Nervioso

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Pico despierta aturdido por el viaje, sin embargo, tras fijarse un poco se percata de que ya no está en su avión, no hay nadie, solo un espacio sucio, húmedo y mugriento, no puede evitar preguntarse qué es todo esto.

Observa en todas las direcciones posibles, pero no hay nadie, ni nada, froto sus dos ojos, esperando volver a la realidad, sin embargo, solo es sumergido más en lo que parece ser este vacío, pues la chica que tanto buscaba apareció frente a él, asustándolo ligeramente.

-¡Cassandra! - Reacciona rápido, y saca una pistola de su arsenal, apuntando directamente a la entrepierna de la mujer. - ¿Qué haces aquí? Te extrañe demasiado.- Exclamó sonriente, ocultando ese miedo que lo paralizaba.

-Jeje, yo también te extrañé "Prico" - Le devuelve el gesto con amabilidad. - Veo que estuviste observándome todo este tiempo ¿Te gusto o qué?

-...Ya quisieras maldita perra.

Apretó el gatillo. Se escucha el disparo, pero Cassandra ni se inmuta, lo cual, claramente perturba a Pico, haciéndolo retroceder unos cuantos pasos, cerca de caerse al suelo.

Ella solo se acercó lentamente para mofarse del pelinaranja, tomándolo del brazo y susurrándole al oído.

-¿Qué tal si terminamos lo que empezamos, P r i c o...? - Ella aumento gradualmente la fuerza en su agarre, una fuerza casi inhumana.

Abrió los ojos para encontrarse nuevamente en el avión, solo guardo silencio y se encogió de hombros entre ligeros quejidos. Quería ver a través de su ventana, intentar nublar su mente, pero era el típico vuelo de clase normal, así que no tenía más remedio que tomar asiento en un lugar específicamente asignado, para su mala suerte este se ubicaba en la parte trasera del avión y en dicha zona, no había ventanas, al menos en su caso.

"..."

La mujer gótica se encontraba en un bar a altas horas de la noche, meditando sobre su situación llego a tomar algo demás, por lo que estaba ligeramente mareada, pero lo suficientemente cuerda como para considerarse sobria, no es la gran cosa, aun era consiente de lo que hacia, pero necesitaba aligerar la carga del nerviosismo que cargaba su espalda. Hizó un calculo y cree que si es que su excompañero de clase viene, estaría ahí para el día siguiente, es decir, en unas cuantas horas, no estaba segura en realidad.

Clavo su mirada en el techo del local para tomar otro sorbo de su copa de vino , ya no había mucha gente en ese lugar, pues estaba algo alejado del sur, donde habitaban más personas en esa ciudad, incluida Cassandra.

Una chica tomo asiento a su lado, e intento romper el hielo con ella, parecía tener ciertas intenciones.

-Hey, Hola- Saludo con un tono coqueto, lo cual, repele a la pelirroja, por completo.

-Uh... ¿Hola?

-Oye ¿Quieres tomar un poco más? ¡Yo invito!

-N~No, gracias.- Interpuso su mano entre las dos.- Bebí lo suficiente y no estoy para eso ahora, tal vez otro día.- Exclamó mientras fruncía el ceño.

-Pero...~

-Con permiso.- Dejo dinero en la mesa, y se retiro con prisa.

Cassandra estaba perturbada, hace ya unas horas que salió de su departamento, la angustia superaba su razonamiento con gran diferencia, cada vez la presencia de Pico era más fuerte, si, ya estaba camuflada, y seguramente él no podría reconocerla en cualquier caso, pero ¿Qué tal si sucede? "¿Cómo mierda se supone que salga de esta?", se repetía constantemente. Caminaba impaciente por la calle bajo plena luz de la luna. Le gustaría pedirle consejos a alguien ¿Pero quién? los demás no es que estén muy "disponible" , pasó bastante tiempo desde la última vez en que conversó con un conocido.

ᴸᵃᵐᵉⁿᵗᵒ ˢᵉʳ ᵗᵘ ᶜᵃᵘˢᵃ ❛ ᴾⁱᶜᵃⁿᵈʳᵃ ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora