Capítulo 12: La cita fue... ¿bien?

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La emoción burbujeaba en tu estómago. Ibas a una 'cita' con Brunhilde, lo que significaba que estaban un paso más cerca de envolverla en tu dedo. Se ha demostrado que el plan que se te ocurrió, es bastante difícil, pero tan pronto como todas las piezas encajen en su lugar, finalmente tendrás control de quien muere y quien vive en este torneo.

Kai voló desde su puesto, sus garras se clavaron en tu hombro cuando aterrizó sobre ti. Él parecía ser el más emocionado por tu cita con Brunhilde, aunque no sabías si era porque le gustaba o si solo quería que tuvieras pareja.

-Es casi la hora, ¿qué dices si salimos rápidamente y podemos volar? ¿Hmm?- le preguntas. Mientras acaricias suavemente su cabeza, las pequeñas y suaves plumas rozan las yemas de tus dedos.

Silbó alegremente, sus garras se clavaron con más fuerza en tu hombro, haciendo más firme su agarre mientras los dos se dirigían al jardín. Te has acostumbrado bastante a dejar volar a Kai, siempre estás hipnotizada cuando sus plumas brillaban bajo el sol.

Tan pronto como abriste la puerta, Kai se quitó el peso de tu hombro y desapareció por completo. Silbó ruidosamente, sus alas se extendieron en tosa su longitud. Decidiste sentarte en el banco en lugar de caminar. El vestido que llevabas era incómodo pero era necesario si querías que esta noche fuera un completo éxito.

Ver a Kai volando por el cielo te hacía sentir relajada. Pero eso terminó pronto cuando una presencia entró en tus sentidos, sentándose a tu lado, con su postura recta y elegante, mientras cruzaba sus piernas.

-Noté que estás sentada aquí desde que llegué aquí. ¿Vienes aquí muy a menudo?- preguntaron, su voz profunda pero no tan abrumadora como la de Lü Bu y Raiden.

Te volteaste para mirarlo, reconociendo la sonrisa y el tatuaje en su rostro.

-Hermes, ¿verdad?- preguntaste, evitando su pregunta. Él asintió, centrando la mirada en ti.

-Eres la sirvienta que Hestia 'escogió'. Supongo que ya todo ha sido revelado ahora que los dioses te han visto como representante de los humanos. ¿Normalmente tienes identidades diferentes?- tu labio se torció, formando una pequeña sonrisa.

-No tienes ni idea- murmuraste, finalmente girando la cabeza mientras mirabas a los ojos-. Una vez que vives tanto como cualquier dios todo empieza a ser bastante aburrido- le dijiste, relajando tu espalda-. Supongo que por eso me atraía la historia y el arte. Añoraba la emoción que sentía cuando peleaba en batallas y guerras, cuando tenía un propósito.

Hermes permaneció en silencio mientras escuchaba lo que decías. ¿Cómo podía un humano sonar tan sabio? ¿Qué quisiste decir con vivir tanto tiempo como un dios?

-Ahora mi tiempo se está desvaneciendo, casi he completado mi propósito. Lo único que me queda aun es descubrir el significado del amor. El único misterio del universo.

El cuerpo de Hermes se relajó en el banco, con una sonrisa satisfecha en su rostro.

-Eres interesante. Eso es refrescante- lo estudiaste, el sentimiento de sospecha aumentó en ti cuanto más tiempo pasabas mirándolo.

-¿Por qué me hablas? ¿Zeus te preparó para el trabajo?- preguntaste, entrecerrando los ojos cuando su cabeza se giró hacia ti. Alejándote de él.

-Puedo hacer lo que quiera. No tengo que seguir a mi padre todo el tiempo- dijo con una risita poco después-. Tienes derecho a sospechar, pero como dijiste 'una vez que vives tanto tiempo como cualquier dios, uno comienza a aburrirse'. Creo que podrías brindarme esta emoción de la que hablas, como podrías ceder ante ti.

Levantaste una ceja hacia él, tu curiosidad creció ante sus palabras. Relajándote de nueco en el banco, te volviste a mirar a Kai, aun volaba con elegancia. Suspiraste, tu cabeza se inclinó hacia el suelo.

Orphic Ὀρφικά [SNV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora