Capítulo 10: Preparaciones

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Esta semana no podría haber pasado más rápido...

—Vamos [Nombre]. Deja de soñar despierta. ¡Necesito tu ayuda para entrenar!— se quejó Raiden.

—¡Oh, lamento mucho estar entrenándote cuando literalmente voy a tener que hablar cara a cara con el maldito Zeus!— exclamaste con la frustración recorriendo tus venas. Toda esta semana había estado pidiendo atención, gritando los nombres por sus pasillos, sentándose a tu lado en la cena y pidiéndote varias veces al día que entrenes con él.

—Gracias— sonrió con arrogancia, logrando que se volviera algo siniestra.

—Hijo de puta...— dijiste amenazadoramente. Tus ojos se entrecerraron cuando te enojaste aún más por su estúpido gesto. Sabías que quería irritarte, pero eso significaba la guerra.

Te abalanzaste sobre él, tus nudillos se volvieron blanco por la fuerza con la que estabas cerrando tus manos mientras te acercabas a él. Podía ser más grande y fuerte que tú, pero esa fue su perdición. Además, no era el más inteligente.

Su sonrisa se ensanchó cuando te vio correr hacia él. "Probablemente esté pensando que está en mi cabeza".

Te agachaste rápidamente cuando un puño pasó justo por encima de tu cabeza, mientras bloqueabas con éxito el gancho que venía con la derecha, dando un golpe en su estómago expuesto.

Deslizándote entre sus piernas, rápidamente te giraste, tratando de patear sus rodillas. Palabra clave: intentando. Él ya estaba frente a ti, tus ojos se abrieron brevemente mientras esquivabas una seguidilla de golpes, intentando encontrar una abertura.

Él fue a dar otro puñetazo mientras decidías que ya era suficiente. Lo esquivaste, inclinándote hacia la derecha antes de enviar un puñetazo hacia su mandíbula. Se tambaleó mientras daba un paso hacia atrás, sacudiendo la cabeza mientras trataba de concentrarse, aprovechando esa oportunidad para patear sus piernas. Raiden cayó de espaldas, dejando escapar un gruñido al aire.

—Peleas sucio— dijo con los ojos cerrados mientras trataba de recuperar el aliento.

—Y tú eres demasiado lento Raiden— dijiste—. Sé que te estás conteniendo porque me consideras 'normal'— dijiste, poniendo comillas alrededor de la última palabra. Le tendiste la mano para que la agarrar y ayudarlo a ponerse en pie.

Suspiró mientras tomaba tu mano, pero en lugar de levantarse, te empujó hacia él, desplomándote en su pecho.

—¡Uh! ¿De qué estás hecho? ¿De jodidas rocas?— preguntaste. dejándote caer sobre tus manos. Te dio una sonrisa tonta mientras apoyaba sus manos en tu cintura.

—Sabes, te ves muy linda cuando estás enojada.

—¡Es suficiente!— escuchaste a alguien exclamar enojado. Te levantaron del cuello de la camisa, dejándote colgada en el aire mientras mirabas a la persona.

—Lü Bu, ¿qué diablos?— preguntaste molesta. Te ignoró mientras continuaba mirando a Raiden.

—Te sugiero que mantengas tus manos alejadas de lo que no te pertenece— dijo, su voz era profunda y oscura mientras hablaba.

—Entonces deberías dejarla ir, ¿eh?— dijo Raiden mientras sacudía la cabeza en tu dirección.

—No, quiero que ella me ayude a entrenar ahora— Lü Bu se giró mientras seguía cargando contigo hacia su sala de entrenamiento.

—Oh, sí, seguro. Vamos— dijiste, el sarcasmo se teñía en tu voz mientras te cruzabas de brazos—. No es como si tuviera otra opción— murmuraste.

Orphic Ὀρφικά [SNV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora