🏁Epílogo🥊

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3 años después

— ¡Te ves hermosa mi amor!— mi padre sonríe y llora de la felicidad al verme vestida de novia, ni yo misma creo que me voy a casar.

— No llores papá o yo también lo haré.— quito con mis dedos las lágrimas que corren por su mejilla.— Ya vamos tarde, no quiero que mi maquillaje se arruine.

— Lo siento, es la emoción, mi princesa no se anda casando todos los días.— extiende su brazo para que lo tome, paso mi brazo por debajo del suyo y con su ayuda salimos de habitación.

Bella sostiene la larga cola de mi vestido para que esta no se enrede con el suelo. Aunque la boda será en el jardín de nuestra mansión, vamos tarde, perdimos mucho tiempo vistiéndome y maquillándome.

— ¿Dónde está Mar?— pregunto por mi pequeña.

— No te preocupes, está con tu madre, sabes que ella es quien llevará los anillos junto a Heaven.— asiento.

Mar es lo más hermoso que tengo, la amé desde el primer día que supe que estaba en mi vientre y la seguiré amando hasta el día que mi corazón deje de latir.

— ¿Nerviosa?— pregunta mi padre mientras nos vamos acercando a los demás.

— Un poco, supongo que es normal.— trato de sonreír para alivianar los nervios.

— Más de lo que te imaginas, cuando me casé con tu madre estaba peor y eso que ya teníamos a Chad.— ambos sonreímos, miro al cielo y pienso en mi hermano, debe estar feliz por mí.

— Dentro de unos minutos dejaré de ser una mujer soltera.— suelto nerviosa.

— Así es.

Caminamos por toda la entrada del jardín, la decoración es hermosa, mi madre y mejor amiga hicieron un gran trabajo. Daemon se encuentra al lado de Liam, ambos cuchichean algo, pero al verme dejan de hacerlo, mi padre me entrega a Daemon y se dirige a su asiento junto a América.

— ¿Qué?— pregunto con una ceja enarcada.— ¿Ya te estabas arrepintiendo de casarte?— lo golpeo con mi brazo.

— Eso nunca, no te dejaría por nada ni nadie en este mundo.— intenta besarme, pero el padre lo detiene.

— No comas, ansias, muchacho, espera casarte hijo.— no puedo evitar sonreír.

— No me culpe, padre, tengo a la mujer más hermosa a mi lado.— sostiene mi mano y la acaricia.

Ambos nos arrodillamos sobre el pequeño altar quedando frente al padre, antes de comenzar el padre realiza una oración y los procedimientos que se deben a la hora de llevar a cabo una boda.

— Hermanos y hermanas, el día de hoy nos encontramos reunidos para darle unión a estas dos personas que tanto se aman y que han decidido consagrar su amor ante Dios.— nos señala a ambos. — Es por eso que les pido que todos estén de pie para iniciar esta unión.

Mar se acerca junto a Heaven con la almohadilla donde se encuentran los anillos, estos se quedan detrás de nosotros sosteniéndolo, todos se levantan al igual que nosotros dos.

— Daemon Moore.— me mira nervioso.— ¿Aceptas a Isla Brown como tu esposa?— se queda en silencio por varios segundos, los cuales para mí se hacen eternos.

— Sí, acepto a Isla Brown como mi esposa, como también acepto amarla, cuidarla, respetarla, estar con ella en la enfermedad, en las peleas, en la prosperidad, en la vida y en la muerte.— mis ojos se cristalizan, toma mi anillo y lo coloca en mi dedo.

— Isla Brown.— levanto la mirada, mis ojos conectan con los suyos, las lágrimas corren por mis mejillas.— ¿Aceptas a Daemon Moore como tu esposo?— Daemon me mira con una hermosa sonrisa, la más hermosa que he visto en toda mi vida.

— Sí, acepto a Daemon Moore como mi esposo, acepto amarlo y respetarlo hasta el último día de mi vida, como también cuidarlo, estar con el en la enfermedad y sanidad, en la prosperidad, en la vida, pero sobre todo más allá de la muerte.— tomo el anillo y lo coloco en su dedo.

— Siendo así, debo declararlos marido y mujer.— el padre sonríe de felicidad.— Ahora si Daemon, ya puedes besar a tu esposa.— suelta el padre con burla, todos ríen por la ocurrencia del padre.

Sostiene mi rostro con ambas manos y me acerca a él para poder besarme, juntamos nuestros labios y disfrutamos de la cercanía de ambos. La felicidad que siento en estos momentos no tiene explicación, mi corazón tiene una fiesta allí dentro porque este no deja de dar brincos dentro de mí.

— Te amo.— dice, apenas nos separamos.

— Yo también te amo y te amaré hasta el último día de mi vida.— vuelvo a besarlo, las lágrimas corren por mis mejillas, todos aplauden y gritan de la emoción, reímos al ver a todos felices por nosotros.

— ¿Sabes cuál ha sido mi mejor regalo?— pregunta.

— No.— niego, este se acerca a Mar y la carga, mi princesa se sostiene con fuerza de los brazos de su padre y sonríe, su larga cabellera se pega a su rostro por el viento.

— Esta princesita de carne y hueso, ha sido lo mejor que ha llegado a mi vida después de ti.— besa a mi pequeña.— Y me ha premiado doble la vida, porque tengo una doble tuya.— sonríe.

— Los dos son mi mundo.— beso a mi princesa y abrazo a Daemon.

— Bien tortolitos.— Bella se acerca con mis sobrinos en brazo, así es, mi mejor amiga tuvo una princesa, pero hace un año volvió a quedar embarazada y esta vez de mellizos y barones ambos.

— ¿Qué se te ofrece?— le hago muecas a mis sobrinos para que sonrían.

— Vamos a tomarnos las fotos, esos recuerdos deben quedar plasmados.

Esas fotos quedarán plasmadas, así como quedó plasmado todo lo vivido con Daemon, al final terminamos juntos y con una hermosa familia, no puedo tener mejor final feliz que este, hablo en serio cuando digo que separarnos fue una opción para poder amarnos y juntarnos con toda la intensidad del mundo.


Juntos (libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora