Capítulo 11

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N/Agustín:

Me desperté, y me quería matar. No había dormido ni una mierda. Con Maxi quedamos en que nos íbamos a turnar para vigilarla toda la noche, estábamos preocupados. Y aunque fué muy incómodo dormir en el pequeño sofá que ella tenía en su habitación, todo valió la pena.
La miré, y por primera vez en mucho tiempo ví que sólo era una chica dolida, sensible, frágil... Y la entendí, entendí el por qué de sus maltratos, ella sólo quería demostrar que era fuerte, y realmente lo era, desde el día uno fué una guerrera.
Ya era de día, decidí no perder más tiempo y levantarme para salir, con Maxi habíamos charlado el día anterior que debíamos salir a buscar más provisiones por que literalmente no teníamos nada y quedamos en que íbamos a ir temprano. Llegué a la pequeña cocina y ahí estaba él, tomando un pequeño desayuno.

-Al fin, pensé que nunca te ibas a despertar -Le dijo su amigo dándole un sorbo al pequeño café-.

-Pfff -Se quejó-. No dormí una mierda amigo.

-Eso parece, tenés unas ojeras tremendas que asustarían a cualquiera. Estás horrible.

-Gracias, qué amable, si eso para vos es ser un amigo no me quiero ni imaginar lo que debe ser un enemigo...

-Sólo soy sincero -Dijo Maxi, alzando sus hombros-.

-Buenas -Dijo una tercer voz de repente-.

-Hola Lu, cómo dormiste? -Dijo Maxi prestándole atención-.

-Bien -Dijo ella, sonando lo más cortante posible-. Hoy yo salgo a buscar provisiones también, no creo que sea prudente dejar la casa sóla, y tampoco creo que sea prudente que me quede acá, así que yo voy y uno de ustedes se queda mientras que el otro me acompaña.

-Pero Lu, ayer te enterraste un alambre en la pierna y casi se te infecta, no podés estar en mucho movimiento, es peligroso -Le dijo Maxi, con toda la paciencia del mundo-.

-No me importa, yo puedo. Sabés que no soy de esas que se van a sentar y esperar a que hagan todo por ella, eso no va conmigo Máximo, yo voy a ayudar.

-A mí no me parece, tenés que recuperarte, no podés andar por la vida haciéndote la fuerte cuando claramente podés empeorar tu situación. No vas a ir Luciana, basta. -Le dijo él, serio-.

-Yo no te pregunté, te avisé. Vos no sos mi papá. Yo voy a ir te guste o no.

-Maxi -Habló Agustín por primera vez-. Si lo pensás tiene lógica, no la podemos dejar sóla con la casa, mirá si alguien aparece y nos la usurpan, este lugar es seguro. Tenemos que cuidarlo, quizás lo mejor sea que ella vaya con uno de nosotros y el otro se quede.

-No necesito que nadie me defienda -Le dijo ella mirándolo de mala manera-.

Y ahí estaba ella, tan fría e indiferente como de costumbre... si alguien le decía a Agustín que esta era la misma chica que anoche estaba completamente sensible y frágil aferrada a sus brazos, probablemente él no lo hubiera creído ni en mil años

-Yo no te estaba defendiendo, no me interesa en lo más mínimo defenderte -Le respondió él, de la misma manera-. Vos no me importás, yo sólo quiero el bien de esta casa, eso no significa que te defienda. -Completó su frase, incrédulo-.

-Saben qué? Hagan lo que quieran, pero vayan ustedes, ya me pusiste de mal humor y no tengo ganas de aguantarte con ese carácter insoportable que tenés -Le dijo Máximo a ella, retirándose del lugar, tirando a la mierda toda la paciencia que le tenía a esa chica con la cuál era imposible no irritarse, carajo, era demasiado terca-.

Maybe... i need you. [MYA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora