••reencarnación•• minjoong

cap 20

Las horas habían pasado notablemente, yeosang se había levantado de la cama para luego bajar a la sala, de allí se despidió de la mujer y se fue de la casa sin siquiera pensarlo 2 veces.

Pero... Que había pasado? Porque estaba así de distante y porque se alejaba cómo si nada sin siquiera importarle cómo se podían llegar a sentir los de su alrededor.

Yeosang estaba muy perdido en sus pensamientos desde que su padre había ido a su casa a hablar con él.

Por supuesto que su charla no fue solo eso. El hombre le dejó en claro a yeosang lo enojado que seguía con el por su sexualidad y forma de vida, lo disgustado que estaba de su existencia y porque no a echarle la culpa a él por la reciente ida de su madre.

La mujer se había hartado de tener a un hombre que no la escuché que le grité y la culpe de las elecciones de sus hijos y por ello mismo decidió irse de allí con su hijo mayor, iba a ir con kang pero nunca supo su paradero, por lo visto su padre siempre supo dónde vivía yeosang pero nunca le quiso decir a la mujer que vivía a su lado.

Por supuesto trató de golpearlo pero kang no se dejó. No iba a permitir que su padre llegue a su casa solo para gritarle pegarle e insultar su forma de vida.

Por supuesto necesitaba su tiempo y espacio, no fue a hablar con su hermano ni tenía ganas de ver a seonghwa.

Pero al ver cómo el menor era acorralado y besado por alguien más su sangre hirvió.

Trato de controlarse pero simplemente no pudo soportar tanto tiempo cerca del menor luego de la charla con su padre y mucho menos escuchar a la mujer hablar sobre como había estado su hijo por su ausencia.

Sabía que debía actuar diferente para mejorar el estado de su menor pero nisiquiera podía controlar el suyo propio.

Al llegar las 10 de la noche yeosang se encontraba en su motocicleta con ropa completamente de cuero esperando por sus amigos.

Que mejor forma de despejarse que yendo a peleas callejeras a conseguir dinero con sus buenas habilidades en la pelea.

Por supuesto sabía que iba a terminar con alguna que otra golpiza porque sabía lo habilidosos que eran los callejeros pero no se iba a dejar ganar rápido, por supuesto no.

Sus pasos al centro de la gran ronda eran escuchados con firmeza. Su rostro se mostraba serio y sus brazos ahora despojados de la campera de cuero se lucían.

Los gritos empezaron al igual que los fuertes golpes en el rostro y abdomen contrario.

Yeosang frenó un poco escupiendo sangre con un poco de sangre.

Sus manos dolían de tanto golpear al contrario pero este parecía no querer rendirse por más destrozado que esté.

La sonrisa de kang se dejó ver haciendo que todos se asombren.

La sangre cayó de su nariz pero ni siquiera se dejó intimidar por el débil enemigo.

Los golpes empezaron otra vez y el hombre en su contra solo pudo rendirse al sentir como poco a poco sus sentidos empezaban a debilitarse.

-maldita seas kang- maldijo el hombre sabiendo que su nariz y pómulo estaban completamente rotos.

-no es normal que pierdas una pelea eh?- habló yeosang quitando los restos de sangre de su rostro. Se mojó por completo el rostro y parte de su ropa.

Si había alguien que sabía muy bien como descargarse era yeosang y era de esa forma. Peleando sin parar y demostrando que era fuerte, que nadie podía con él y que el mundo iba a su favor. Por supuesto que nadie espera para nada que de un momento a otro se derrumbe en el suelo.

La lección de ese día era no meterse dónde no le correspondía porque podría despertar en dónde menos deseaba y meter en su vida desastrosa a gente que prefería ocultar de ese tipo de cosas.

Por supuesto ahí tenía a su hermano defendiéndolo de las asquerosas manos de la gente que lo había noqueado para llevarlo a quien sabe dónde.

Obvio el mayor de los kang no tuvo que esforzarse en eso. Todos allí conocían a la perfección a aquel hombre y nadie quería meterse con él.

El que se metiera con él no saldría con vida de allí y todos muy bien lo sabían.

Vamos a adentrarnos al contexto.

Kang Daniel era muy bien conocido en aquel tipo de juntas, era el líder de muchas pandillas y era el que dirigía ese tipo de lugares, solo algunos conocían su real identidad otros solo lo conocían como "líder" o aunque sea "jefe" sabían que si escuchaban aquello debían irse o enfrentar cosas wur preferían evitar.

Nadie se podía meter con el si no quería ser humillado o asesinado por el mismísimo líder.

Nadie le daba la contra a sus palabras e incluso se arrodillaban a pedir perdón por sus equivocaciones.

Yeosang tuvo mucha suerte de que su hermano fuera el líder. Yeosang tenía mucha suerte de haberse encontrado al más fiel amigo de su hermano quien comunico la ubicación en la que estaba para que su hermano dé la cara en el lugar.

Agradecía a dios no haber despertado en algún tipo de sótano o algún lugar extraño.

Agradecía haber despertado en la casa de su hermano con este, su fiel amigo y park seonghwa en el lugar.

Pero diablos que realmente hubiera preferido haber despertado casi muerto que en aquella situación en la que debía también enfrentar a su madre.

Porque la mujer también estaba allí y el aroma a rosas se lo confirmaba.

La voz chillona a unos metros solo hacia que quiera volver a su estado de inconsciencia para no tener que enfrentar la realidad, para no tener que contar el enfrentamiento con su padre. Para no contar que tenía la cara rota porque no podía ver a seonghwa por culpa de su padre. Para no enfrentar la situación con su hermano mayor porque sabía que este no se iba a quedar callado con su padre.