Había pasado una semana desde que Taeyeon abandonó el departamento que por varios años compartió con su esposa. Era la primera vez y nunca imaginó que algún día sucedería. Incluso, su primer pensamiento fue el suplicarle que no terminara con aquel matrimonio, pero no podía olvidar su promesa, así que tenía que aceptar su triste destino. Se sentía miserable y molesta con la vida porque le había dado tanto y a la vez le había arrebatado lo que más amaba en su mundo.
Tiffany se sentía extraña, pero liberada de alguna forma. El departamento tenía otro tinte y un aire muy distinto al que sintió cuando llegó por primera vez. Se sentía sofocada y por esa misma razón había tomado la decisión de volver a Los Ángeles, con su familia. Ese lugar ya no tenía nada de ella y lo único que la ataba a él, ya se había marchado. Se dedicó a guardar sus cosas en distintas cajas, unas para donar y otras para cuando decidiera volver a Corea. Sunny le ayudaba en la tarea, había sido la única que se quedó a su lado para apoyarla y se lo agradecía infinitamente.
-¿Qué es esto?- sacó un par de máscaras de una de las cajas que le faltaba por revisar y que tenía rotulado un "recuerdos".
Su amiga soltó una carcajada y las tomó.- No puedo creer que todavía conservaran estas cosas. Taeyeon las escogió para un año de nuestras fiestas de Halloween y tú estuviste molesta por mucho tiempo con ella. No era precisamente lo que esperabas.
La pelinegra suspiró y regresó los objetos a la caja, pero entonces vió más artículos que le parecieron interesantes. Había un par de anillos de juguete, los cuales tenían pintadas las iniciales de cada una. Sacó un par de bufandas que tenían colores diferentes: una roja con amarillo y una verde con gris. Un collar de cachorro. Una corona de juguete. Unas playeras a juego, pero de colores distintos: rosa y azul. Un par de gorras. La mayoría era doble, pero Tiffany no recordaba nada de ello, así que era fascinante para ella. Como haber encontrado un tesoro. Un tesoro que, no entendía la razón, pero le dolía.
Sacó un libro de pasta dura, que tenía varios dibujos pintados a mano. Estaba la letra de Taeyeon en toda la portada. La abrió con delicadeza y sintió que su corazón se detuvo. Era un álbum de fotos, que contenía desde los recuerdos más viejos hasta los últimos que tuvieron antes de su accidente. Comenzó a pasar hoja por hoja, encontrando tanto de ella que le era irreconocible. Sus manos sudaban y sentía punzadas en su cabeza.
Odiaba no poder recordar nada de aquello. Y aunque gritó por su libertad de un pasado que ya no tenía, todos esos momentos plasmados en fotografías, los quería sentir suyos una vez más. Quería ser la máquina en donde podían recuperar toda su memoria con un clic.
-Esa era tu favorita.- Sunny sonrió con melancolía, señalando a la foto que Tiffany sostenía entre manos.
Taeyeon estaba de rodillas, en el parque temático de Disneyland. El lugar favorito de la pelinegra y al que por mucho tiempo pidió visitar. Era un lugar muy infantil, pero perfecto para las dos. Nadie más conocía el corazón de Tiffany, como lo hacía la rubia.
Pero eso ya no estaba más.
Las lágrimas que contuvo por una semana, comenzaron a rodar sin poder detenerse. Sunny se acercó alarmada a ella, retiró el álbum y lo dejó nuevamente en aquella caja.
-Tranquila, todo está bien.- la abrazó con fuerza, pero no pudo detener el llanto descontrolado.
-Nada está bien, todos me odian. Incluso yo lo hago. ¿Por qué es tan difícil recordar todo esto?
Sunny sentía el dolor de su amiga en aquellos reclamos, pero no podía hacer nada por ella.- Escucha, Fany, no tienes la maldita culpa de nada. Y nadie te odia. Taeyeon jamás podría hacerlo.
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Restored
FanficEl matrimonio de Kim Taeyeon y Tiffany Hwang era el más hermoso y perfecto de todos, hasta que un día un terrible accidente cambió la vida de ambas. •Fanfic original y corto •Inspirado totalmente en The Vow