Imagination [CORRIGIENDO ✓]

II

“To be careful my love,
at death we'll leave the same”

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—Necesito hablar con XD — «Siempre directo al grano Quackity, maldita interesada» piensa Wilbur.

Se encuentran en alguna parte de Kinoko Kingdom, frente a la casa del supuesto "hermano" de el pato. Apenas el castaño abrió la puerta, lo primero que recibe fue un cálido saludo.

—Antes que nada, buenos días, yo también te quiero Quackity —le sonríe con sarcasmo para después dar un bostezo.

—Buenos días —resopla el azabache.

—Gracias —le agradece en un tono de reproche —. ¿Y para que necesitas a XD? Yo recuerdo que lo odiabas.

—Si, bueno... Necesito un favor, más que nada un trat- — Fue cortado su hablar cuando apareció el mencionado frente a los tres chicos.

—Me agradan los tratos.

Era una criatura increíblemente alta, su cabeza parecía flotar, tenía cuatro pares de alas negras:  dos en dónde deberían de estar sus orejas y las sobrantes ubicadas en su espalda. Vestía de una túnica negra, cubierta por una capa de un verde oliva; ropas simples y elegantes a la vez. Una corona de oro decoraba su cabeza.

—¿Qué tienes para ofrecerme, humano? —pregunta intrigado el Dios amante del caos.

—Primero hay que ir a un lugar más privado —apenas termina su oración y es transportado nuevamente a un vacío, esta vez, un vacío negro.

—¿Y? ¿Qué es lo que quieres?

—Los Dioses de la dimensión de... ¿Karmaland? Quieren que me valla con ellos, no tengo opción, me llevarían si me hubiera negado.

—¿Y eso en que me involucra a mi?

—Necesito que me otorges un artículo para protegerme del poder de aquellos Dioses, de igual manera, solicito un método de comunicación para estar al pendiente de mis tierras mientras no estoy.

Esto es... Interesante, claro que se lo daría, pediría algo a cambio, eso es obvio, pero será considerado con el pato, le gusta el caos que éste causó en su mundo, además, puede usar esto a su favor.

—¿Sabes que abrá un precio alto verdad?

—Si. ¿Y cuál es? —responde con simpleza, completamente ajeno a la malicia del mayor.

—Te daré lo que pides, sin embargo, necesito que seas mi espía, esta es una gran oportunidad para conseguir más territorio, y consigo más caos —el emplumado sólo dió una sonrisa mostrando dientes, dando señales de locura.

—Cómo guste... Patrón.

Eso pareció agradarle a la deidad; de sus ropas saca dos diarios, simples y monótonos para pasar desapercibidos, para después dárselos al más bajo.

—Estos diarios están protegidos con mi poder, lo que se escriba acá no podrá ser alterado por nadie más que yo —el pato abre uno y lo comienza a hojear—. De igual manera, lo que se escriba en uno de estos diarios aparecerá inmediatamente en el otro, también cuentan con hojas infinitas. Hace tiempo logré crear una grieta entre dimensiones, por lo que la comunicación no será un problema —mete ambos diarios en una maleta que traía consigo—. Dos veces al mes abriré la grieta en aquella dimensión y me darás la información que recolectes en tu estadía.

—De acuerdo —no tiene problema alguno, es más, le parece algo divertido—. ¿Alguna otra cosa, patrón?

—Eso es todo, disfruta de tu tiempo restante, ya no te queda tanto —dicho esto, son transportados nuevamente frente a la puerta del castaño.