25. [Nuestra cita]

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25. [Nuestra cita]

Jackson:

Ya era de día, acabamos de terminar de desayunar, los chicos partían hoy a entrenar a otro estadio, claro está que uno en donde no estuvieran los tigres.

Yo me quedaría en casa con Alice, pues ya estaba mejor de la espalda, después de la inyección que recibí en el hospital y las pastillas que tomé antes de dormir, me encontraba mejor pero debía descansar para poder jugar en el partido.

Los chicos se fueron, Alice subió a darse un baño pues le dije ayer que saliéramos hoy a pasear, sería nuestra primera cita oficial y en otro estado.

Estaba muy emocionado y con expectativas altas, Alice era la primera chica que me gustaba de verdad y no quería arruinarlo.

—  ¿Nos vamos Jonas?

— Claro.

— Jonas ¿Puedes manejar?

— No, pero iremos en metro.

Alice asistió y cuando terminó de bajar las escaleras tomó mi mano, tenía planeado que hoy fuera un día estupendo.

Salimos juntos del departamento, tomamos el tren y comenzamos a buscar lugares turísticos para visitar.

De camino pudimos apreciar el famoso Times Square, una estructura súper grande que siempre presentaba productos o marcas importantes.

Alice sonreía y tomaba fotos de la carretera.

Nuestro siguiente destino era el parque High Line, un lugar al que podías ingresar gratis para tener una caminata larga.

" El High Line es un parque lineal de 1,45 millas de largo en el distrito de Manhattan en Nueva York. Este parque se encuentra en una sección elevada de la línea East Side Line de la extinta compañía de ferrocarriles New York Central Railroad "

Eso era lo que había encontrado en internet al buscar el parque. Al llegar bajamos juntos y tomados de la mano caminamos.

Antes de entrar al parque que estaba rodeado de un bosque, compramos unas botellas de agua para el camino con algunas galletas y papas tostadas.

Alice tomó las cosas y las guardó en su mochila para luego empezar a caminar.

— Esto está muy hermoso. — Comentó.

— Sí, es increíble lo que el hombre puede llegar a construir.

— ¿Desde cuándo jugas fut americano?

— ¿Qué? — Miré a mi chica mal — Somos vecinos, se supone que sabes todo de mí.

— ¡Oye! ¡No soy ninguna acosadora! No te vigilaba — dijo Alice.

— Que mal porque yo sí sé todo de ti.

— ¿Qué cosas sabes de mí? — Frenamos ambos en seco y robé un beso de sus labios.

— Que te gusta leer, siempre eres responsable con tus trabajos del instituto, eres muy bondadosa porque cuando tú  mamá quiso vender todos los juguetes que dejaste a tus doce años, tú los donaste.

—  ¿Cómo sabes eso? — Mi chica se cubrió la cara por vergüenza, sonreí.

— ¿Cómo no saberlo? Lloraste en la puerta cuando ibas a donar  tu oso de peluche — Fingí pensar un momento — ¿Cómo se llamaba? ¡Claro!

— No lo digas — Intenté hablar pero Alice me interrumpió — ¡Jonas no te atrevas!

— El señor sonrisas.

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