Celos, malditos celos.

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Maratón 3/3

Manjiro Sano:

Odio esto.

Niños riendo y llorando, parejitas besándose, otras peleando, familias disfuncionales donde todos se gritan fingiendo ser unidos, el que mete dulces, palomitas con su nauseabundo olor, el que quiere hacer spoiler...

Efectivamente, el cine. Y como todos los maravillosos sábados, me toca en la taquilla. Como si las desgracias de mi vida no fueran suficientes para hacerme sentir como una mierda, las desgracias de tener que ver a tantos humanos en un mismo lugar incrementan mis ganas de salir corriendo a nunca jamás.

Lastimosamente, hoy es un día muy movido, ya que es el estreno de esa película de anime que todo mundo espera, de la cual no tengo ni puta idea y probablemente nunca vea.

Respiro profundamente mientras veo a una familia de tres acercarse. Preparo mi mejor sonrisa y me dispongo a atenderlas.

-Bienvenidos a los cines Sano, es un placer atenderlos, ¿Que película quieren ver?

La señora sonríe, mientras me mira detenidamente.

-Queremos tres boletos para Jujutsu Kaizen cero, por favor - dice la señora.

Asiento mientras escucho chillidos provenientes del niño al lado de los mayores, suspiro suplicando por paciencia mientras mantengo mi expresión de felicidad sacada del orto.

- ¡Mamá quiero ese Yuta!, !quiero ese Yuta!

El mocoso comienza a gritar y patalear mientras da jalones a los brazos de su madre, el padre trata de calmarlo, pero el niño le grita. Formando así un escándalo el cual llama la atención de todo mundo.

-Jair, no puedo darte eso, por favor cálmate.

-¡No! Yo quiero ese Yuta- demanda el infante.

Yo solo observó la escena en silencio, reuniendo mi fuerza de voluntad para estar ahí de pie, escuchando los gritos del mocoso y no salir corriendo o cometer un crimen de odio contra un menor de edad.

El padre ríe con nerviosismo, mientras trata de contener a su hijo el cual incrementa el sonido de sus gritos, termino de teclear la maldita computadora para obtener los boletos, mientras los padres luchan por calmar los gritos del infante. Facturo y levantó la mirada al ver que no se calma, las personas al rededor miran la escena, algunos divertidos, otros molestos y yo con ganas de matar al chiquillo.

-Jovencito, ¿cuánto cuesta ese Yuta de cartón? - pregunta el señor con desespero en la voz.

Cierro los ojos por un instante para mantenerme sereno.

-Lo siento mucho, esa figura es propiedad y publicidad del cine, no se encuentra a la venta- respondo manteniendo la calma (inexistente)

Los gritos del niño aumentan y siento como mi ojo salta de su cuenca y rebota en el piso, porque me pica hasta el punto de querer llorar de frustración.

- ¡Pagaremos lo que sea! ¡Pida lo que quiera!

-Señor, lo siento mucho, la figura no está a la venta- reitero -. Aquí están sus boletos- informo, tratando de terminar mi labor con ellos y enviárselos a Emma con las palomitas y que no sepan si quieren de mantequilla o caramelo.

-¡QUIERO ESE YUTA! - grita nuevamente el niño, cierro los ojos e inhalo. profundamente.

Decido ignorar por completo los alaridos del niño, y miro directamente a sus padres los cuales lucen apenados y desesperados a partes iguales.

-Son 5.000 mil yenes - informo, al tener ya listos los boletos. El pobre hombre sostiene a su hijo el cual se sume en llanto mientras su mujer saca el dinero para pagarme- Aquí tienen sus boletos, espero que tengan una agradable tarde y disfruten de la función- ella los toma y agarra a su hijo de un brazo para salir de la fila bajo la atenta mirada de todo mundo.

Somos tu y yo ~ MaiTake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora