Maybe... i need you. [MYA]

Capítulo 23

Narra Agustín:

Comenzaba a arrepentirme de no haberla acompañado, ya está oscureciendo y todavía no sabemos nada de ella, y eso me preocupa. Definitivamente no sabía qué era lo que me estaba pasando, pero lo que sí sabía es que aunque no lo demostrara, muy en el fondo la quería.
La postura que estaba tomando no la entendía ni yo mismo, simplemente decidí alejarme porque sentí que era lo correcto pero... realmente lo era?

-Amigo... en qué pensás? -Pregunto Maxi con curiosidad, masticando un pedazo de pan-.

-Eh, no. En nada -Dijo Agustín reaccionando, ya que se había quedado tildado pensando-.

-Um, y qué pasó con Luci? Están así de raros por lo que dijo Martu el otro día?

-No, ni ahí amigo. Pero igual, eso fué como medio...

- Raro?

-Sí, es que es tan chiquita pero a la vez TAN viva. Vos no le dijiste nada, no?

-¿Por qué le voy a decir algo así? -Contestó su amigo confundido- La peque se da cuenta de todo, es muy observadora.

-Entonces, vos qué pensás de eso?

-De qué?

-De lo de Lu, qué pensás?

-En qué sentido?

-Ah sos tremendo salame... me refiero a que si creés que hay algo entre los dos.

-Yo ya te dije una vez, que dejaras de ponerte celoso por payasadas porque vos tenías más oportunidades que yo...

-Pero no me andes con vueltas, decímelo bien hermano

-Foooo, ya te dí a entender que sí. Es re obvio.

-Y qué pensás que debería hacer?

-Y primero que nada, dejá de portarte como un pelotudo delante de ella porque claramente va a perder el interés en vos.

-Pero, es que...

-CHICOS! -Gritó una voz femenina entrando a la casa-.

-Qué pasó? -Dijo Maxi, saliendo de la cocina, preocupado-.

-No pasa nada, bobo. Era para avisar que llegué y también qu...

-Y ése quién es? -Preguntó Agustín, serio-.

-De eso justamente quería hablarles, él es Santi.
Y a partir de hoy, va a quedarse con nosotros.

-Ahhhhh sí, eh... sí -Dijo Maxi mirando a su amigo-. Un gusto, soy Máximo.

-Santiago, el gusto es mío... Che, te veo cara conocida, te conozco de algún lado?

-Eh sí, no sé, puede ser -Soltó una mini risita Maxi-. Somos cantantes.

-Naaaa, no me digas. Si vos dijiste que eras Máximo, entonces vos -Dijo señalando al nombrado-. Sos el otro pibe, que cómo era que se llamaba? -dijo pensativo-.

-Agustín -Contestó Agus entre dientes-.

-Máximo y Agustín sí, los Mya. Los re admiro wachos tiran facha a donde van, altos capos.

-Gracias hermano, también sos re fachero.

-Si, la verdad es que acá facha hay de sobra... Igual, para mí, la más linda es la señorita que tengo acá al lado mío, pero no le digan que yo les dije -Dijo en susurro las últimas palabras, como si ella no lo hubiera escuchado-.

Ah, sí? -Dijo Maxi soltando una carcajada-.

-Sos estúpido eh -Contestó ella soltando otra risita-.

Al parecer ambos estaban encantados con el nuevo chico que iba a vivir con ellos, TANTO que ni se dieron cuenta, pero Agustín sí se había dado cuenta de que estaba demás en esa conversación, así que decidió irse a su cuarto a descansar, y a pensar un poco... o más bien, mucho. Necesitaba pensar, y mucho.
Entró a la pieza y recordó... dónde carajos estaba la guitarra que había encontrado Maxi? Se le prendió la lamparita, y estaba ahí, claro! si Maxi la había dejado ahí por las dudas.
No lo pensó ni dos veces, hace muchísimo tiempo no tocaba una guitarra y realmente necesitaba la música más que a cualquier otra cosa en el mundo.

-Tu me escribes, yo prefiero hacerme el ciego.
Me persigues, porfa no jugues con fuego que entre los dos aún hay algo ahí, siempre cortamos, nunca soltamos.

Es un mano a mano, si no hablamos vamos bien. Es lo que acordamos acordate de una vez, que si alguien falla todo se estalla, tenía el récord sin hablarte y la cagué.

Vuelvo a pensar en tí, maldita foto que subes yo sé que lo hacés por mi, dame un trago que me ayude si entre los dos aún hay algo ahí, siempre cortamos nunca soltamos.

Me muero por saber, si en el mundo hay tanta gente ¿por qué me jodes a mí? No me llames de repente si entre los dos aún hay algo ahí, siempre cortamos nunca soltamos.

Estaba tan atrapado en su mundo hasta que notó que alguien lo observaba y giró para averiguar quién lo estaba mirando tan atentamente...

-uy, qué hacés acá? -Preguntó avergonzado Agustín, soltando la guitarra-.

-Es que... yo... -dijo nerviosa-. Perdón, era mi canción favorita, y no pude evitar escucharla. -Intentó irse-.

-Esperá, no entiendo, qué?

-Sí... eh, nunca soltamos y te quiero x eso, son mis canciones favoritas. -dijo avergonzada-.

-Pero... pensé que nisiquiera nos conocías. Jajsj, a Maxi lo querés pero al parecer, a mí no.

-No -lo interrumpió-. No te odio Agustín, nunca lo hice. -Dijo ella negando con la cabeza-..

-Bueno, pero eso no es lo que parecía al principio cuando lo único que hacías era insultarme.

-No es así, no... -Se quedó callada, como justificaría eso? Simplemente no podía-.

-Qué es lo que querés decirme exactamente?

-Nada, no es nada importante -intentó irse otra vez-.

-Lu, decime -dijo él, agarrándola del brazo para que no se vaya, mientras la miraba a los ojos-.

-No, es que yo... -Dijo nerviosa, por su cercanía con él-. desde los 10 años, siempre estuve locamente enamorada de vos. -Suspiró y decidió mirarlo a los ojos, sabía que ya era hora-. Cuando te ví por primera vez en Aliados, cuando te ví en Soy Luna, y cuando se dió lo de Mya... siempre pero siempre fuiste el único. Ahora tengo 18 y apesar de que crecí y pasó mucho tiempo, nada cambió. Así que no, no me podés decir eso, porque claramente no todo es lo que parece Agustín.

Agustín se tensó completamente, y esas fueron sus últimas palabras. Ella se soltó de su agarre, lo miró por última vez y se fué, se fué dejándolo sólo. Y sí, qué más podía hacer? Obviamente no esperó una respuesta de su parte, eso sería estúpido.
Sólo era un chico famoso con el que se había cruzado en el maldito apocalipsis, era imposible que pasara algo entre ellos dos y lo sabía, y por eso mismo se fué.
Pero aún así, lo dejó con mil dudas, ¿le había dicho indirectamente que lo quería? ¿Qué era lo que había pasado? definitivamente no se lo esperaba, ésto era lo último que pensó que iba a suceder.