Restored

Recuerdo 2

Tiffany estaba molesta y era evidente porque su rostro estaba rojo. No quería ver a Taeyeon, pero esperaba una disculpa mejor, sin embargo nunca llegó.

-¡Si no te querías casar, tan solo me lo hubieras dicho!- La pelinegra gritó con desesperación.- Nos hubiéramos ahorrado dinero y tiempo. 

-¿Por qué dices eso, Tiffany? No fue la gran cosa. 

-¡No quiero escucharte ni verte!

-¿Qué diablos sucede con ustedes dos? Se escucha todo desde afuera.- Sunny entraba en el departamento de Taeyeon, con las últimas cosas que faltaban por subir de las compras que había hecho Tiffany. 

La pelinegra suspiró con cansancio y se fue del lugar sin despedirse. Taeyeon estaba estresada y cansada por el humor que su novia tenía en los últimos días, no le hacía tan fácil su vida. 

-¿No podemos solo buscar otro lugar y ya?

-Tae, fue lo único que te pidió, porque realmente quería celebrar su boda ahí. ¿Puedes ser más comprensiva?

-¿Y ella lo esta siendo conmigo? ¡Lo olvidé, carajo! No lo hice a propósito, tengo demasiado trabajo.

-Lo sé, pero era una tarea sencilla, simplemente debías pagar lo acordado en la fecha establecida... Ella también está ocupada con los preparativos y su empresa, Taeyeon. No es justo que te portes de esa forma, porque ella misma fue quien te quitó toda esta carga de la boda, pidiéndome que le ayudara. Tal vez deberías reconsiderar si casarse es lo mejor. 

-No, no quiero esperar más. Solo podríamos escoger otro lugar que esté disponible, no podré hacer mucho si el trabajo no me lo permite.  

-Te recuerdo que tú fuiste quien se lo propuso, así que piensa en ella también. Y no quiere decir que cancelen el compromiso, solo pueden cambiar la fecha. Tal vez no era el mejor momento para pedírselo, Tae. 

Sunny ofreció una media sonrisa y salió del lugar, dejando sola a la rubia para que reflexionara sobre la situación. Estaba cansada y lo único que quería era estar en los brazos de su prometida, pero todo se había salido de control por su descuido. Sin embargo, su amiga tenía razón, Taeyeon asumió el compromiso porque lo único que hacía falta en su plan, era finalmente ser esposa de Tiffany para comenzar una vida juntas.

La CEO dejó pasar unos días para que todo estuviera más tranquilo, pero extrañaba a su novia, porque lo primero que hacía todas las mañanas era saludarla, ya fuera con un mensaje o una llamada corta. Terminó sus reuniones del día lo más pronto que pudo y se dirigió hasta el departamento de Tiffany, estaba temerosa porque había probabilidades de que aquella chica la corriera en cuanto la viera, pero ya no podía dejar pasar más tiempo.

Cuando llegó al lugar, tomó una bocanada de aire y entró al departamento con sigilo, estaba totalmente oscuro y supuso que su novia estaba descansando. Así que caminó hasta la habitación principal, donde todavía había luz. Tiffany había escuchado la llegada, así que esperaba a que aquel cuerpo se asomara.

Taeyeon empujó con nervios la puerta y en cuanto sus ojos conectaron con los de Tiffany, ambas corrieron a abrazarse con fuerza. La pelinegra lloraba y soltaba unos pequeños golpes a su novia, porque estaba realmente enojada y herida. Taeyeon se disculpó muchas veces, hasta que finalmente Tiffany se pudo calmar.

-Me gustaba ese lugar, Tae.

-Siento que te estoy fallando y ni siquiera nos hemos casado.- Taeyeon depositó un beso delicado en la frente de su novia.- ¿Por qué no esperamos a que haya otra fecha disponible? Sé que debemos cambiar todo lo demás y que se perderá dinero, pero me haré responsable y te ayudaré con todo.

-Sabes que no tienes que hacerlo, yo puedo encargarme, pero sí necesitamos un lugar.

-Pero los otros no te gustaron.

-No, no me gustaron, no son lo suficientemente rosas.- Tiffany hizo un puchero que provocó una risa en la rubia.

-Eso se podría arreglar, Fany.- Taeyeon sintió que el cuerpo de su prometida se quería alejar del abrazo, así que se apresuró a agregar.- Pero, tienes razón, no son lo suficientemente rosas.

-Exacto, creo que podemos cambiar la fecha, hasta que se libere una nueva. Solo que tendremos que gastar más en todo lo que no tenía seguro.

-No importa, yo haré lo que sea para que tengamos lo que nos haga felices.

Tiffany asintió sin pronunciar palabra, se acomodó en los brazos de Taeyeon para cerrar sus ojos y finalmente dormir.

-Te amo, Tiffany.

-Te amo, Taeyeon.