Habían pasado algunos días desde su intercambio.
A-Yu amaba cada momento que pasaba junto a Zhan o al abuelo.
A-Yi había descubierto que Yibo era su persona favorita, es decir, su papá era increíble.
¿Como es que su mamá Zhan lo dejó ir?
¿Como es que su papá Yibo dejó ir a su mamá Zhan?
¿Como es que se dejaron ir?
Era frustrante el no saber, le molestaba no poder haber averiguado nada por el siempre y sencillo hecho de que el problema tenía nombre. Yang Zi. Siempre se la pasaba al lado de Yibo, insinuándosele descaradamente sin importar si estaba él, era asqueroso.
Pero como sea que fuese, en ese instante se encontraba cabalgando con extrema rapidez de vuelta a casa.
Yibo casi le dice algo que el mismo A-Yi ya llevaba intuyendo desde aquella noche de películas.
Horas atrás habían ido a la ciudad para comprar algunas cosas que JiYang ocupaba para la cena ya que Yibo tenía planeado lanzar la nueva imagen de la compañía en algunas semanas, ya tenía todo listo, simplemente quedaba firmar algunos acuerdos con la revista que lo buscó para dar una nueva imagen a su labor en los viñedos. Y después regresaron a casa, saliendo los dos a cabalgar juntos por los viñedos hasta llegar a un acantilado desde donde se veía su hogar. La vista era preciosa.
Así es como llega a allí, agitado y tembloroso, llegando a hablar solo.
Había comprendido la intención de su padre, pero no lo deseaba.
- ¿Sucede algo, cariño? -preguntó su tío Yang tras el sofá. Asustándolo.
Dio un brinquito- ¡Ah! ¡Tío Yang! -llevando su mano derecha a su pecho y volteando lentamente hacía donde había provenido la voz de su tío, el sofá individual de la sala- m-me causaste escalofríos.
- ¿Te cause escalofríos? -preguntó algo dudoso- ¿Desde cuándo usas esas palabras?
A-Yi abrió la boca y la cerró, era cierto, su hermanito era menos decente con las palabras.
Tuvo que improvisar- lo siento, solo me asusté.
- Cariño -se levantó, caminó a él, colocándose a su altura- ¿Estás bien? -con una mano acarició su mejilla izquierda- tu apetito bajó mucho, has dejado de dibujar y en ocasiones usas palabras elegantes para referirse a todo. Sin contar que te he cachado hablando en italiano.
Su alimentación en casa era estrictamente seguida al pie de la letra, Zhan se había encargado de llevarlo al nutriólogo para que tuviera una dieta balanceada conforme su edad, permitiéndole las golosinas solamente cuando se lo merecía. Sobre el dibujo, bueno, era fantástico en ello, pero prefería practicar algún deporte que frustrase por no obtener un buen resultado con las hojas y el lápiz. Y aunque lo había evitado, en ocasiones cantaba algunas de sus canciones favoritas en italiano, le gustaba mucho ese idioma, ¿Qué se le podía hacer?
Al parecer pudo escapar de las sospechas de Yibo, pero no de las de JiYang, aunque realmente su padre era medio despistado.
- Si no te conociera tan bien diría que eres otro persona -sonrió- serías... -soltó su mejilla, negando- olvídalo -se alejó de él, sobando su cuello.
- ¿Cómo si fuera otra persona? -lo paró en su andar, siguiendo- ¿Cómo si fuera A-Yi?
Lo había dicho.
JiYang agrandó los ojos, teniendo una bomba de emociones confusas hasta que volteó a verlo- ¿Cómo sabes ese nombre?
A-Yi sonrió, señalándose- la cosa es que... bueno, yo soy A-Yi -bajó la mirada, tal vez él lo regañaría u algo asó por atreverse a fingir ser A-Yu.
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Juego de gemelos
FanficLos gemelos eran, por designio, un misterio para todos, es decir, ¿No daba miedo ver a alguien más con tu mismo rostro? Eso mismo sintieron Wang Yi y Wang Yu, dos niños de diez años que no se conocían en lo más mínimo. ¿Acaso la Diosa de la Luna que...