El tiempo en que te conocí (Wonha)

Capitulo 06 - Dedica una canción.

Lo de la carta quedó en el olvido, Eunha no pudo escribirla. Y para su desespero, llegó el fin de semana. Pronto se cumpliría una semana desde que viajó en el tiempo, y todavía seguía sin tener una idea sólida para regresar al futuro, más que una simple teoría que hasta el momento no rendía frutos.

—¡Chica de cabello rosa! Saldré con mi mamá a pasear al parque, ¿quieres venir?

Eunha parpadeó varias veces para acostumbrarse a la luz, hacía horas que había decidido recluirse dentro del oscuro sitio que usaba para dormir. Y es que estaba muy confundida, no entendía por qué reaccionó tan mal con lo de la carta.

Se negó a escribir la carta porque le molestó escuchar a Sowon decir cosas lindas de esa niña, y por eso se sentía tan contrariada. No quería salir del closet, no quería ver a Sowon a la cara sintiéndose así. Se sentía tan extraña.

Y no sólo era eso, también estaba deprimida. Extrañaba su tiempo, sus padres, sus amigos, su propia habitación, todo. Era desesperante estar perdida en un tiempo que no era el suyo. Por suerte, Sowon era un factor importante para no caer en la locura. Su compañía la ayudaba bastante a sobrellevar su problema y gracias a ella no se sentía tan triste. Lo que la lleva a recordar el primer inconveniente.

—Sowon, ¿qué te gusta de mí?

La repentina pregunta hizo a Sowon detenerse en su labor de despertarla.

—Tu cabello rosa.

Eunha la miró formando un puchero de desconformidad.

—¿No hay nada más? ¿Algo como mi personalidad de conejita o algo así?

—Tú no tienes personalidad de conejita.

—Bueno, ¿pero podrías esforzarte en darme algún animalito lindo para describir mi personalidad? Así como a la mocosa esa.

Sowon rio a carcajadas por la exigencia de la pelirosa.

—Unnie, no existe ningún animal que tenga pelaje rosa.

La desilusión en la cara de Eunha fue difícil de esconder. Y después no pudo evitar sentirse apenada consigo misma. ¿Por qué de repente quería que Sowon dijera cosas bonitas sobre ella? Este tiempo la estaba volviendo loca. Lo mejor sería que se enfocara en regresar de una buena vez.

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La mamá de Sowon siempre llevaba a su hija los fines de semana a pasear al parque La niña se ponía a jugar mientras la mujer se distendía conversando con alguna amiga.

Eunha fue al dichoso parque esperando despejarse. Quiso quedarse en la casa, aprovechando que quedaba sola, pero sintió demasiada soledad y decidió irse.

Había juegos como balancín, subibajas y toboganes; Eunha se sentó en una de los balancines más alejados y buscó a Sowon con la mirada. Y casi se cae de espaldas cuando divisó a Sowon jugando con Yerin en el subibaja.

—Sowon... ¿Qué significa esto? ¿Qué hace ella aquí?

—Unnie, ¡pensé que no ibas a venir! —soltó emocionada la niña cuando Eunha la interceptó— Me encuentro aquí a Yerin a menudo, su mamá también la trae a jugar, pero ella nunca quiso jugar conmigo antes ¡Tu plan está funcionando!

Sowon regresó corriendo hacia donde se encontraba Yerin jugando en el tobogán, y Eunha escudriñó con la mirada la escena frente a sus ojos.

Yerin corría de un juego al otro y Sowon la seguía a donde fuera. Luego jugaron a las escondidas, y después jugaron a las atrapadas, y eso fue lo último que vio Eunha, porque se fue en cuanto vio a las niñas turnarse para atraparse en fuertes abrazos.