Capítulo 12 - La razón de lo que soy.

126 18 2
                                    

Eunha y Sowon se quedaron abrazadas por lo que parecieron horas en esa terraza. Ambas llorando, completamente emocionadas y conmovidas por su tan ansiado reencuentro.

Habían sido sólo unas semanas para Eunha, pero habían sido las semanas más desesperantes de su vida. Y de sólo pensar que Sowon tuvo que esperarla por años hacía que se le estrujara el corazón.

—Lo siento, en verdad, lamento mucho que hayas tenido que esperar tanto.

La apretó más fuerte entre sus brazos mientras esperaba a que la mayor se calmara. Sowon sorbió su nariz un par de veces y siguió llorando en silencio.

De pronto la pelirosa sintió que las manos contrarias fueron a dar a su nuca, comenzando a retorcer los dedos entre los cabellos suaves de esa zona, ejerciendo caricias. Una sensación entrañable inundó su corazón y ahora sus ojos se estaban llenando de lágrimas nuevamente.

Era exactamente como pensó que sería. Sowon seguía siendo la misma niña que conoció en el pasado. Y la llenaba de dicha saber que aún tenía la bendición de su cariño.

☆.•*'¨'*••♥ [...] ♥••*'¨'*•.☆•

Sowon se encontraba tímida con las manos tensas alrededor de la taza de chocolate caliente que Eunha le ofreció.

Luego de que se sinceraran en la terraza del colegio, la pelirosa la invitó a su casa para que hablaran con más calma y sin las chismosas de sus amigas espiándolas desde la reja de la escalera de emergencia.

Sowon no sabía por dónde empezar, había pasado mucho tiempo y muchas cosas ocurrieron en medio también. Eunha la ayudó a hacer memoria recordándole lo que vivió hace unas semanas, lo cual aún tenía fresco y vívido dentro de su mente.

—¿Sabes? Cuando dijiste que si seguía corriendo terminaría abriendo un portal espacio-temporal creí que estabas jugando pero...

Sowon soltó una pequeña risa que duró a lo sumo medio segundo y Eunha quiso llorar al pensar que algo tan simple y efímero como eso pudo darle una descarga de alegría tan grande a su corazón.

Sowon notó que la mirada de la pelirosa estaba fija sobre ella y carraspeó su garganta agachando la mirada.

—No lo dije sabiendo que pasaría, sólo fue una forma de decir.

Eunha rio. —¿No pensaste que esa era la razón por la que te tomé por los hombros y te sacudí cuando nos conocimos?

Sowon rio —de nuevo— esta vez de forma ruidosa y cómica, y Eunha tuvo que morder sus labios para no soltar un chillido de emoción por eso.

—No recuerdo que hayas sido mala conmigo en ese entonces —la miró y sonrió levemente. Sus ojos estaban brillando y Eunha comenzó a preguntarse por qué no estaba aprovechando para sacarle fotos en ese preciso momento. Sowon era mucho más apretable y bonita de lo que alguna vez tuvo la inteligencia de apreciar.

—Te solía decir mocosa —Eunha se mordió las uñas apenada y rio nerviosa.

Sowon sólo le dio un sorbo a su chocolate caliente sin saber qué contestar exactamente a eso, nunca se le hubiera ocurrido que terminaría siendo la Unnie de su chica de cabello rosa.

Eunha se puso seria y decidió que era hora de hablar de lo importante. Le preguntó qué ocurrió cuando se fue. Inspiró profundamente tratando de no quebrarse mientras Sowon le contaba cómo trató de buscarla por toda la plaza hasta que anocheció y, al regresar a su casa, los de servicios infantiles no perdieron tiempo en llevársela.

Le dijo que el primer tiempo fue duro para acostumbrarse a compartir sus pertenencias con los demás, y al haber sido hija única fue blanco de muchos niños allí dentro que la tildaron de niña mimada y la atormentaron hasta el cansancio. Pero eso no era lo peor.

El tiempo en que te conocí (Wonha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora