Capítulo 07 - No puedo.

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Eunha sabía que la Sowon de su tiempo la estaba esperando en el futuro de todos modos. Así que no importaba si en esta línea de tiempo logra hacer que Sowon se amigara con la niña que le gusta. Era la misma Sowon, aunque le costaba juntarlas. Y la Sowon de su tiempo no le gusta, así que qué mejor si lograba sacársela de encima.

Pero le agrada la Sowon de este tiempo. Es un poco rara, pero sabe que va a extrañarla cuando vuelva y a la vez, se siente aliviada de saber que se la va a encontrar de nuevo allá de todas formas. No se siente tan desagradable como lo recordaba.

¿A Eunha le gusta una niña pequeña? No. ¿Le gusta saber que esa niña feliz, cariñosa e inquieta es la misma Sowon de su tiempo? Sí.

El solo cuestionamiento y las dudas causaron escalofríos en la espalda de Eunha. Lo mejor sería que regrese lo más pronto posible al futuro, o de lo contrario terminaría volviéndose realmente loca.

Sowon y Eunha se encontraban espiando a Yerin desde la plaza al salir de clases. La pelirosa trató de que alguna idea ingeniosa naciera de su cabeza aquel lunes, pero nada surgió.

—¿Por qué hacemos esto? Lo de la canción funcionó, Yerin también se sabía el opening de Sakura Card Captor.

—Porque todavía no dijo que gusta de ti, Sowon. No voy a volver al futuro hasta que ella guste de ti, ¿recuerdas?

Sowon suspiró de aburrimiento. Le gustaba Yerin, pero ahora que tenía su amistad, se sentía satisfecha y todo lo demás ahora le resultaba poco atrayente. Ahora que sus sentimientos cambiaron, no estaba segura de que el plan de la pelirosa funcionara.

Pero no quería planteárselo a Eunha, y es que, aunque sonara egoísta, quería seguir teniendo la compañía de la pelirosa un poco más, antes de que volviera al futuro.

—Oye, Sowon, mira eso.

De pronto Eunha despertó a Sowon de su sueño y le indicó que mirara hacia donde estaba Yerin otra vez. Las niñas de su clase, las que siempre la molestaban, le estaban tirando del cabello. Sowon miró la escena con desinterés. No es que no le importara, pero ella ya era inmune a ese tipo de acoso, y verlo desde afuera ya no le causaba nada de empatía tampoco.

—Sí, ¿qué tiene?

—¿Cómo que qué tiene? Esta es una grandiosa oportunidad para lograr que Yerin guste de ti.

—No entiendo —Sowon cuestionó confundida.

—A las damiselas en peligro les gusta que las defiendan de los rufianes —le explicó Eunha con elocuencia— Así que, ve a defenderla de las taradas esas y gustará de ti.

Sowon se puso tímida y negó repetidas veces con la cabeza. El miedo palpable en su rostro de infante llamó la atención de la pelirosa.

—No puedo.

—Pero sólo...

—No. Me van a pegar.

—Si lo hacen, defiéndete. Ánimo, yo te estaré observando. Si pasa algo más, saldré a espantarlas como la última vez —trató de tranquilizarla, pero la niña seguía negando atemorizada, incapaz de hacer caso esta vez.

—No. Ellas siempre me dicen que, si intento defenderme, me van a matar.

La mirada comprensiva de Eunha se oscureció.

—Ellas sólo dicen eso para asustarte, Sowon.

—Pero está mal pelear.

—No está mal si es para defenderte. —Eunha se arrodilló más cerca de la niña y la miró a los ojos, tratando de darle seguridad.

El tiempo en que te conocí (Wonha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora