Todoroki Shoto x Tn - ONESHOT'S

1.6

Sábado 27 - 8:30 hrs.

*Dormitorios de la UA, clase 1-A*

— Kiyomi, Kiyomi.

Escuché una suave y tranquila voz llamarme, para luego sentir un toque en mi hombro.

— ¿Mmm?

Traté de responder, pero mis párpados estaban tan pesados que me fue imposible abrirlos.

— Vamos a desayunar.

Dijeron nuevamente y de alguna manera la palabra "desayuno" me motivó a despertar.

— ¿Desayuno?

— Si, vamos a desayunar.

Repitieron, y lo siguiente que supe después de abrir mis ojos, fue que el rostro de Todoroki estaba a una distancia muy pequeña del mío.

¡!

Sin saber exactamente como, me empuje con tanta fuerza hacia atrás que el sillón terminó volteándose.

— ¡Kiyomi!, ¿estás bien?

Todoroki rápidamente se acercó a mí para comprobar mi estado y ayudarme a levantarme.

JAJAJAJA, ¡quiero morir!

— Si yo... solo estaba, jajaja, solo me sorprendí un poco.

Dije, aceptando su ayuda.

— Lo lamento, mi intención no era asustarte.

— Jajajaja, e-está bien, es una forma divertida de empezar el día.

Fingí que no me moría de la vergüenza mientras trataba de acomodar el sillón, evitando la mirada del contrario.

— Pe-pero, ¿fuiste a comprar algo?, no había nada en la despensa.

Trate de cambiar desesperadamente el tema, rogándole a los cielos para que borraran la memoria de hace cinco minutos de mi compañero.

— Oh... si, salí a comprar un par de cosas, ¿te gusta el soba frío?

¡Gracias espitirus del cielo!

Aclame de todo corazón.

— ¿Soba frío?, no lo he probado, ¿a ti te gusta?

Todoroki asintió.

— Bien, entonces estoy emocionada por probarlo.

Sonreí.

Después de nuestra convivencia de ayer, me di cuenta de que Todoroki no era la persona que creía y, por el contrario, había resultado ser introvertido, algo serio y muy pero muy inocente hasta el punto de causar un poco de ternura.

— Ohhh, ¿tu cocinaste todo esto?

Pregunte al ver la mesa perfectamente puesta.

— No, compré la soba hecha, así que solo puse la mesa.

— Oh...

No pude evitar mostrar mi decepción.

— Ah, pero esto.

Hizo una pausa para enseñarme un pequeño tazón con cebolla en él.

— Lo hice yo.

— ...

Tardé unos minutos en entender a qué se refería, hasta que los gritos de Bakugo en la última cena grupal resonaron en mis oídos.

Entonces comprendí que estaba tratando de presumir la cebolla que él mismo había cortado.