Imagination [CORRIGIENDO ✓]

XVII

“I can do so many things
So many things, so many things”

Inglés.
Español.

Es de mañana, hoy se termina esta farsa, dejará de tener que juntarse con aquel emo gótico del 2004 y por fin tendrá a la familia que siempre ha anhelado.

Se está arreglando, poniéndose presentable para ver a su zorrito; viste de unos pantalones de vestir negros, una camisa blanca de manga larga, con un consert de un color lila, sabe bien que a Wilbur le encanta su cintura, incluso más cuando la resalta con un corset. Un saco y un listón colocado en su cuello para acompañar su conjunto.

MV: Se ve muy zorra apá.

— Cállate chamaco, sigues con eso, ahora te toca a ti — El mayor voltea a ver a su hijo.

MV: ¡No ni vergas!

— Ah chinga ¿Y yo cuándo te pregunté si te querías vestir? — Responde mirándole de forma intimidante.

El menor solo se le queda viendo durante unos segundos antes de comenzar a correr, intentando alejarse del mayor, el cuál solo le mira divertido cuando sale de la casa azotando la puerta.

Es una clase de juego no tan juego de ambos, cuando Merlon hace una rabieta Quackity solo deja que la haga, siempre deja que el peli-verde tome sus propias decisiones, ya que este vivió la mayor parte de su vida siendo controlado, pero no dejará que la mayor parte de las veces se salga con la suya, hay cosas que debe negarle.

El pequeño no siempre hace este tipo de "rabietas", y cuando esas pasan, tienen una intención de por medio, dejando que el niño travieso en lo más profundo de su ser salga a la luz; cuando se decide por salir corriendo el pato le da veinte segundos de ventaja, luego de que su tiempo acabe, el emplumado se dedica en encontrar al pequeño en una combinación de las escondidillas y las atrapadas.

— Slime — Llama al castaño.

— ¿Si, Quackity de Las Nevadas?

— Quiero que me avises cuando alguien toque a la puerta.

— ¡Claro!

Seguido de eso, una pequeña bola de slime se desliza por el brazo de Charlie, la cual da un brinco y trepa hasta llegar al hombro del azabache.

— Nos vemos en un rato — Le sonríe cálidamente — Mantente a salvo — Sale dejando solo a Slime, sabiendo que este tiene sus propios pasatiempos para no aburrirse en su ausencia.

Cuándo sale, siente el viento chocar con su cara, extiende sus enormes alas doradas como el sol, comienza con su vuelo con una enorme sonrisa plasmada en su rostro.

Vuela hasta llegar a un bosque, será más difícil encontrar al pequeño entre las ramas de los árboles tupidos de hojas, es por eso que sabe que el niño se esconderá ahí. Sobrevuela el mar de árboles, escanea el lugar con la mirada y se encuentra con un extraño movimiento, cómo si fuera una ráfaga de fuego el cual provoca que las hojas choquen entre ellas, por lo que comienza a planear hasta tocar suelo.