| T R V | ᴄʀᴏssᴀɴᴅʀᴀ y ᴄᴀᴍᴘᴀɴᴜʟᴀ | Haitani X Kawata |

CAPÍTULO VIII - Me quedaré contigo

En un hotel se encontraba un peliazul agitado, con alta temperatura y a su lado un Alfa preocupado por su salud, de un momento tocaron la puerta Y el mayor se levantó, al comprobar quien era lo dejo pasar, un doctor saludó al más alto con respeto y se dirigió hacia el menor que estaba en cama.

Qué es lo que tiene doctor? — sentándose nuevamente en la silla —

Palpaba el cuerpo del menor, entonces preocupado coloco su estetoscopio en el pecho del Omega.

Señor, discúlpeme si soy entrometido pero.. — miró con tristeza al mayor — usted rechazó a su Omega?

Qué? — frunció el ceño confundido — a que se refiere? Sea más claro porfavor

Mire, le explicó, cuando un Alfa rechaza a su Omega este se deprime, se enferma y luego de una semana muere debido al rechazo. — miraba con compasión al peliazul que ahora mismo respiraba con dificultad —

Y-Yo? Yo no lo rechacé... — parpadeaba varias veces sorprendido, para luego mirar al más bajo — no recuerdo haberlo hecho

Señor, tal vez algún insulto, una palabra fuerte un golpe o algo que el Omega pudo haberlo interpretado como rechazo, algunos omegas que tienen feromonas de flores primaverales a menudo son frágiles y sentimentales — guardaba sus cosas u se sentaba al lado del menor — te voy a dar un calmante y eso hará que el dolor baje ok?

El menor asintió lentamente, el mayor fue por un vaso de agua para volver rápido, el doctor colocó la pastilla en los labios del menor. Este se la trago y luego bebió el agua, poco a poco el dolor disminuía y empezaba a quedarse dormido.

Creo.. creo que lo llame horrible y que no querría a un Omega como él — rascó su nuca con vergüenza —

El doctor frunció el ceño, estaba realmente enojado, sabía que ese alfa era imprudente y para nada delicado, pobre Omega, le tocó un Alfa idiota pensó el Beta.

Señor, discúlpeme por lo que le voy a decir, pero es usted un tremendo Imbécil — miraba enojado al mayor —

Qué?! — frunció el ceño y el ambiente se tornó pesado —

Hablo en serio señor, no me va a intimidar de esa manera, está poniendo en peligro la vida de su pareja — se cruzó de brazos —

El mayor jadeó sorprendido y dejó de expulsar sus feromonas para luego ruborizarse un poco.

Lo llamé así, porque mi parte animal quería hacerlo... Y yo no — agachó la cabeza como un perrito regañado por su dueño —

Debe Tener más cuidado, bueno lo que le pasa a su Omega se puede solucionar — sonrió más calmado — lo único que debe hacer es quedarse junto a él por tres días y no despegarse, es más debe consentirlo y se que esta no es su casa señor, pero el Omega primaveral necesita estar en un ambiente hogareño y tranquilo, para que pueda armar su nido con tranquilidad y sentirse seguro. No se atreva a marcarlo porque está en malas condiciones

El mayor soltó un gruñido estaba insatisfecho, ya no podía marcar al menor debido a su estado así que simplemente asintió.

Bueno, eso es todo, recuerde por tres días, es más si es posible haga que se aburra del amor que le dará, me retiro con su permiso — dió una leve reverencia y salió de aquella habitación —

El peli-borgoña observó al menor mientras dormía, realmente era hermoso, como es posible que lo haya llamado horrible y feo Omega? Que idiota, negó varias veces con la cabeza, ahora debería mantenerlo a salvo y nada ni nadie debería separarlos hasta que se cumplan los tres días. En ese momento el mayor cargo al peliazul para llevárselo a un lugar más tranquilo, exacto a su enorme casa, enorme le queda pequeño era realmente grande, en pocas palabras una mansión grande y lujosa, con llamativo estilo decorativo. Al llegar allí automáticamente se cerraron las rejas y bajo de su auto cargando en sus brazos estilo princesa a un adorable y tierno Omega dormido, cubierto con su saco.