Maybe... i need you. [MYA]

Capítulo 17

N/Maxi:

-Agus... Tengo hambre, qué vamos a comer? -Dijo llegando a la cocina-.

-No sé, pero yo no pienso cocinar, sabés que soy un desastre pipi... -Dijo Agustín atajándose-.

-Yo también. ¿Y Luci? ¿Dónde está? -Cuestionó Maxi-.

-No tengo ni la menor idea, hace horas que no la veo.

-Mi tía me dijo que se iba a pasear y me pidió que me quedara con ustedes -Dijo la pequeña metiéndose en la conversación-.

-¿A pasear? ¿Por qué iría a pasear? -Dijo Maxi aún más confundido-.

-Quédate acá con ella, que yo la voy a buscar -Dijo Agustín-.

-Bueno dale, pero apúrate que tengo hambre -Dijo Maxi quejándose como un bebé-.

N/Ella:

Hace horas decidí salir a tomar un poco se aire, claro está que no me alejé, caminé apenas un poco y logré llegar a un pequeño río que no tenía ni idea de su existencia, pero que era hermoso.
Estaba tan cansada de aparentar que era fuerte cuando la realidad es que lo único que quería era acostarme a llorar todo el día.
Inmediatamente me puse a pensar en mi familia, los extrañaba tanto. Lo que me había dicho mi sobrina me había dejado helada, de sólo pensarlo se me llenaron los ojos de lágrimas y decidí que me iba a descargar y lo iba a ser como sólo yo sabía, cantando, era un mimo al alma para mí poder cantar en esos momentos, por que me hacía tan bien.

-Yo te extrañaré... Tenlo por seguro -Dije derramando las primeras lágrimas-. Fueron tantos bellos y malos momentos que vivimos juntos -Solté un sollozo-. Los detalles, las pequeñas cosas, lo que parecía no importante son las que más invaden mi mente al recordarte -Finalizé llorando-.
Esto era tan difícil, no podía seguir cantando mientras lloraba de esta manera, era imposible.
Por un milímetro de segundo deseaba no estar viviendo en este mundo de mierda, pero tenía que luchar, antes era por mí y ahora es por Martina, ella es sólo una criatura que no merece vivir así y yo jamás la podría dejar sóla es simplemente que, no aguanto más, necesito descargarme.

-Ojalá pudiera devolver el tiempo, para verte de nuevo, para darte un abrazo y nunca soltarte -Dijo alguien más, para luego sentarse a su lado-.

N/Omnisciente:

Ella no lo pensó ni dos veces y se tiró encima de él, buscando refugio en sus brazos, esperando a que le cantara, tal y como lo hacía antes cuando el mundo era normal y tenía otros problemas, ella lo escuchaba y todo dolor desaparecía, ella lo escuchaba y toda tristeza desvanecía en tan sólo segundos... sólo que, no en vivo, si no através de una pantalla, y esto era el mundo real.
Él la rodeó con sus brazos, y continuó cantándole, mientras ella lloraba en su pecho.

-Más comprendo que llegó tu tiempo, que Dios te ha llamado, para estar a su lado así él lo quiso... Pero yo nunca pensé que doliera tanto -Siguió-. Ya no llores por mí, yo estoy en un lugar lleno de luz, dónde existe paz, dónde no hay maldad y donde puedo descansar, no llores por mí, es tan bello aquí, con calma diré quiero que seas felíz que te vaya bien y cuando te toque partir, espero verte aquí -Finalizó él, acariciando su cabello-.

Ninguno de los dos dijo nada, ellos tenían la capacidad de entenderse, era obvio que ella no iba a querer hablar de eso, y él lo sabía, sabía que ella no iba a querer hablarlo, y claramente tampoco la iba a obligar. Decidió que lo mejor era que ella llorara y largara todo ese peso que estaba llevando encima. Se tornó todo silencioso, lo único que se escuchaba eran los sollozos que escapaban de la boca de ella, mientras lo único que él hacía era apretarla con sus fuertes brazos, por que aunque sonara raro, no quería soltarla y sólo quería quedarse ahí para protegerla, para acompañarla, para estar ahí para ella.