Capítulo 3.

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Lee Know y yo hemos estado mandándonos cartas todo este tiempo, me hacía sentir querido leerle, sus cartas siempre eran formales, incluso cuando yo preguntaba cosas sin sentido, y aunque fueran cartas por donde nos comunicábamos, podía sentir sus feromonas.

Querido Lee Know,

He leído tu última carta, sinceramente mi momento favorito de la semana es cuando me entregan tus cartas, los chicos sólo se limitan a ver mis reacciones, al principio insistían en leerlas, te lo juro, pero luego lo dejaron.

Los chicos quieren conocerte, van tres semanas desde que nos conocimos, pero se siente como si sólo hubiera sido en esta semana, es raro. Me gustaría saber que película recomiendas para cuando quieres pasar un buen rato, los chicos y yo juntamos nuestros pedidos del mes y pedimos vivir juntos, y queremos ver una película juntos, incluso vendrá el alfa de Chan, espero nos vaya bien; me gustaría poder pasar así un rato contigo, conociéndonos un poco mas. De verdad, me gustaría conocerte mas en persona que en cartas.

Me gustaría poder hablar contigo mientras tomamos algún café, o comemos, incluso sentarnos en algún parque, o ir a algún bar a bailar, creo que sólo me gustaría estar un tiempo contigo, no me malinterpretes, el conocerte me hizo bien, pues eres alguien exterior a esta mierda, y aunque amo a los chicos, el verlos decaídos, golpeados o de alguna forma afectados por estar aquí me deprime.

Creo que este fin de semana y el que viene no podré contestarte, pues vendrá mi celo, y aquí nos dejan encerrados en el sótano para que ningún alfa nos olfatee y nos haga algo, en ese aspecto sí son buenos, pero no tendré comunicación contigo.

Pero... Espero que te cuides toda esa semana, te mando muchos besos.

Suspiré, jamás me percaté que hacer cartas para él me daba tanta paz, fui a dejarla, y sólo esperé su respuesta, él siempre contestaba enseguida, me había dicho en una carta que en cuanto recibía alguna mía, él las contestaba, incluso cuando estaba en alguna junta, pues él podía hacer esas excepciones por mí; así que esperé, seguí mi día como siempre, hablé con los chicos, y seguimos trabajando. Al finalizar el día no tenía ninguna carta, ni al siguiente, y sí me preocupé, pues nunca tardaba tanto.

Mis días se hacían más cansados, pues habían fallecido dos omegas, no les hablaba mucho, pero sí los conocía, y sus clientes nos los dieron a Jeongin y a mí, clientes pesados, de esos que no se medían, moretones por todas partes nos dejaban, y no se digan de los chupetones, haciendo que usáramos más maquillaje con ciertos clientes. Me daba pena que me vieran así.

Al cuarto día que envié la carta, recibí respuesta, era corta, pero me dejó plasmado. Quería gritar, no sé lo que me hizo sentir, pero me acosté con ella en brazos.

Mi querido Seungmin,

Perdón por la tardanza, prepárate que tendrás tu celo conmigo, ya arreglé todo.

Lee Know.

Cerré los ojos, imaginando cómo sería pasar toda una semana con él, aunque tampoco podía dejar de pensar cuánto tuvo que haber pagado, pero preferí dormir.

Al día siguiente, el señor Park habló por el parlante, haciendo que fuera a su oficina.

—Pasaré -—dije cuando llegué a la puerta, ya sabía qué me diría, pero no podía decirle, pues Lee me dijo que nadie tenía que saber dónde vivía, y que él supiera de las cartas, haría que también supiera dónde se encontraba él.

­—Seungmin, siéntate, por favor. —el jefe se encontraba tranquilo, a decir verdad, podía oler felicidad en él.

—Señor, dígame para qué me volvió a citar aquí. —mi voz salió bastante rápida, haciendo que el señor Park sonriera.

Sweet Omega / 2MinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora