Catharsis || Tom Riddle ✔️

62.

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—"Tú...", —murmuró Avalon, con su mirada ensanchada fijada en la mirada verde de él.

Tom se puso inmediatamente a su lado, empujándola detrás de él para protegerla mientras ambos se encontraban cara a cara con alguien a quien creían que no volverían a ver.

—"Siempre supe que volvería a veros", —sonrió Xavier, acercándose al escudo todo lo posible.

Parecía más maduro que la última vez que lo había visto, aunque no parecía tener más de treinta años. Era como si el tiempo se hubiera detenido de alguna manera, manteniéndolo casi igual que cuando se habían ido.

Llevaba el pelo más largo que antes, con las ondas oscuras apartadas de sus imponentes ojos. Vestía todo de negro, aunque su piel fantasmal reflejaba la luz de la luna lo suficiente como para llamar la atención sobre la Marca Oscura grabada en su brazo.

Avalon siempre había pensado que los ojos de Xavier parecían vacíos desde el día en que Tom lo había torturado... pero, al mirarlo ahora, no podía creer lo desalmado que parecía realmente. No había emoción en su mirada, sólo una manía diabólica. Una cáscara humana desquiciada e inestable con un hueco donde debería estar su corazón.

—"No creías haber visto lo último de mí, ¿verdad?", —preguntó Xavier, con una sonrisa maliciosa grabada en los labios. —"Ninguno de los dos parece muy contento de verme".— Volvió su atención hacia Tom, dejando escapar un dramático suspiro. —"Aunque debo decir que he echado de menos esta cara", —guiñó un ojo, riendo al ver la confusión de Tom. —"Admito que eres más fácil de ver que el Señor Oscuro".

—"¡¿Qué has hecho?!"— gruñó Tom, deseando que el escudo que los separaba desapareciera para poder borrar la maldita sonrisa de los labios de Lestrange de una vez por todas.

Xavier mantuvo sus ojos en Tom, negándose a romper su mirada. —"He esperado más de cincuenta años para este momento en el que por fin podría ver la expresión de tu cara cuando te diga que has sido más listo, Riddle", —dijo, con la satisfacción goteando de su lengua. Vio cómo Tom fruncía las cejas antes de soltar una risa desgarradora.— "¿No me digas que te has olvidado de nuestro pequeño Voto?" —Negó con la cabeza, con una sonrisa omnisciente en los labios.— "Sabes, realmente deberías vigilar más tus objetos de valor... sería una pena que alguien se llevara uno, ¿no?".

—"Tom..."— dijo Avalon en voz baja, mirándolo con un destello de preocupación. —"¿De qué está hablando?"

Tom sintió que el corazón se le hundía cada vez más en el pecho, una repentina oleada de temor lo invadió.— "No", —exhaló.— "Yo destruí eso..."

—"Odio ser el que te lo diga... pero no puedes optar por abandonar el destino", —dijo Xavier, con los ojos enloquecidos mientras veía a Tom negar con la cabeza. Años de paciencia forzada se reducían a ese momento mientras Xavier se deleitaba en la gloria de saber que había ganado. La mezcla de ira, realización y frustración en los ojos de Tom le resultaba adictiva y quería regodearse en la victoria todo el tiempo que pudiera. Aunque, sabía que tenía otros asuntos que atender. Así que, con una sonrisa de plástico todavía en los labios, dijo:— "Por mucho que me haya gustado ponernos al día, creo que es hora de que me vaya". —Antes de que Tom o Avalon pudieran hablar, les dio la espalda y comenzó a desaparecer en el mar de mortífagos. —"Os veré a los dos en el campo de batalla",— gritó alegremente por encima del hombro, guiñando un ojo antes de que su cuerpo se ahogara en un humo negro y espeso y desapareciera en el aire.