adorable al ingresar.
Shotaro parecía recién despierto al igual que él, apenas entraba tambaleándose y con sus dos ojitos más cerrados que abiertos.
Caminaba directo a su cama, así que le sonrió con pereza, recibiendo de vuelta una mueca similar.

—Buenos días, hyung.

—Hola...

Shotaro iba a dejarse caer sobre la cama y el cuerpo de Sungchan, pero una figura en el que debería ser un espacio vacío llamó su atención.
Pestañeo un poco para despejar el sueño de su sistema, y frunció un poco el ceño al darse cuenta de quién ocupaba el que era su espacio en la cama del castaño menor, Haechan.

—Vaya, un solo día te basta para remplazarme.

Sungchan lo miró confundido hasta que su mente captó lo que el japonés quiso decir, y dirigió su mirada hasta su compañero de cama soltando una baja carcajada.

—Oh... No digas tonterías, como si no me hubieras remplazado por Yangyang anoche.

—Mmh como sea, Jaemin quiere que vayamos a desayunar, así que despierta a Donghyuck y vengan antes de que se ponga de malhumor.

Shotaro se alejó en dirección a su lado del cuarto, buscando entre sus ropas un hoodie cualquiera el cual colocarse para disipar el frío de la mañana, mientras que Sungchan por su lado estaba replanteándose que tan necesario sería desayunar cuando podría quedarse el día entero bajo las sábanas junto a la calidez del cuerpo contrario, pero el grito de reproche que se oyó de Jaemin hacía los maknaes de la casa fue suficiente motivación para comenzar a desperezarse y quitar las sábanas de encima de su cuerpo. Sin embargo, la manito que sostenía su pijama con fuerza seguía ahí, sería mejor despertar a Donghyuck de una vez por todas, antes de que llegue Jaemin y lo haga por su cuenta.