XII. ALIADOS.

125 10 0
                                    

La sonrisa elegante y burlona de Draco se borró en cuanto vio a Ginny tan absorta en sus pensamientos, la había seguido hasta ese café al que le gustaba ir para inspirarse en sus reportajes, pero en esa ocasión había algo que no le gustaba para nada.

—No me agrada tu aspecto, para nada, ¿Qué te ocurrió? ¿Volvieron a censurarte otro artículo? –Cuestionó indignado.

— ¿Perdón?

La mirada castaña de Ginny se posó en él aun sin ubicarlo, lo cual claramente lo ofendió bastante, y por otro lado, lo preocupaba aún más, ¿se estaba replanteando lo que estaban haciendo?

—Que si volvieron a censurarte otro artículo –repitió para ella, sentándose a su lado.

—Guarda silencio –le ordenó enfadada –y no, no es asunto del trabajo.

—Quería verte –le informó –pero tal parece que no estamos de humor para eso ¿cierto?

Ginny se giró hasta él, tan enfadada de que fuera un idiota que no se hubiera dado cuenta de que su esposa le estaba poniendo el cuerno, de que lo estaba engañando ¡Con su novio!

—Dijiste que tenías satisfecha a Pansy en todo aspecto –le bufó fuera de sí, bajando la voz cada vez más.

—Lo hago, pero ¿por qué viene eso al tema? –Elevó una ceja.

—Oh, es que te están poniendo el cuerno –le soltó burlona.

—Pansy no haría eso –soltó en negación.

—Oh, claro que lo está haciendo.

—Y para esto, ¿Cómo lo sabes? –La cuestionó sin creerle todavía.

—Por qué se está acostando con mi novio –le recriminó.

—Oh, no podemos recriminar nada cuando nosotros dos...

—Sí, pero no me acosté contigo al día siguiente de conocernos, ni intercambiamos números en un momento de distracción de nuestras parejas, de hecho ni siquiera tengo tu número –gruñó –no sé cómo es que me encuentro contigo, para empezar.

—Pero es...

—Empezaron a con los mensajes ese mismo día, Draco, vi la plática, están tan seguros que ninguno de los dos nos daremos cuenta.

—Bueno, no lo hicimos ciertamente –se burló.

—Para ser alguien a quien no le gusta compartir, lo estás tomando muy a la ligera, ¿no, cuernudo?

—Estamos en un lugar público, y tú ya has perdido la cabeza por los dos, Ginny, dijiste que tenían un maldito acuerdo...

—Sí, Draco, no estaría furiosa, si él se hubiese acostado con tu esposa, y solo eso, no planeado estúpidas citas dobles para irse a sabrá qué, dejándonos como unos idiotas atrás –gruñó enfadada.

—Pues si su plan no era hacer esto un juego de llaves...

—Ya te dije que no era mi plan, sí, me gustaste, te quería en mi cama, pero me dijiste que amas a tu esposa...

—Y has estado acostándote conmigo, manteniendo una relación...

—Yo no te contacto –le recordó –eres tú quien siempre llega en el momento inoportuno.

—Pero no es como si me detuvieras cada vez que lo hago.

Ginny se exasperó, claro que comprendía que podía ser hipócrita de su parte cuando se había acostado con Draco, y ella no sabía del engaño, así que no tenía justificación, pero la primera vez fue un simple acostón, y como se lo había dicho a Draco, ella jamás lo hubiese contactado una vez que le dijo que era casado y que amaba a su esposa, hombres había más, y quería su relación con Harry, monótona o no, de alguna manera aun lo quería.

—Entonces, ¿Qué es lo que quieres hacer? ¿Qué vayamos directo a ellos y los enfrentemos? –Preguntó Draco.

—Solo quiero venganza –soltó enfadada –es lo único que quiero, que arda su pequeño mundo mentiroso, desleal y...

—Ya comprendí –la detuvo en ese momento.

Ginny se recargó en la mesa, moviendo la cabeza de un lado a otro completamente enfadada, el rubio se recargó en el respaldo de la silla y observó a su alrededor, sin duda alguna él tampoco estaba muy tranquilo con lo que le había informado Ginny, después de todo, creía que realmente complacía a esa pequeña traicionera en absolutamente todo.

—Entonces hagamos un plan –sugirió Draco.

—Un plan, ¿de qué o para qué? –Se burló.

—De venganza, volvámonos aliados, ¿Qué te parece?

—Déjame adivinar, Draco, para ti la venganza es que sigamos acostándonos hasta que ellos se enteren, y piensen que no sabemos nada –comentó lógicamente, haciéndolo sonreír.

—Ese lado tuyo tan Julian McCarter me excita, ¿sabes? –le sonrió.

—Julian McCarter no existe, y lo sabes –bufó en voz baja.

—Pero lo digo en serio, volvámonos aliados, planeemos algo, hagámosles creer que seguimos siendo sus idiotas, y bueno, destrozar toda esa relación de forma en la que realmente no puedan ni siquiera volver a pensar en el otro.

—Arrojarlos a una mina, lo tengo –comentó Ginny.

—Piensa las cosas fríamente, aliada –le sonrió Draco –y sí, ¿por qué no? Seguir con lo nuestro ¿o es que a ti tampoco te gusta la forma en que te vuelvo loca del placer? –Le guiñó un ojo.

Ahora sí estamos al día con los aportes, y me tengo que poner a avanzar, porque hasta aquí llegaba mi colchón que había hecho hace unos pocos días atrás xD así que bueno, espero que les guste este aporte también

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ahora sí estamos al día con los aportes, y me tengo que poner a avanzar, porque hasta aquí llegaba mi colchón que había hecho hace unos pocos días atrás xD así que bueno, espero que les guste este aporte también.

Every Dream || DrinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora