Narra ella:
Habían pasado, exactamente 2 días de lo sucedido.
No volví a hablar con Agustín, y él tampoco insistió ni se acercó a mí. Y la verdad es que le agradezco demasiado que no haya intentado acercarse, porque prefiero tenerlo lejos.
Miré a mi costado, y estaba mi sobrina durmiendo como un ángel. Era tan hermosa... casi sin darme cuenta comenzaron a caer mis lágrimas, qué sería de mí sin ella? Realmente no encontraba ninguna otra razón para seguir viviendo, si no fuera por ella yo ya habría abandonado éste mundo hace muchísimo tiempo.
Me levanté decidida a luchar, y a buscar lo que nos hacía falta. Muy en el fondo rogaba porque Agustín no quisiera acompañarme, pero sabía que probablemente Maxi se quedaría con Martina, y él, no iba a permitir que salga sóla.-Buenos días -Dijo ella, entrando a la cocina-.
-Hola Lu, cómo estás? -Le contestó su amigo Maxi-.
Agustín sólo se limitó a levantar su cabeza en forma de saludo, no quería confundirla más, ni tampoco quería confundirse él. Quería evitarla.
-Bien -Contestó seca-. Voy a salir, cuidá a Martina por favor.
-A dónde? -Preguntó Maxi-.
-No hay más agua, además... éste lugar ya no me inspira mucha confianza, siento que no es seguro. Deberíamos movernos, no podemos estar acá mucho tiempo más, así que voy a ir a recorrer los alrededores.
-Querés que te acompañe? Total, Agus se queda con Martu...
-No, no amigo está bien. Yo puedo sóla. Vuelvo antes del anochecer, sí?
-Está bien. Cuídate mucho porfa -La despidió con un tierno abrazo-.
Narra ella:
Estoy más decepcionada que nunca, en serio creí que se ofrecería a acompañarme pero al parecer, le importo menos de lo que yo pensaba.
Salí de la casa, me obligué a pensar en otra cosa, ya que si seguía haciéndome la cabeza con todo lo que había pasado, y lo que había escuchado, me iba a volver loca.
Caminé y caminé horas, hasta que me encontré con la farmacia que estaba buscando... farmacia? Sí, no le dije nada a los chicos, pero necesitaba TANTO ciertas cosas básicas como las toallas femeninas, estaba en mis días y no aguantaba más sin ellas.
Entré sin dudarlo, y agarré un carrito.
Puse todo lo que encontré, y otras cosas que sentí que podrían ser útiles como algodón, alcohol, vendas, ibuprofenos, protector solar, y otros medicamentos que no conocía pero que podrían ser de mucha ayuda.
El carrito estaba lleno, en serio que no tenía más lugar. Me limité a salir, hasta que escuché un ruido en el último sector, y por alguna extraña razón no había pasado por ahí.
Tenía 0 miedo, así que no dudé en ir a averiguar qué estaba pasando, sin saber que me encontraría con algo que nunca imaginé.-Es la primera vez que veo un chico tan... coqueto -Dijo ella en modo de chiste, soltando una risita-.
Lo observó completamente, un chico con vicera estaba probando todos los perfumes de hombres que había y se sentía un olor fatal (en el buen sentido) y además, estaba realmente bueno. Morocho con lindos ojos, buen físico, más alto que ella y parecía que tenía tremenda personalidad. El chico se giró para mirarla sorprendido, mientras la analizaba de pies a cabeza, de la misma manera en la que ella lo había mirado.
-Es la primera vez que veo una chica tan preciosa -Contestó él, con una sonrisa de ganador-.
-Debería sonrojarme?
-No, deberías agradecerme -Dijo él sin dejar de sonreír-.
-Bueno, gracias entonces -Contestó ella con una sonrisa-.
-Pero me refería a que me podías dar un besito como agradecimiento... -Insistió-. Soy Santiago, pero vos me podés decir mi amor... jajaj no te asustes, es chiste -rió-. Decime Santi.
-Me gusta tu nombre... Soy Luciana -Dijo ella presentándose-.
-Y.. se puede saber qué hace una chica tan linda como vos sóla por acá? Es peligroso -Dijo él, acomodándose su gorra color rosa-.
-Tenía que salir a buscar algunas provisiones. Pero ya debo volver a casa. -Suspiró-. Y vos? También estás sólo?
-Hace 1 semana perdí a mi grupo, así que sí. Pero bueno, hace 3 días estoy en ésta farmacia hasta que hoy decidí salir de mi escondite para chusmear y no pude evitar oler todos los perfumes...
-Sí, digamos que me dí cuenta -Dijo ella soltando una pequeña risita-. Bueno, perdón pero ya me tengo que ir se está haciendo tarde y es peligroso... me encantó conocerte.
-Igualmente, espero verte pronto -Se despidió él con una sonrisa-.
Ella salió de la tienda, y caminó 2 cuadras... hasta que paró en seco porque se le encendió la lamparita, y decidió volver a aquella farmacia.
Entró y sin pensarlo dos veces, lo llamó por su nombre. Y no estaba muy lejos, la verdad es que estaba en el mismo lugar en el que lo había visto por última vez.-SANTI! -Dijo ella llamándolo-.
-Qué pasó preciosa? -dijo él apareciendo-. Te olvidaste de algo?
-No, es que... querés venir conmigo? Nosotros somos un grupo de tres personas, y una nena de 5 años. Nos vendría bien tener más gente, además... vos me caés bien.
-Te gusté, no? No te preocupes, suelo causar esa sensación en todas las personas... -Dijo bromista-. Me encantaría, sinceramente estoy harto de estar acá.
-Bueno, entonces... si te parece, vamos! Estoy segura de que te va a gustar estar con nosotros.
-Si estás vos sí -Dijo él, y comenzó a caminar a la par de ella-.
-Lu, esperá! -Volvió a hablar él, retrocediendo-.
-Qué pasa?
-Hay que llevar por las dudas, nunca sabemos cuándo se van a necesitar -Dijo él, agarrando tres cajas de condones y guardándolas en el carrito-.
Ella se limitó a tirar una carcajada, había conocido a éste chico hace unos minutos y ya la había hecho olvidar de todos sus problemas con sus chistes y forma de hacerla reír.
Sin dudas, iban a ser unos grandes compañeros y amigos...
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Maybe... i need you. [MYA]
Science FictionNada es lo que parece, saben? Cuando todo esto empezó sentí que moriría. Jamás pensé que podría aguantar tanto... Yo, la persona más sensible que podría existir, en medio de toda esta jodida mierda. Quién lo diría, el apocalipsis resultó ser peor de...