VI 🥀

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Thomas comenzó a presenciar el mismo las reuniones 'de reclutamiento' que organizaban Abraxas y Orión.

No eran nada como lo que podría haber imaginado o visto en los recuerdos de Hadara, sin marcas tenebrosas, sin gente arrodillada para besar su túnica, sin crucios...

De todas formas solo quería una persona arrodillada frente a él... y esa era su esposa.

Todo era mucho más civilizado y podía decir que todos los presentes estaban mucho más dispuestos a reunirse con el. El miedo estaba en sus ojo, era claro que el, Lord Slytherin, no era alguien con quien jugar, su magia era la misma que seria en el futuro, causaba estremecimientos y deseos de someterse, el era un señor oscuro aunque no usaba demasiado ese titulo en particular, de todas formas todos sabían que el poder estaba y sería usado si era necesario.

Conocían su crueldad, que no lo usará no significaba que no la poseía.

Honestamente todos estaban más cómodos viviendo como cualquier otro ciudadano que planeando movimientos asesinos. Bueno... casi todos, los pocos que eran bastante violentos solo se podía decir que Thomas se encargo de ellos.

Al igual que los puristas extremos... esos no servirían para el nuevo mundo que crearía, y su hermosa esposa estaría muy disgustada si los dejaba simplemente existiendo.

El era un buen esposo, no quería que lo corrieran de la habitación y le negaran tocar lo que era suyo.

Así que si, el estaba conforme con lo que tenía en sus manos, ahora era el momento de destabilizar a su enemigo.

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Albus Dumbledore no era un idiota, se había dado cuenta de que algo extraño había estado ocurriendo en el mundo mágico, principalmente con los hombres lobos. De un día para el otro la mayoría de ellos desaparecieron en el aire... ahora que lo pensaba eso comenzó a suceder por la época en que Peverell llegó a Hogwarts. ¿Podría tener algo que ver con ella?

No parecía... pero no podía descartar la posibilidad, esa muchacha era tan escurridiza como una serpiente, no entendía que podía estar haciendo entre los tejones.

Sus cavilaciones fueron interrumpidas por una lechuza de su informante:

Encontramos donde están los hombres lobos, se han estado quedando en un lugar llamado "Luna llena" pero no tenemos su ubicación, son muy cuidadosos con respecto a esa información, capturamos a un hombre lobo y se suicidó antes de que pudiéramos interrogarlo. Al parecer trago aconito puro.

Dumbledore leyó el mensaje y se sorprendio tanto como se alarmo ¿Luna llena? ¿Qué era el lugar? ¿Una especie de asentamiento para las bestias? ¿Pero que secretos guardan para llegar tan lejos como para tragar aconito?

Necesitaba hacer más investigación y necesitaba que las bestian fueran aisladas de su sociedad, hmm... un proyecto sobre criaturas debería ser presentado ante el Wizengamot...

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Cuando Hadara vio el proyecto de ley que estaba intentando aprobar Dumbledore, Abraxas y Orion pensaron que si no fuera porque estaban seguros que ella no era una mujer lobo podría haberse transformado de la furia que se reflejaba en sus ojos.

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