Habían pasado varios días desde aquella primera noche que compartió el matrimonio. Taeyeon estaba más que feliz, sintiendo que estaba cada vez más cerca de recuperar a su esposa. Cada día iba con la mejor motivación a su trabajo, a pesar de tener juntas interminables sobre los proyectos en puerta. La CEO se las arreglaba siempre para tener un buen humor y volver a casa con el mismo ánimo, aunque no todos los días podía pasar tiempo con la pelinegra como le hubiera gustado. Pero, le bastaba lo poco que compartían y eso la tenía sonriendo.
-¿Todo bien en casa?- Sunmi asomó su cabeza por la puerta de la sala de juntas.- Empezaba a preocuparme de que esa sonrisa no volviera más.
-Yo estaba igual de preocupada, pero creo que finalmente puedo descansar.- La rubia ofreció un par de documentos a la directora de marketing y esperó a que ésta analizara la información.
-Creo que tengo el plan perfecto de promoción.
-¡Eso es increíble!- ambas sonrieron con efusión.- ¿Quieres comer más tarde conmigo? Y hablamos de los detalles.
-Por supuesto, ¿algún lugar en especial?
-La verdad es que no puedo demorar tanto entre ir y venir, ¿te parece en mi oficina?
-De acuerdo. Te veo más tarde.
Sunmi salió dejando a una Taeyeon más que encantada . Encantada con su trabajo, con su vida y con la mujer que estaba por ver aquella noche. Se habían prometido una cita de películas, a lo cual la rubia no podía negarse por más que sus ojos se cerraran debido al cansancio de su semana. Así que se dedicó en concentrarse en todo lo que tenía que hacer por aquel día, no quería que le llevara más de lo que tenía planeado.
Se centró tanto en cada actividad que no estaba consciente de que el tiempo pasaba, era de los días que más disfrutaba porque así sentía que estaba más rápido en casa. Y sabía que era lo más importante en el cambio de vida que había tenido. En medio de sus reflexiones, consideró la importancia de valorar cada segundo de su vida. Y no quería desperdiciar ni uno más.Mientras tanto, Tiffany estaba aburrida en el departamento. Toda su mañana se trató de terapias y juegos mentales con su mejor amiga y esposa de ésta. Pero, el tiempo se acabó y cada una tuvo que seguir con sus tareas, dejando a la pelinegra sola. Ya se estaba acostumbrando a la presencia de varias personas en su vida, que se sentía más tranquila, en especial con Taeyeon. Tan pronto como pensó en ella, revisó su celular donde el último mensaje recibido era de tres horas antes. Observó el reloj con prisa, viendo que era hora de la comida. Así que se apresuró a empacar dos paquetes iguales de los distintos alimentos que tenía frente a ella.
Se dirigió a su objetivo en cuanto estuvo lista. No sabía si era buena idea, ya que Taeyeon solía estar ocupada gran parte del tiempo. Pero, todos los días se dedicaba en recordarle que siempre podría interrumpir en su oficina, pasara lo que pasara. Incluso si se trataba de algo pequeño. Ese día, la pelinegra tomó la palabra.
Cuando estaba afuera del gran edificio, su boca se abrió en sorpresa, imaginando el poder que su esposa tenía dentro de ese lugar, sonrió con satisfacción.
-¿Quiere que la acompañe, señora Hwang?- el chófer a su lado preguntó con amabilidad, pero Tiffany negó con su cabeza.
-Estoy bien, gracias. Le llamaré cuando esté lista.
El chófer asintió con una sonrisa y Tiffany comenzó su viaje. Ingresó al lugar, viendo a las personas ir y venir todo el tiempo, estaba maravillada con cada rincón de ese sitio. Su empresa se veía minúscula al lado de aquel edificio. Se acercó con torpeza y timidez hasta una recepción, donde rápidamente la reconocieron.
-Señora Hwang, estamos tan felices de volver a verla.- un chico alto y rubio le sonrió.- Aquí está su pase.- ofreció rápidamente un gafete que tenía escrito su nombre.
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Restored
FanfictionEl matrimonio de Kim Taeyeon y Tiffany Hwang era el más hermoso y perfecto de todos, hasta que un día un terrible accidente cambió la vida de ambas. •Fanfic original y corto •Inspirado totalmente en The Vow