Capítulo 10 - Ir a ti

299 34 3
                                    

Fue una larga noche. Fría y desolada.

Los sollozos inundaron toda su habitación desde que cruzó la puerta y sus piernas temblaron al cerrarla. No pudo conciliar el sueño en toda la noche, manteniendo unas marcadas ojeras junto al rostro hinchado.

Pero, como fuese, se obligó a levantarse de la cama cuando se dio cuenta de que era más tarde de lo que de lo que pensaba. Se suponía que ya debía de estar camino al aeropuerto para llegar a tiempo a tomar el vuelo, pero helo ahí, lavándose el rostro con agua fría y colocándose un cambio nuevo de ropa para bajar con extrema rapidez a la planta baja.

No pudo tomar el desayuno a como lo hizo A-Yi, le agradeció a JiYang por eso, él compraría un café y un pan de camino al aeropuerto.

Minutos después se encontraba allí, despidiéndose de su pequeño A-Yu en la entrada de la casa de campo mientras Bowen subía las maletas en la cajuela del auto.

- Te llamaré todas las noches para desearte dulces sueños y prometo que pronto te volveré a ver -besó sus mejillas- no llores, príncipe.

A-Yu asintió al borde de las lágrimas- lo voy a extrañar.

- Yo a ti -lo abrazó con fuerza.

A-Yu se aferró a él, susurrando que lo quería mucho.

Por otro lado, A-Yi estaba con Yibo, quien lo tenía apresado en un abrazo. El que más parecía sufrir era Yibo.

- Papá, volveré pronto -dijo, palmeándole la espalda- las vacaciones de invierno están casi cerca.

- Mm -antes de soltarlo le besó la frente- te llamaré todo el tiempo para saber si estás bien y para cuando regreses tendrás tu propia habitación y tu propia yegua para así salir a cabalgar los tres juntos. ¿Qué dices?

- Sí -asintió sonriente.

De inmediato A-Yi y A-Yu se abrazaron, se extrañarían, después de todo en ese corto tiempo que se conocieron pudieron sentir una conexión muy fuerte. Ya querían que las vacaciones de invierno llegaran.

Desafortunadamente no pudieron juntar a sus padres, pero si evitar que su padre se casara. Al menos era algo.

Los miraron, ellos sólo se miraban. Pero no hicieron nada.

Yibo sentía dolor, el propio y el contrario. ¿Por qué tenía que hacerse eso Zhan? ¿Por qué lo estaba permitiendo?

Y, aun así, siguió sin pasar nada.

Zhan y A-Yi subieron al auto después de ser llamados por JiYang. Se fueron sin mirar atrás.

A-Yu, junto a Yibo,  simplemente miró el auto alejarse.

- Papá -lo llamó.

- ¿Mm? -no despegó la mirada del auto.

- ¿Dejarás ir a mamá? -cuestionó- ¿Otra vez?

Tú no fuiste por mí.

Escuchó la voz de Zhan en su mente.

¿Iba a dejarlo ir nuevamente?

No.

Fue la segunda vez en la que su alfa y él estuvieron de acuerdo. La primera fue cuando se casó con Zhan.

- Vamos -tomó su manita- papá recuperará lo que una vez perdió por tonto.

Y A-Yu solo pudo sonreír.

....

Zhan iba mirando directo a la ventana.

No pudo siquiera darle un abrazo. No pudo. Se sentía tan estúpido en ese momento, todo por no ceder a sus sentimientos.

Juego de gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora