CONFESIONES ANONIMAS

CARTA 11

Todo el día me la pasaba en casa, ordenando, limpiando, cocinando, lo que una buena ama de casa debe hacer, mi adorado esposo no me deja trabajar desde que supimos que estaba embarazada, se negó en rotundo a exponerme a un mundo de estrés laboral, quería cuidarnos, así que mantener en casa todo en orden es mi forma de agradecerle, aunque para ser sincera desde hace varios días mi esposo llega más tarde de lo habitual a casa, sé que se la pasa en una taberna, el olor a alcohol lo delata, al llegar ya no me saluda ya no duerme siquiera en nuestro cuarto, lo escucho llorar cada noche y no sé por qué, me acerco a él para consolarlo, pero es como si no me viera.

Decidí que hoy será distinto, le prepare su comida favorita, al menos por una noche quiero que este tranquilo y me cuente de una vez por todas, que es lo que pasa con él, que me cuente, que es lo que lo cambio tanto.

Nada más llegar inhaló profundo, por el olor que tenía la casa supo que había preparado lasaña, su plato favorito, lo era desde nuestra primera cita en la que pedimos ese mismo platillo, pero muy distinto a lo que pensaba, él no se alegró, lloro amargamente en la cocina, luego y después de varias noches entro al fin a nuestra recámara, tomo un cuadro donde aparecíamos los 2 y nuestro bebe en mi vientre aun. Ahogado en su sufrimiento, grito pidiendo que descansará en paz, que él estaría bien. Hasta prometió que dejaría de tomar para que yo no me preocupara.

Nada más escucharlo gritar aquello lo recordé, la mañana que teníamos la cita para el agendamiento del nacimiento de nuestro bebe me baje del auto a comprar algo de tomar en el camino, mientras estaba esperando las bebidas un tipo armado irrumpió en el local asaltando a todos y tomándonos como rehenes, duramos todo el día secuestrados por este hombre que estaba armado, la policía intento negociar con él, pero fue en vano, uno a uno fue disparándole a cada persona en la tienda y yo no fui la excepción... de eso hacía ya 2 meses, lo comprendí, él estaba sufriendo la ausencia de sus 2 amores, con lágrimas inundando mi rostro lo bese, le recordé lo mucho que lo amaba y empece a caminar por un largo pasillo luminoso que se hizo en la habitación...