Al final, el sueño los venció, una vez que hubo convencido a Ginny de que había malinterpretado sus palabras, como solía pasar muy frecuentemente en los últimos días, así que después de un rato de estarla vigilando, se perdió en sus propios sueños.
Debió saber que era una muy mala idea, cuando volvió a abrir los ojos, la cama estaba desecha, la toalla sobre el sofá y las cosas de la pelirroja ya no estaban, se incorporó rápidamente, buscó imbécilmente en el baño, fue hasta la recepción, pero no la habían visto.
El auto seguía aparcado, al menos no se lo había robado, pensó Draco, aunque movió la cabeza, como golpeándose mentalmente por esa ocurrencia, claro que hubiese preferido que se lo llevara a que se echara a correr como loca por aquel lugar olvidado por Dios.
Draco dio vueltas en el automóvil, corrió desesperado por los senderos que ella hubiese podido tomar, pero no había señales de la chica, iba a volverse loco si no la encontraba.
El móvil volvió a mandarlo al buzón, aquello no le gustaba, para nada, fue por un café a la cafetería cercana, buscando con la mirada si de casualidad ella pudiese estar sentada bebiendo café mientras contestaba el crucigrama del periódico del día.
—Hola, guapo, ¿todo bien?
—Ah –desvió la vista de las pocas personas hacia su camarera –sí, todo bien, pero ¿de casualidad no ha venido una pelirroja en las últimas horas?
—Pelirroja, no –negó –mi turno ha sido el de la madrugada, así que la recordaría –se encogió de hombros –pero le preguntaré a la otra mesera, ¿ordenarás algo?
—Sí, café –pidió.
—En seguida, guapo –le guiñó un ojo.
Draco se quedó ahí, Ginny podía ser todo, menos cruel con su estómago, así que si no había ido aun, llegaría, no tenía caso ir corriendo de un lado a otro buscándola, si al final, ella terminaría ahí, podrían cruzarse en el camino.
Intentó otra vez con el teléfono, pero para su desgracia tenía poca señal y la pila estaba por morir, aquello tenía que ser un maldito chiste, pero no de esos que da risa.
—Deberías comer algo con ese café –habló la misma mujer que lo atendió al inicio.
—No es necesario, tengo buen estómago.
—Como sea –le dejó un plato con panqueques y se marchó.
Draco comió más por nervios y ansiedad que por otra cosa, uno de los comensales le prestó su cargador, así que pudo respirar un poco, por si ella se ponía en contacto con él.
Se levantó corriendo cuando su teléfono sonó, contestó sin siquiera fijarse en quién era quien llamaba.
—Gracias al cielo, estoy volviéndome loco aquí –bufó.
—Draco –la voz de Pansy lo estresó.
—Ah, eres tú, ¿qué rayos quieres?
—Creo que Ginevra ya te dijo lo que Harry...
—Que sigues mintiéndole respecto a que somos una pareja todavía, o bueno, disque matrimonio.
—Yo...
—Esto va a explotarte en la cara como me pasó a mí con ella –le respondió –y ya no planeó meterme en esto, Pansy, mejor acláralo con él, porque si viene a mí, le diré que nunca estuvimos casados.
—No puedes decirle eso, yo no le dije nunca a Ginevra al respecto.
—Pero yo lo hice, si en realidad quieres algo con ese tipo, hazlo, digo, están por casarse o es lo que quieren ¿no?
—Sí, pero...
—Nada de peros, ve y dile la verdad, y deja de meternos a Ginevra y a mí en esto, que suficientes problemas tengo yo con ella, para que sigas añadiendo más ¿te queda claro? –Bufó.
Draco no le dio más oportunidad de decir más, simplemente colgó, si Ginny le llamaba, y él estaba perdiendo el tiempo hablando con Pansy no se lo perdonaría.
—Creo que es mejor salir a buscarla otra vez –habló consigo mismo –maldita sea, Ginevra, me tienes corriendo en círculos detrás de ti, y no te das cuenta –bufó desesperado.
Pagó la cuenta y salió, se subió al auto y esperó un momento antes de ponerlo en marcha, iría dando vueltas por la carretera, no quería alejarse mucho, por si había la posibilidad de que siguiera en ese lugar, pero estaba comenzando a pensar en llamar a los conocidos de la pelirroja, preguntando si sabían algo de ella.
Se detuvo apesumbrado, era medio día y ella no aparecía, ¿tendría que ir a las autoridades? ¿Qué les iba a decir? Que pelearon porque la hizo terminar con su ex, y decidió abandonarlo a media noche en un motel cerca, eso sin duda no se vería muy bien para él, pero de eso a realmente arriesgarse a que ella estuviese por ahí, corriendo por su vida, valía totalmente la pena.
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Aquí el siguiente aporte, ya los terminé de escribir, ahora es terminar de publicarlos antes de ser descubierta :D
