De Nuevo Por Primera Vez

40 5 0
                                    


En algún punto de 1999.

Cassandra no hacía más que ver el techo del salón vacío, estaba castigada, y por obligación tenía que quedarse ahí hasta que sus padres regresarán por ella, lo que para este punto es imposible, digamos que estos no están del todo presentes, muy similares a lo que ella sería como madre.

No pasó mucho tiempo para que su soledad terminase, pues percibió el movimiento de algo o alguien a las afueras del edificio, observándola por la ventana.

-¿Qué putas quieres Hanzo? - Cuestiono, sin quitarle el ojo de encima al concreto.

-¡Cassandra-San! Vine a sacarle de aquí, ¡un ninja como yo no podría permitirse ver a sus compañeros sufrir de esta manera! -.

En su rostro se vio reflejada esa sensación de vergüenza ajena que a veces le podía provocar este... Esta persona.

-Pff, ya vete, déjame sola, aquí estoy bien-

-¿Por qué le gustaría estar aquí?

- Hanzo, hice mal cuando le grité a la maestra, por favor, permíteme enmendar mi error, asumiendo este castigo-.

-Senpai... Usted es increíble...

-Si, si, solo vete.

Tan pronto como lo encomendó, Hanzo obedece a Cassandra, retirándose de escena.

-Que idiota... - Agrego en un tono de voz bajo.

"No te preocupes, pronto acabaremos con esto de venir a clases" Agrego entre risas.

- Si... Valdrá la pena, el sistema educativo estadounidense es una mierda.-

"¡Y nuestro gobierno autoritario! No olvides eso, los humanos dejarán de hacer sus mierdas!" Cordelia es un penilian extraño, sin embargo, parecía congeniar bastante bien con Cassandra.

-Como sea, no tienes que ser rebundante de nuevo, tenemos cosas que hacer.-

Ella se levantó, y tomo su mochila para asomarse por la puerta del cuarto, mirando por ambos lados del pasillo exterior, esperando no ver a la maestra. Tras verificar la ausencia de casi todo el mundo, salió en busca de su casillero, necesitaba guardar una que otra cosa.

La pelirroja no podía evitar ocultar su sonrisa, estaba notablemente contenta por sus planes con el penilian, casi caminaba dando saltos, tenía tantos planes, tanta imaginación con respecto al futuro, era muy "bonito".

Se detuvo frente a su casillero y de nuevo, procurando no ver a ni una sola persona saco lentamente lo que parecía ser un arma.

"¡¡Cassandra!!" Se escuchó al fondo del pasillo, haciendo que la misma se ponga pálida, y en un intento desesperado; producto del momento, escondiendo su juguete a sus espaldas.

Un niño, casi joven, de cabellera anaranjada se acercó a la susodicha con un semblante alegre.

- Oye ¿Te castigaron de nuevo?

-Pff.. ¿Y acaso te importa?

- Por algo estaré preguntando ¿No? - Cuestionó en tono burlesco.

-No entiendo por qué te interesaría saber-.

-Bueno, la mayoría cree que tu grupo de góticos es extraño, pero no lo veo de ese modo-.

-Solo pensaba que estabas muy ocupado siendo popular-. Cassandra desviaba ligeramente la mirada, pues Pico no la sacaba de su rango de visión, como si analizará cada centímetro de sí misma.

-Estaba en medio de algo... ¿Sabes...? Así que...

- Oye, no creo que debas seguir así...

-...-.

ᴸᵃᵐᵉⁿᵗᵒ ˢᵉʳ ᵗᵘ ᶜᵃᵘˢᵃ ❛ ᴾⁱᶜᵃⁿᵈʳᵃ ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora