John D. Rockefeller fue fundador de la familia Rockefeller, se estableció en Cleveland en su juventud y percibió tempranamente el futuro económico que tendría el petróleo de Pennsylvania e instaló allí una refinería en 1863, tiempo después compró ferrocarriles y navieras aumentando de manera exorbitante su fortuna, convirtiéndolo en uno de los hombres más ricos y poderosos de toda Norteamérica.
El señor John Rockefeller comenzó una espléndida amistad con William Albert Andrew, dueño de Bank of America. El cariño y respeto que se tenían los magnates fue tan grande que cuando la primogénita Andrew nació, William nombró a John como su padrino. Sin embargo, John lamentó que Rosie naciera unos años antes que su hijo, ya que deseaba una alianza de matrimonio entre ambas familias.
Las creencias religiosas de Rockefeller (un devoto cristiano protestante de la rama baptista) le inclinaron a poner la fabulosa fortuna que había amasado al servicio de obras sociales, dedicándose casi por entero a la filantropía: fundó la Universidad de Chicago, el Instituto Rockefeller para la Investigación Médica en Nueva York, el Consejo General de Educación y la Fundación Rockefeller, un hombre admirado por quien lo conociera... Muy a su pesar, John consintió demasiado a su primogénito: John D. Rockefeller Jr. o "Johnny" como lo llamaba su madre. Desde siempre Johnny fue un niño peculiar, pasaba las temporadas vacacionales solo en Nueva York dibujando.
Cierto fin de semana, la Familia Andrew llegó para el asado que su padre realizaba puntualmente cada último domingo del mes con entusiasmo. Johnny como de costumbre se encontraba encerrado en su alcoba, solo hasta que su padre lo obligó a bajar y saludar a los invitados dejó de lado su libreta y lo siguió con expresión de fastidio.
Al descender las imponentes escaleras de mármol John Jr. contempló lo que a él le pareció una visión: una chiquilla delgadísima pero de aspecto tan digno, tan solemne, que parecía casi etérea. Sus largos cabellos eran ligeramente ondulados, y caían sobre sus menudos hombros como delicados hilos de oro. Sus magníficos ojos verdes lo escrutaron con amabilidad, y él se sintió como absuelto por un ángel.
—Mira hijo, te presento a la hija de William —dijo su padre apretándole el hombro afectuosamente.
—Hola, mi nombre es Rosemary. Eres Johnny, ¿verdad? Mi padre me ha hablado mucho de ti —la niña rubia sonrió, y a él le pareció como mirar directo al sol—. ¿Cuántos años tienes?
—Eh... h-hola-a... —contestó tartamudeando John—. Pues tengo ocho años.
—Yo tengo doce años, pero espero que seamos amigos —repuso Rosie—. Ven, mi padrino me dijo que tienes muchos caballos y a mí me encantan.
Johnny miró a su padre asombrado, quien le guiñó el ojo y condujo a ambos niños a los majestuosos jardines.
—Vayan a jugar chicos, les avisaremos cuando esté lista la merienda.
—Hija ten cuidado, recuerda que John es más pequeño que tú... cuando cabalguen por favor tú toma las riendas y que el pequeño Johnny te sujete la cintura —pidió William en un tono de voz tan bajo que solo Rosie lo escuchó.
—Sí padre descuida, cuidaré muy bien de él —le aseguró la muchachita depositando un beso en su mejilla. Se volvió hacia el chico que la miraba sin poder hablar—. Ven John, toma mi mano.
A partir de ese día, Johnny jamás pudo olvidar esa hermosa sonrisa.
ALBERT
Las tres horas que duró la puesta en escena fueron incomparables, la actuación de Terrence insuperable y con lágrimas en los ojos la señora Grandchester vio la ovación de pie que todo el teatro le otorgó al amor de su vida.
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MÁS ALLÁ DE TODO
Fanfiction¿Qué sucede después de la fiesta en el Hogar de Pony? Inconformes con el final del anime y el manga original,nos tomamos la libertad de continuar con la vida de nuestra valiente e inquebrantable protagonista. Intrigadas por saber qué es lo que pasó...