Juntos (libro #2)

No la olvido🥊

C A P Í T U L O 09🏁

Daemon Moore

Apago el cigarrillo en el cenicero, suelto el humo de la última calada que le acabo de dar, cierro los ojos y dejo que mis pensamientos anden por mi mente. En mi despacho solo se respira el olor a nicotina y alcohol, ambos son mis amigos en estos momentos donde solo pienso en ella, en todo lo que ha pasado durante estos cinco años, la ausencia de su amor y la maldita distancia que nos separa.

— Pensé que ya estabas listo.— Dakota entra a mi despacho interrumpiendo mis pensamientos.

Abro los ojos y la miro de arriba abajo, trae un vestido corto color rosa, el cual se pega a su cuerpo como si fuera una segunda piel, se ve hermosa, no puedo negar que lo sea, esta se acerca a mí.

— ¿Para qué se supone que deba estar listo?— frunce el ceño al escuchar mi pregunta, al parecer la he desconcertado.

— La cena con mis padres, como siempre lo has olvidado.— resopla con fastidio.

— No he quedado con tus padres para cenar.

— Amor, mi madre decidió hacer una cena para nosotros, por lo de nuestro compromiso.

— Lo decidió contigo, no pienso asistir a esa cena, por la sencilla razón que ya conoces.— niego dando por terminada la pequeña conversación.

— No puedes hacerme esto, no lo merezco Daemon.— se cruza de brazos.

— Y yo si merezco que tú y tu madre me impongan decisiones sobre las cuales no estoy de acuerdo.— endurezco mis palabras, no quiero lastimar a Dakota, pero me tiene harto.

— Todo gira en torno a ella, han pasado cinco putos años, ya olvídala.— Me levanto de la silla y la miro con frialdad, sabe que no es permitido que opine sobre mi vida personal, no cuando no le he dado ese permiso.

— Pídele a uno de mis choferes que te lleve a casa de tus padres y cierra la puerta antes de salir.— me sirvo más whisky y vuelvo a tomar asiento.

— Daemon... yo no quise decir eso, es simplemente que me molesta saber que ella se encuentra en medio de nosotros.— intenta retractarse, sabe que acaba de meter la pata, siempre lo hace y quiere arreglarlo como si nada.

— He dicho que cierres la puerta cuando salgas.— tomo mi vaso y giro en la silla dándole la espalda.

Escucho como sale y cierra la puerta, me mantengo dando vueltas en la silla, no he dado un solo trago a mi bebida, me mantengo neutro pensando en Isla, desde el día en el que la dejé en el hospital no he hecho otra cosa que no sea pensarla. No me voy a casar con Dakota, todo esto ha sido un arreglo con su padre para que la prensa se mantenga en silencio y la carrera de su hija no se vaya abajo, ya que antes de estar conmigo tenía mala reputación y pocas marcas la contrataban.

Por otra parte, me sirvió para mucho hacer creer que mantengo una relación sentimental con Dakota, aunque no sepa del paradero de James, sé que él sabe de mí, eso le hará creer que no tengo nada que ver con Isla y que no me importa. Deseo mantenerlo lejos de ella, no soportaría que le pase algo, no otra vez.

Desde el otro lado de la puerta escucho como alguien la toca, me giro quedando frente a ella y cruzo mis piernas.

— Pase.

— Disculpe que lo moleste, señor, he venido a decirle que el cargamento saldrá en una hora.— Peter se detiene frente a mi escritorio y mantiene su cuerpo recto.

— Bien, ese trabajo te lo encargo a ti.— examino su traje, no tolero que mis hombres anden mal vestidos, por eso me encargo de buscar el más mínimo defecto.— La verdad es que en estos momentos no tengo cabeza para dirigir ese cargamento.

— Como diga, señor.

— Ya sabes, cualquier cosa no dudes en avisarme.— dejo el vaso de whisky sobre el escritorio.

— Señor, con respecto a lo otro, hasta el momento nada, no hay movimientos extraños, solo vemos al mismo hombre entrar y salir, como también al niño. — retrocede y sostiene la puerta en espera de mi respuesta.

— Pídele que observe de cerca cada movimiento, cualquier novedad notifícala al instante.— asiente.— Ahora puedes terminar de retirarte.— vuelvo a girar mi silla y a sostener mi bebida.

Tantas cosas terminarán rompiendo mi cabeza.

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Fumo un cigarro desde la tranquilidad de mi balcón, puedo ver como mis hombres rotan de turno para cuidar todo el perímetro de la casa. Debo cuidarme de James, no puedo dormirme como lo hice una vez, cuando lo tenga frente a mí vengaré lo que le hizo a Isla.

— Mi padre pide verte el lunes temprano en su oficina.— veo de reojo como quita sus zapatos y hace un pequeño quejido a penas, sus pies tocan el suelo.

Ya imagino el motivo de mi presencia en la oficina de su padre.

— Bien.— le doy otra calada a mi cigarro y cierro los ojos mientras suelto todo el humo contenido.

— ¿Eso es todo?— se levanta y camina hacia mí molesta.

— Sí, es todo y si vas a joder, avísame para irme a dormir a la habitación de al lado.— termino mi cigarro y lo boto.

Paso por su lado y camino hacia el baño, lavo mis manos para sacar restos de nicotina, sé que el olor puede llegar a ser molestoso.

— No quiero que esto termine.— se cruza de brazos.

— Según tú.— sacudo mis manos en el lavabo.— ¿Qué es esto?— sostengo una pequeña toalla para terminar de secar mis manos.

— La prensa nos va a acabar, no quiero imaginar cuando se enteren de que todo esto es falso.— niega, me sorprende ver que ni siquiera es porque siente algo por mí, todo lo que le preocupa es lo que digan los medios de comunicación sobre nosotros.

— Si ese es el problema, tranquila no pasará nada.— paso por su lado secando mis manos.— Me encargaré de que no salgas perjudicada en todo esto.— dejo la toalla a un lado.

— Simplemente, no quiero que se sepa nada.— se sienta en la cama.

— Pues lo siento por ti, porque no pienso seguir manteniendo esta mentira, no estamos juntos, no nos amamos, no pensamos casarnos, pienso hacer mi vida y espero que hagas la tuya.— me acuesto y apago la luz que se encuentra en mi mesita de luz.

Realmente deseo hacer esto, lo necesito, ya no es sano seguir fingiendo un amor que ambos no tenemos.