Restored

Un último recuerdo (extra)

-¿Estás consciente de que tiene una semana que terminó con su novia?

-Lo hizo por mí.- Taeyeon sonrió con arrogancia.

-Estás más insoportable desde que la conoces.

-Estoy enamorada.- la rubia sonrió a su amiga.- Seo, repite el plan conmigo. Esperarás hasta que se acerque al escenario...-.

-Y encenderé los reflectores, apuntando a tu dirección. Yo le pido a Dios que nadie nos encuentre o estaremos en graves problemas por usar el auditorio sin permiso.

-Ya te dije que me echaré toda la culpa.

-Más te vale o mis padres estarán muy decepcionados de que su única hija no termine la universidad.

-Nada de eso pasará, confía en mí.

-Eso hago siempre.

Las dos sonrieron y cada una se fue a sus posiciones.

Taeyeon subió al escenario, tomó una guitarra y se acomodó cerca de un par de hojas. Estaba segura de que podía cantar. De eso no había duda. Pero, estaba en juego el tener una oportunidad con la mujer de sus sueños. Desde el primer día que la conoció no había parado de intentar enamorarla, así que no quería rendirse sin intentarlo una vez.

Tiffany entró al lugar, tal cual recibió en una nota, sabía que se trataba de la rubia, pero aún así, quería dejarse sorprender. Sus manos estaban frías y sus piernas temblaban, caminaba por el pasillo libre en dirección hasta el escenario. Tan pronto como divisó a su objetivo, las luces se encendieron, dejando ver el rostro apenado de Taeyeon.

La melodía comenzó y la pelinegra sonrió al escuchar la voz de la otra chica.

Se gustaban y no podían ocultarlo.

Tiffany podía ver através de aquel par de ojos que su lugar era ahí. Porque nadie más la vería como Taeyeon lo hacía. Su mirada gritaba lo mucho que admiraba, quería y gustaba de la pelinegra.

-¿Te gustó?

-Me encantó. No sabía que cantabas así de bien.

-No lo hago a menudo. Pero, era una ocasión especial.

-¿De verdad?

-Tiffany, yo...-.

La puerta se abrió y las luces se apagaron rápidamente. Taeyeon tomó la mano de su compañera y corrieron hasta esconderse detrás del telón. Se quedaron en silencio, esperando no ser descubiertas.

Luego de un par de minutos, que fueron una eternidad para la rubia, por fin pudieron soltar el aire que mantenían.

Tiffany soltó una carcajada y Taeyeon no pudo evitar sonrojarse, pero agradecía que estuviera oscuro.

-Lo siento, casi te meto en problemas.

-Siempre haciendo cosas arriesgadas, Kim Taeyeon.- La pelinegra enfrentó el rostro de la otra chica.- Me gusta.

-Sal conmigo.

-¿Es tu manera de pedir que sea tu novia?

-Sí.

-Será un placer.