XI. LEALTAD.

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Para sorpresa de Ginny e incomodidad de Draco, Harry no apartó su brazo de los hombros de su novia, hablaba cortésmente con Pansy y con él, pero no como antes, no dándole prioridad o más interés a la morena, que parecía no molestarle tanto como a su esposo.

Para cambio lógico, Draco tuvo que encontrar la forma de poder verla a solas sin que sus respectivas parejas les "estorbaran", tal parecía que no podía tener suficiente de aquello, cosa que le sorprendía a la pelirroja, era bonita, desde luego, y arreglada sacaba mucho partido, pero no era la mujer más guapa que existía, ni la mejor en la cama, su limitada vida sexual se limitaba a un exnovio, y a Harry, y bueno, claro, ahora a Draco.

La sonrisa de lado de Draco fue instantánea cuando abrió la puerta del apartamento, la mirada sorprendida de Ginny fue algo fascinante para él.

—Pero... ¿Qué demonios haces aquí, Draco? –Bufó –Harry...

—Salió a pasear a su estúpido perro, lo sé –admitió sonriendo, pasó y cerró la puerta a sus espaldas –eso nos da –observó su reloj –dos horas y cuarenta minutos –sonrió de lado –es muy poco tiempo, pero me las arreglaré.

Ginny negó, pero le sonrió, sin duda le gustaba el entusiasmo, y sus visitas en los lugares menos esperados, estaban quitando su aburrida monotonía de su vida, cosa que le agradaba, además de su maravilloso desempeño sexual con ella.

—Pensé que tendrías más condición –se burló de ella cuando se desplomó sobre la alfombra.

—Solía tenerla, pero no tengo tanta resistencia como tú –murmuró, girando la cabeza para observarlo, se veía tan sensual, y despeinado.

Los labios de Draco volvieron a posarse sobre los de ella en un suave beso esta vez, algo en el interior de la pelirroja se extendió por todo su cuerpo, así que se giró completamente para pegarse al cuerpo desnudo del rubio, que sonrió sin romper el beso.

—Eres tan sexy –murmuró en su cuello, dime que por lo menos el bastardo de tu novio te lo repite todos los días, a cada hora.

—No –se burló.

—Pues lo eres –informó –endemoniadamente sexy, inteligente y fascinante –la volvió a besar más apresurado.

—Tienes que irte –murmuró, cerrando los ojos, agotada por todo lo antes hecho con Draco.

—No quiero –murmuró.

—Tienes qué, ¿Qué explicación le daré a Harry por la que estés aquí?

—Déjame eso a mí –informó.

—Entonces por lo menos, tenemos que vestirnos.

Draco se vistió a regañadientes, pero lo hizo, ella igual, aun así, el rubio la recostó sobre el sofá, y se subió sobre ella, continuando con los besos suaves, pasionales, y las caricias dulces en el rostro de la pelirroja, mientras él la admiraba en silencio, sin decir absolutamente nada.

La pareja se separó cuando escucharon ladridos de perro cada vez más cerca, les dio tiempo de acomodarse y sin decir nada, simplemente giraron con caras neutras al recién llegado.

—Malfoy, ¿Qué demonios haces aquí? –Gruñó y sujetó la correa que por fortuna todavía seguía amarrada en la pechera de Buckbeak.

—Pensé que Pansy estaría aquí –comentó –terminé mis obligaciones y como no la encontré en casa, pensé que vino a visitarlos, con eso de que se llevan muy bien.

—Pues no está aquí, largo –bufó, se acercó a Ginny, controlando de maravilla al perro que quería brincarle encima a Draco y besó a la pelirroja –iré a bañarme, estoy sudado y apestoso, Buckbeak me hizo sudar demasiado –observó a Malfoy, que le regresó el gesto en el mismo modo de amenaza.

Habían pasado dos días desde que Draco había ido y decidido que acostarse en el apartamento de Harry era buena idea, por fortuna le había dado tregua, observó hasta la bañera, Harry estaba alistándose tomando una ducha antes de irse a trabajar, porque al parecer, le habían dado más trabajo que nunca, y maldijo a Malfoy por ello.

Su teléfono sonó en señal de mensajes nuevos, pero no prestó atención al sonido, no le interesaba, además tanto ella como Harry tenían su derecho a la privacidad. Esos ideales se le fueron en cuanto vio la pantalla encenderse y ver el nombre de la esposa de Malfoy, pero no como un Pansy Malfoy, o un Señora Malfoy, sino con un Pans y un maldito corazón rojo, desbloqueó el teléfono y observó los últimos mensajes, para darse cuenta, de que la conversación era más larga y extensa que la que ellos tenían, incluso antes de vivir juntos, vio la fecha, habían comenzado a mensajear desde el evento en que ella los conoció, y la intensidad de la confianza entre ellos había ido creciendo, mencionaron el incidente de ella viéndola masturbarlo, hasta que no se daría cuenta de que ya estaban involucrados sexualmente desde...

El día siguiente del evento en que se conocieron, la furia invadió a Ginny, y ella que había pensado que Harry era el ser con más lealtad en el mundo.

Hola, mis pequeños saltamontes, de nuevo con otro aporte (atrasado) espero que sea de su agrado, muchas gracias por su apoyo, significa mucho para mí

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Hola, mis pequeños saltamontes, de nuevo con otro aporte (atrasado) espero que sea de su agrado, muchas gracias por su apoyo, significa mucho para mí.

Every Dream || DrinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora