Cercano

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Cordelia se desesperaba con cada segundo que pasaba, ya ni siquiera podía estar tranquila porque las "cursialidades" de Cassandra le impedían progresar en su camino a la gloria. Sin embargo, ahora que la pelirroja llevo a Fulp a un hospital pudo darse el tiempo para reparar uno que otro objeto importante dañado en el viaje.

La mesa de la pequeña habitación fue manchada con una que otra gota de sangre. El peniliano hizo un agujero cercano a la zona del esfenoide en su cabeza para sacar lo que aparentaba ser un microscopico circuito, lo miró con molestía recordando el cómo se golpeó la cabeza en el choque, si no fuese porque no es humana no estaría con vida actualmente. Sin demasiados problemas encontró la falla y arregló inmediatamente. 

—¿Hola? —. Habló con cierta preocupación, y tras unos segundos la esperanza volvió a Cordelia, pues su respuesta no tardó en llegar.

"¿Quién está hablando?"

—¡¡Mierda, mierda, si!! ¡¡Soy yo!! Tuve problemas con el comunicador y... — A pesar de su insistencia, no pudo explicarse con detalle, puesto que la voz al otro lado de la línea interrumpió.

"Si, mira... Cordelia... Ya no te queremos en el proyecto, jeje~" Afirmó despreocupado, como si realmente todo lo que su contraparte sacrificó hubiese sido en vano.

—¿Qué...?

"Mira, sabemos que te has esforzado y blah, blah blah... "Etecetera" Continúo como si tratase de imitar a un humano y sus complicadas formas de expresarse. "Pero, y sin embargo~ Has tardado tantos años que ya nadie está interesado en que sigas tú a la cabeza. En el próximo mes enviarán a alguien más ¡tú y Damien son unos jodidos incompetentes!"

—¡¡Oye imbécil!! ¿¡Crees que tu broma me hace gracia!? —. Cuestionó una Cordelia aún más enfurecida, sacudió el pequeño dispositivo con sus dos manos en un acto casi desesperado esperando por una respuesta más coherente que solo eso, sin embargo, tanto tiempo con los humanos la acostumbró a perder la simpleza con la que se expresa su gente, y cómo si de una regla de tres se tratase; el otro peniliano responde con un "Si" para no mucho después colgar.

Se quedó helada, las ganas por sacarle los dientes a este otro sujeto no tardaban en aparecer, y contra todo pronóstico el alien respiro profundamente para ceder el control del cuerpo a Cassandra con el fin de desahogarse en otro momento y no llamar la atención de las personas fuera del cuarto.

La pelirroja se miro ligeramente desconcertada, empezaba a dudar en si en realidad ella tenía un control prioritario sobre el cuerpo, últimamente el alien lo toma cuando quiere y sin avisar. Prestó atención a los alrededores y suspiró con alivió tras ver cómo aún estaba en la habitación de Pico, en donde este último estaba en cama, dormido, sus vendajes eran nuevos además de tener uno que otro extra para cubrir el centenar de heridas que le provocó, como su nariz rota. El reloj sobre la cama de Fulp marcaba las diez de la mañana junto al cálido resplandor del sol mañanero golpeando su cara; se resaltaba un ambiente mucho más acojedor que hace unos días.

Luzbel se levantó de su asiento y se dispone a salir del cuarto, pues el desayuno ya lleva algo de retraso a sus espaldas, no obstante, la voz cansada de Pico retumbó en su oído.

—Verga ... ¿Por qué me trajiste aquí? —. Cuestionó atontado clavando su mirada en el techo como si no hubiese sido hace días que llegó a la habitación del hospital—.

—¡Jeh...! Un día más en mi casa y Cordelia te mataba, es lo menos que puedo hacer.

—¡¡Dile a Cordelia que me la pela!! —. Anunció como si se tratase de un niño pequeño, sin olvidar que tiene un amplio conocimiento acerca del como insultar a la gente.

ᴸᵃᵐᵉⁿᵗᵒ ˢᵉʳ ᵗᵘ ᶜᵃᵘˢᵃ ❛ ᴾⁱᶜᵃⁿᵈʳᵃ ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora