Extra - A-Yi

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Hace unos días había cumplido los dieciocho. Sus padres habían hecho una gran fiesta para él y su hermano con todas su familia y amigos.

Vio a su hermano sonreír en todo momento, pero sabía que estaba triste, su novia no había asistido. Aunque no era novia oficial, sus padres no sabían de ella y tampoco era algo serio pues su hermano hablaba sin emoción cuando le preguntaba si todo estaba bien.

Pero, en fin. Hace unas horas había terminado de entrenar en el circuito y pasó por el postre para la cena ya que Zhan se lo pidió, esa noche les diría a sus padres lo que ya tenía tiempo aplazando. Tan solo esperaba que lo entendieran.

- ¿A-Yu? -contestó la llamada de su hermano.

- ¿Puedes pasar por mí? Me ha dejado solo... otra vez.

Por no decir que lo volvieron a dejar plantado.

A-Yi sabía que su hermano buscaba algo que simplemente no le faltaba. Amor, tal vez. No lo entendía y no creía hacerlo, ¿Por qué buscar amor en los lugares incorrectos?

Al pasar por él simplemente lo abrazó y lo ayudó a subirse a su motocicleta, le colocó un casco y subió. Condujo hasta casa con A-Yu aferrado a su espalda.

Al llegar solamente entraron a casa, saludaron a su abuelo y a Yibo, quienes estaban viendo un programa de deportes, ya en la cocina abrazaron a Zhan. Este simplemente los mandó a lavarse las manos para que se sentaran a la mesa cuando la comida estuviera lista.

Hace poco que ambos chicos habían entrado a su primer año en la universidad. A-Yu estaba estudiando modas, esperando a saber si aceptaron su solicitud de intercambio a Nueva York. Y A-Yi se metió a arquitectura, era bueno en el dibujo y le gustó un poco, además de que podía seguir en sus carreras.

A los minutos todos estaban sentados en la mesa, comiendo de todo lo que hizo Zhan.

- Tengo que decirles algo -habló A-Yi, todos lo miraron- voy a mudarme.

Zhan detuvo cualquier cosa que hacía y lo miró- ¿Por qué?

- Me ofrecieron una oportunidad de competir en una carrera aún más grande. Saldrá en televisión internacional y... no lo sé, creo que podría competir. He estado trabajando duro, me gustaría saber si soy lo suficientemente bueno para competir con chicos con experiencia.

- Me alegro por ti -dijo Yibo- ¿Pero eso que tiene que ver con mudarte?

- Ese es el punto. Es en Italia... y tendría que estar un buen tiempo si califico -no los vio tan convencidos- por favor, por favor, sé el idioma y conozco Italia, además les prometo que no descuidare la universidad, llamaré todos los días porque sé cómo es mamá y vendré los fines de semana si los tengo libres -juntó sus manos e hizo un puchero. En definitiva, una buena manipulación.

Zhan y Yibo se miraron. Sabían que eso podría pasar, dejarlos ir de casa, pero aún era pronto.

- Solo hay algo malo en eso.

- ¿Qué cosa?

- De lo mucho que te voy a extrañar -se levantó de la mesa para ir directo a abrazarlo- ¿Cuándo te vas?

- Este fin de semana -todos agradaron los ojos- ya pedí el intercambio en la universidad y ya estoy en la lista de corredores por haber pasado la prueba.

- ¿Entonces para que pides nuestro permiso? -reprochó Yibo.

- Quería su aprobación.

Esa noche, Yibo soltó unas pequeñas lágrimas ya estando en su cama. Sus bebés estaban encontrando su propio camino sin ellos.

Juego de gemelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora