¿CRIMEN O IDOLATRIA?

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Slenderman es un ser que según se dice mide entre dos y cuatro metros de largo. Sus extremidades son largas y su rostro, si es que así podemos llamarlo es una máscara pálida sin facciones, sin ojos, sin orejas, sin boca. Es invisible a voluntad y, por eso, muy pocas veces ha podido ser fotografiado o grabado en vídeo. Se dice que se mueve en las sombras y acecha a niños y adolescentes sin que nadie se ponga de acuerdo en si es una presencia protectora o una amenaza.

Hay muchos adolescentes, mas que todo, que creen en la existencia de este personaje que, en realidad, se dice que fue creado en 2009 por un usuario, Víctor Knudsen bajo el Nick de 'Víctor Surge'. La cosa fue creciendo hasta convertirse en creepypasta. La existencia real del personaje fue un boom, sobre todo cuando la red está inundada de vídeos, fotos y testimonios de internautas que alimentan la idea de que Slenderman vive entre nosotros. Aunque recordemos también que puede ser una Tulpa...

El mito, ya de por sí retorcido, tomó un giro tétrico el 31 de mayo de 2014 cuando Morgen Geyser y Annisa Weier, dos niñas de 12 años residentes en Wisconsin, se conocen cuando comienza el curso. Crean una amistad muy especial, ya que Annisa no es muy popular y no tiene amigos y Morgen tampoco cuenta con muchas amistades excepto la de Payton Leutner a la que, en las últimas fechas, está dejando de lado. Annisa y Morgen tienen una imaginación desbordante y, ambas, comparten aficiones literarias comunes: son fans de los creepypastas y de la literatura de terror. Entre ellas estalla una amistad que retroalimenta sus fantasías.

Las amigas deciden asesinar a Payton aprovechando el barullo del cumpleaños de Morgen, ya que las tres van a dormir en la misma casa por una pijamada. Van a un parque que tiene una zona boscosa cercana y con la excusa de que van a jugar al escondite, la llevan a la zona más profunda y allí le asestan 19 puñaladas con un cuchillo de cocina. Las autoras dejan en estado agonizante a la víctima y se escapan del lugar. Payton se arrastra hasta una carretera cercana donde es recogida por un ciclista a la que narra los hechos y es trasladada a un hospital donde le salvan la vida.

Mientras todo esto ocurre, Morgen y Annisa son detenidas por un policía al que le resulta sospechosa la presencia de dos niñas tan pequeñas caminando solas por el arcén de la Interestatal 94. Annisa le cuenta al policía que acaban de asesinar a Payton Leutner y que se dirigían a la Reserva Natural de Nicolet donde se encuentra la mansión de Slenderman para reunirse con él.

Morgen y Annisa intentaron matar a Payton Leutner para honrar a Slenderman y convertirse en sus sirvientas, en una especie de agentes del mito que, según sus seguidores, se encargan de hacerle el trabajo sucio. Ambas confiesan los hechos a la policía sin guardarse nada, contando todo con inocencia infantil, esperando ser eximidas de responsabilidad, como si el asunto solo fuera una trastada que se les ha ido de las manos.

 Lejos de ser un cuento moral, mas el documental actual tiende a serlo, Beware of the Slenderman cuenta los hechos con una frialdad arrebatadora, usando los testimonios de los familiares de las niñas y transmitiendo a la perfección todos los sentimientos contradictorios que les produce el amor hacia las niñas y el hecho de que hayan cometido un crimen tan horrible para honrar a un personaje "ficticio". El documental se convierte en un juego de muñecas rusas en el que vamos descubriendo más y más detalles del caso mientras aprendemos la fuerza de los mitos e intentamos comprender todos los rasgos de personalidad de ambas niñas. De paso, nos advierte de que el escalón generacional y las nuevas tecnologías no se llevan bien y que, por descontado, Internet ha roto la barrera entre la realidad y la ficción.

fuw la creencia tan fuerte que estas niñas tenian por Slenderman que fue lo que las llevo a pensar que matar a puñaladas a una de sus amigas seria visto con buenos ojos por su "idolo". El caso, conocido como El apuñalamiento de Slenderman, se convirtió en carnaza para los medios sensacionalistas lo que provocó un estúpido debate sobre los límites, el control de contenidos y el uso que se le daba a Internet. También generó una pequeña, pero intensa, ola de pánico en Estados Unidos donde se sucedieron casos, falsos o no, de asaltos violentos relacionados con el culto al personaje. Por ejemplo, Lily Marie Hartwel con 14 años de edad, del condado de Florida, en la noche del 4 de septiembre de 2014 incendió el domicilio familiar cuando su madre y su hermano de 9 años dormían en su interior. Aunque se sabía que el hecho podía estar relacionado con una riña doméstica o con un accidente, la chica cometió algunos errores de bulto en su declaración como decir que no sabía qué había pasado y reconocer que era asidua de creepypasta.com y souleater.com, lo que fue suficiente para que los medios sensacionalistas se pasaran unos cuantos días hablando del asunto y relacionándolo directamente con Slenderman.

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