Maybe... i need you. [MYA]

Capítulo 12

N/Ella:

"Vos no me importás" mierda, dolía tanto.
Esas eran las únicas palabras que rondaban en mi cabeza desde que habíamos salido de la casa con Agustín. ¿De verdad yo no le importaba? CLARO QUE NO LE IMPORTO EN ABSOLUTO, y él tiene sus razones, me lo merezco. ¿En qué momento decidí volverme una mierda? Tratar así a todo el poco mundo que quedaba ya se me estaba haciendo costumbre y no está bien, eso no está bien. Yo no era así, yo... Siempre fuí una persona sensible y me dolió tanto el hecho de que yo no le importara que lo único que se me ocurrió fué salir afuera con la excusa de que ya teníamos que irnos, sólo para que no me vea en ese estado de querer llorar. Nunca debí haberme lanzado a sus brazos a llorar, tendría que haberlo hablado con Máximo primero, nunca debí dejar que me vea como la débil maricona que soy.

-Luciana, te estoy hablando.

-Hm? -Le dijo ella, intentando alejar sus pensamientos-.

-Sería bueno que me prestaras atención y me contestaras, no voy a repetirte las cosas otra vez.

Ella se obligó a callarse, se conocía demasiado y sabía que si le contestaba probablemente se armaría una pequeña discusión y se pondría a llorar.

-Ahí hay como un pequeño supermercado, tendríamos que ir a revisarlo por si hay algo que nos sirva. -Volvió a decir él-.

-Sí -Se limitó a decir ella para luego caminar detrás de él, siguiéndolo a donde quiera que vaya.

-Cómo puede ser posible? Mirá esto está completo, como si nada hubiera pasado...-Dijo él, emocionado-.

-Si esto es real, podría valer una fortuna...

Dijo ella, maldiciendosé luego al darse cuenta, de que lo había dicho lo suficientemente alto como para que él pudiera escucharla, cuando enrealidad creía que lo había dicho para sí misma. Él la miró y soltó una carcajada, para luego volver a mirarla y dedicarle una sonrisa sincera. Era la primera vez que se reían juntos, y se sentía bien, se sentía tan bien...

-¿Escuchaste eso? -Dijo ella, interrumpiendo el tan agradable momento que estaban pasando-.

-¿De qué hablás? -Le dijo él, totalmente confundido-.

-De eso, viene de allá-Dijo señalando un pequeño cuarto-. Eso es... ¿El depósito? ¿Quién podría estar en un depósito?

-Un caminante que esté atrapado -Le dijo él sin importancia-.

-Tenemos que ir a ver ese lugar, no me voy a quedar con las dudas. -Dijo ella acercándose-.

-No -Le dijo él, volviendo a la postura de serio-. Quédate acá y dejá de buscar problemas en donde no los hay.

-No seas egoísta Agustín, no te pusiste a pensar en que quizás sea una persona?

-No, y si fuera así, ya habría salido.

-¿Y? Quizás tiene miedo.

-Eso a mí no me importa, tenemos que concentrarnos en encontrar comida.

-No -Le dijo ella-. Agustín escuchá eso, es un sollozo, los zombies no sollozan dale, no me jodas.

Sin importar lo que le dijera el chico, ella se giró para seguir su camino y ver qué había detrás de esa puerta. Estaba dispuesta a hacer lo que sea para abrirla, siempre había sido tan curiosa y hoy no se iba a quedar con las ganas así que llegó a el lugar en donde se escuchaban aquellos sollozos y sin pensarlo dos veces intentó abrir la puerta, sí, digo que lo intentó por que raramente estaba con llave. Observó detenidamente la situación y no había ninguna llave escondida por ahí así que agarró un invisible (Bandita o sujetador) de pelo que había en uno de los estantes a su costado, y forzó la cerradura que extrañamente se destrabó dándole así paso a que abriera la puerta al fin. No lo volvió a pensar y esta vez la abrió de par en par.
Observó el panorama y vió a una criatura acurrucada atrás de todo. De brazos cruzados y tapándose la cara había una nena intentando esconderse de lo que sea que haya del otro lado de la puerta, la vió nuevamente detallándola y sus ojos se iluminaron inmediatamente al observarla, era ella.