C A P Í T U L O 19 🏁
Daemon Moore
— Eso es muy arriesgado, sigo insistiendo en que es mejor avisarle a la policía.-- Isla se interpone en mi camino para que no salga de la casa.
— Todo saldrá bien, además voy armado y mis hombres por igual.— beso su frente, con cuidado la hago a un lado y salgo de la casa.
— No quiero perderte.— dice por lo bajo.
— Positiva, eso es lo que debes ser en estos momentos, todo saldrá bien, ahora ve adentro.— hago un ademán con mis manos para que entre a la casa.
— Estaré al pendiente del celular, por favor no dejes de llamarme cualquier cosa.— asiento para que se quede más tranquila.
Subo a mi camioneta, por la ventana veo como ella se mantiene en la puerta, su mirada se encuentra perdida, no dudo que esté pensando en lo que pueda suceder.
Los pondré en contexto para que no se pierdan, mis hombres dieron con la dirección en donde se encuentra James, en estos momentos vamos en busca de él. No iré a matarlo, aunque ganas no me faltan, pero eso sería darle ventaja a esa rata y eso es lo menos, merece, lo entregaré con la policía, ha cometido muchos crímenes y debe pagar ante la ley.
— Esta es la dirección, señor.— uno de mis hombres me informa.
Nos encontramos estacionados a una esquina de la casa donde se encuentra James, el muy pendejo supo como esconderse, aquí nadie nunca iba a dar con él. Esta casa es solitaria, se encuentra en una zona poco transitada, veo luces de la casa, debe estar dentro.
— ¿Sí Daemon?— el oficial Torres responde apenas le marco.
— Sí, soy yo.— miro a uno de mis hombres, este se encuentra observando cada movimiento extraño.
— ¿Hay novedades?
— Estamos a una esquina de donde se encuentra nuestro objetivo, la dirección que le envié es donde estamos.— observo de nuevo la casa a lo lejos.
— Estamos cerca, enviaré un mensaje cuando sea momento de salir del auto.
— Como usted ordene.— cierro la llamada.
Vuelvo a dejar mi celular en mi bolsillo, me acomodo mejor y continúo observando cualquier movimiento extraño.
— ¿Y?— pregunta mi conductor, mi hombre de confianza mejor dicho.
— Esperaremos la señal para entrar, no podemos hacer esto nosotros cuatro, somos pocos para todos los hombres que se encuentran allí dentro.— pienso en los hombres armados que debe haber en esa casa.
— Esperaremos entonces.
• ────── ✾ ────── •
— A mi señal entramos.— dice el oficial Torres delante de mí.
— Entendido.— hago una señal para que mis hombres comprendan.
Los demás policías rodean cada extremo de la casa, algunos se van a la parte trasera, otros por los laterales y nosotros por la parte de adelante.
Nos hacemos a un lado para que la pequeña bomba que colocaron para abrir la puerta explote, un pequeño estruendo poco notorio abre la puerta, con cuidado entramos, delante no se encuentran hombres de James.
— ¿Crees que esté aquí?— pregunta el oficial.
— No perdemos nada con buscarlo.— asiente.
Con mi arma tomo la delantera y con cuidado voy apuntando dispuesto a disparar a cualquiera que intente hacerme daño, veo por el cristal que conduce al jardín como varios policías han arrestado a varios hombres de James, eso es bueno, quiere decir que está aquí.
Hago una señal con dos de mis dedos hacia arriba, subo con cuidado las escaleras, mi campo de visión se encuentra despejado. El oficial me sigue, mis hombres se dirigen a las demás habitaciones en busca de James, diviso una habitación al final del pasillo, no dudo de que esa sea su habitación.
— Ahora sí.— me detengo y me pego a la pared.— A mi señal entra conmigo dispuesto a disparar si es necesario.
— Tú no te preocupes, cuidaré tu espalda.— asiento y me preparo para entrar.
De una fuerte patada la puerta se abre, James se encuentra acostado con dos mujeres, ambas le practican sexo oral, es una clase de trío, se sorprende e intenta tomar un arma, pero es muy tarde ya le estamos apuntando.
Las mujeres se asustan y buscan la forma de cubrir su desnudez, las detenemos, no podemos arriesgarnos a que este pendejo nos mate.
— Las manos donde pueda verla.— ordena el oficial Torres apuntándolo con el arma.
— Preferiblemente, arriba.— lo miro con una pequeña sonrisa, me causa felicidad ver que ya lo hemos capturado.
— Muy feliz.— escupe con ira.— ¿No?
— No te imaginas cuanto.— el cuarto se llena de oficiales, todos lo apuntan, el oficial Torres se acerca a él y lo esposa.
— Me vas a pagar esto muy caro.— lo sacan de la cama y como pueden lo arrastran para sacarlo de la habitación, solo trae puesto ropa interior.
— Si a eso vamos te quedarás en la quiebra, no habrá abogado que logre sacarte de la cárcel.— escupo apenas pasa por mi lado.
• ────── ✾ ────── •
— ¿Y ahora qué?— estamos en estos momentos al frente de la estación policial, me encuentro recostado del capo de la camioneta, el oficial Torres disfruta de un buen vaso de café.
— Esperar a que lo procesen, tiene varias denuncias por distintos casos, casos que deben someterse a investigación.— deja el vaso a un lado y se recuesta a mi lado.
— Valió la pena, la espera después de todo.— miro hacia el cielo y pienso en la paz que va a sentir Isla cuando se entere de todo esto.
— Siempre te lo dije, en este trabajo la paciencia es lo primordial.
— Bien, sabiendo que ya James se encuentra detrás de unas rejas, puedo irme a casa en paz.— choco puño con el oficial y me despido.
— Gracias por todo Daemon, serás reconocido por tu arduo trabajo en esta misión.
— El reconocimiento no importa, lo importante para mí es que logramos atraparlo.— rodeo la camioneta para poder subir a mi asiento.
— Tardó atraparlo, pero fue más fácil de lo que creímos.— da un pequeño golpe a la camioneta para que nos vayamos.
Me dedico a descansar en todo el trayecto, el cual es corto, pero no importa, este trabajo fue estresante. Me alegra haber salido ileso de esta situación, deseo ver la cara de Isla cuando sepa que ya todo terminó.
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Juntos (libro #2)
Teen FictionDaemon luchará por Isla desde la distancia, pero no la tendrá fácil como pensaba, deberá luchar en contra de sus enemigos para poder salvarla de todo y de todos aquellos que desean verla lejos de él. Isla descubrirá cosas del pasado de su hermano, u...