Historias

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Pico estaba sentado en el sofá de dicha sala, expectante ante el ambiente deplorable, producto de su conflicto el día anterior.

Cassandra lo miraba intrigada, en cierto punto curiosa, debido a lo que conllevaba dicho evento. Quisiera empezar por algún lado, darle algún recuerdo agradable para entrar en confianza y hacer ver al pelinaranja que estaba abierta ante convivir con él. La misma le entrego una taza con café, que había preparado con anterioridad, después, opta por tomar asiento en el sillón frente a Pico.

-Sabes que yo lo sien...- El pelinaranja interrumpe, posando su dedo índice en el aire, acto seguido, tomo un sorbo de su café.

-Lo sé, y quiero que sepas que también lamento haberte obligado a pasar por todo esto-. Exclamó sin aparente expresividad en su rostro, algo que definitivamente sorprendió a Cassandra. Pico esperaba algo, sabe en el fondo que la pelirroja intenta de corazón acercarse amistosamente a él, sin embargo, al mercenario le parece prudente aprender más sobre este nuevo tipo de Cassandra. Asomaba la mirada con discreción, esperando a presenciar cualquier "paso en falso".

-Pero también debes saber que puedo ser muy incongruente con lo que digo, hoy puedo pedir perdón, mañana puedo tratar de matarte de nuevo... -Él se limitó a sonreír, insinuando un posible futuro, o directamente amenazando a la mujer.

Era definitivamente extraño verlo de esta manera, no es difícil para la pelirroja concluir que de verdad a este sujeto se le había zafado uno que otro tornillo, pero por ahora es mejor que nada, o al menos eso era lo que quería pensar.

-Me alegra saber que una parte de ti piense eso...-La pelirroja desvió la mirada, encimismada por el simple hecho de escuchar un "Lo lamento" por parte de alguien como lo aparentaba ser Pico. Se ponía demasiado feliz, pero de verdad era algo confuso, incluso aterrador.

-¿Qué te hizó cambiar así de opinión?-. Cuestiona la mujer, finalmente bebiendo algo de su propio café para relajarse.

-Tuve tiempo para pensar, es todo -. Pico intenta ocultar el dato sobre la intervención de su padre, no le parecía prudente que Cassandra se enterase de eso, tal vez no le perjudique en lo absoluto mencionarlo, pero después de tanto, prefiere mantener su orgullo intacto antes que hablar del tema.

-A decir verdad... Te recuerdo diferente.

-¿En qué sentido? -. Interpeló.
A pesar de parecer un hecho obvió, la "gótica" carecía de su característico maquillaje y vestimentas que la proclaman como tal.

-Me refiero a que no estás actuando como una Punk desquiciada... No sé si eres buena actriz, o si de verdad has cambiado.

Pico arqueó una ceja y ladea la cabeza, quería escuchar algún tipo de respuesta extraña proveniente de la pelirroja, para su mala o en realidad buena suerte, ella únicamente se notaba algo tensa, probablemente solo era su presencia lo que causaba dicha reacción, esto era más evidente cuando la réplica de Cassandra fue un "Mehh.. Bueno, supongo que tenía que pasar".

-Note que en 2009 dejaste de hacer tus "maldades" ¿Eso tiene que ver con tu "evangelización"? ¿Cómo dejaste esas ideas tan extremas?

-¡Hey, hey! ¿Esto es un interrogatorio o una visita amistosa? Jeje ...

- Podrían ser las dos cosas... Solo relájate.- Respondió un Pico inevitablemente escéptico.

La pelirroja tragó saliva, prefería hablar sobre Pico antes que tocar un tema relacionado a si misma, además, el contrario no parecía tener intenciones de escuchar en el buen sentido, sin embargo, puede que algo sea vital en esta conversación ¿Y si le demuestra algo esencial para su extraña relación? Puede que él la vea con otros ojos. A pesar de sus claras dudas con respecto al tema, la mujer opta por dar luz verde, después de todo, ya están ahí, y no hay nada que pueda perder.

ᴸᵃᵐᵉⁿᵗᵒ ˢᵉʳ ᵗᵘ ᶜᵃᵘˢᵃ ❛ ᴾⁱᶜᵃⁿᵈʳᵃ ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora