Él jamás pensó que terminaría cayendo en un mundo dónde la música, las máscaras, el baile, la diversión y el sexo serían lo primordial.
Las tarjetas son su única opción para que el chico de ojos azules termine en una cama con él.
Pero Harry nunca pu...
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- Te pregunté algo, Harry - se adentró a mi casa caminando hacía mí.
- Lo-Louis - lo miré. Traía una lencería roja completamente atrevida, sensual y muy provocativa. Él arqueó una de sus cejas mirando mi expresión.
- Bueno - interrumpió Zayn rascando su nuca - Me está entrando una llamada, los espero afuera - se dirigió a la puerta - Diviértanse - susurró y cerró la puerta.
Que te jodan, Zayn.
- ¿No te parece estúpido? - preguntó dirigiéndose a la colchoneta que minutos antes había puesto en media sala. Se acostó de una manera muy sensual mostrando sus blanquecinas y suaves piernas.
Dios, quería tocarlo.
- ¿Qué cosa?
- Que tu mejor amigo haga las cosas por tí - me miró molesto, de una manera rencorosa y dolida - Que venga a mi departamento pidiéndome, no, suplicándome que te siga insistiendo porque aquí el hombre grande no puede venir él mismo - se levantó y caminó hacía mí - Todos tenemos un límite, Harry. Yo te aclaré muchísimas veces mis sentimientos por tí, me humillé ante tí pidiendo que no me abandonaras. Te rogué que no me dejaras, ¿y qué hiciste tú? Me hiciste a un lado, me botaste y te olvidaste de mí. Todos los días mi estómago se retuerce de los celos cuándo miro fotos, revistas, entrevistas y programas dónde sales tú con esa mujer besándose, abrazándose, mierda, me mata por dentro. Ya alcanzaste mi límite, ésto me está haciendo daño. Yo lucho por tí, pero....¿quién luchará por mí?
- Louis...yo.
- No, Louis nada, Harry. Perdí mi amor propio, te amé a ti antes que a mí mismo. Pero, ¿sabes? Tenías razón. A tu lado me llevaste al cielo - sonrió melancólico - Pero también me tiraste en el infierno y nunca volviste por mí.
- ¿Para qué viniste? ¿Para decirme todo ésto? ¿Qué ya estás harto? ¿Qué estás cansado? ¿Dolido? ¿Traicionado? ¿Usado? Tú no tienes la menor idea de lo que siento yo. ¿No ves que estoy jodido? ¿Vacío? No te imaginas cuántas veces conduje en dirección a tu departamento para escaparnos juntos en todo éste tiempo. Tú no te imaginas cómo dolía mi corazón al despertar y ver que no estabas conmigo. Te odio y me odio a mí por hacerme tan vulnerable. Yo no era así, pero cuándo te conocí descubrí lo que se sentía el miedo. El miedo a perderte.
- No necesitas el dinero de tu padre para vivir feliz a mi lado.
- ¿Dinero? Quién habla del maldito dinero. Yo hago ésto por mi madre, no sabes lo que siento cada vez que la veo. Su rostro pálido, se le vé débil, pero ella trata de sonreírme cada vez que me vé. Ella tiene un problema en el corazón, una impresión fuerte podría matarla. No sabes cuántas veces mi padre trató de decirme que no fuera un asesino. ¿Sabes lo que se siente eso?
