Seis meses... Seis meses.

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El titulo es el largo tiempo que llevo sin actualizar. Pero creo que aún puedo continuar.


Probablemente invente muchas cosas a partir de ahora.

Fue durante mi entrenamiento -comenzó a narrar nuestro protagonista-. Cuando comencé a lograr una mayor maestría con la magia, Lucoa pensó que sería buena idea entrenar en un entorno más peligroso. Así que solíamos pasar mucho tiempo en su mundo. Allá combatí con criaturas peligrosas y algunos dioses de bajo rango.

Durante esos días fue cuando realmente comprendí el enorme poder de Lucoa. Yo solía sentirme bastante poderoso ya en esos momentos. Solamente porque podía usar magia un poco poderosa.

Nos encontrábamos en una sesión de entrenamiento, yo peleaba contra algunos monstruos, probando hechizos nuevos y reforzando otros, mientras ella me vigilaba. Confiado de mis habilidades le dije algo como -Lucoa, vamos a algún lugar con criaturas más fuertes, estas son demasiado débiles-. Ella me cuestiono, pero hice caso omiso y ella accedió.

Con el poder que a duras penas dominaba de teletrasnportanción nos lleve a un mundo aleatorio, me sorprende no habernos matado por esa estupidez.

Llegamos a una zona árida, con un ambiente lúgubre. Tan pronto como vi que era posible respirar, comencé mi búsqueda de monstruos. Al inicio creí que me había equivocado de lugar, pero rápidamente me encontré con muchos problemas.

Fui atacado por múltiples bestias, no importaba que hiciera, mi magia no era suficiente. Al inicio pude hacerle frente a uno o dos... Pero cada vez eran más y más fuertes. Simplemente, no pude con tantos, las heridas comenzaban a hacerse presentes y no podía tener respiro, creí que me desmayaría y posteriormente moriría, pero... Lucoa me salvo, probablemente ella ya sabia que mi estupidez acabaría de esa manera. Así que ver que a duras penas me mantenía vivo, me saco de ese cúmulo de bestias. Ahora entiendo que no eran demasiado fuertes.

Ella con fuerza y magia indómitas logro acabar con toda criatura que ponía mi vida en riego, y nos teletrasporto a otro lugar para sanarme. Por lo que me contó luego, estuve durmiendo alrededor de tres días. Me regaño por esa estupidez, pero me lo merecía.

Cuando estuve completamente sano, me explico que esas criaturas no eran demasiado fuertes. En ese momento lo entendí, Lucoa era una verdadera deidad, virtualmente invencible.

Le pedí que incrementara la dificultad del entrenamiento, pues deseaba ser fuerte. Y aunque se cumplió mi deseo, apenas podía soportarlo. Si pelear en aquel lugar me dejaba herido y agotado, o incluso inconsciente; ahora me sentía al borde de la muerte en todo momento.

A pesar de que sufrí bastante, notaba el aumento en mis habilidades mágicas. Lucoa tenía esa capacidad de curar las heridas y siempre me salvaba a tiempo. Eso me hizo entender que todavía estaba muy lejos de ella.

Incluso con todo el sufrimiento, estaba determinado. No pare de entrenar en estos años. Es por eso que pudimos vernos tan poco. Después de recuperarme, siempre me volvía mucho más fuerte. La ayuda de una diosa y la dedicación eran muy útiles. Lentamente, lograba volverme mucho más fuerte; y no tarde mucho en ver a esas bestias como simples animales. Pero seguía sin ser suficiente.

Lucoa aún tenía una ventaja arrasadora conmigo, por más que ella me entrenaba esa diferencia se mantenía. No me molestaba ser más débil, pero quería demostrarle que yo podía llegar a ser igual de fuerte; no queria que ella tuviera que salvarme.

Luego de casi cuatro años, finalmente pude, al menos, acercámele. No es que me volvería invencible, pero al menos ya podía pelear con ella en un uno a uno; por lo menos para entrenar.

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⏰ Última actualización: Oct 22, 2022 ⏰

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Una relación un tanto cuestionable(LucoaxShouta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora