CAPÍTULO 6

149 19 6
                                    

Los días habían pasado con la misma rutina: Taeyeon fuera de casa todo el día, Tiffany con Sooyoung yendo al trabajo y a recorrer la ciudad. Pero, para la mejor amiga de la pelinegra se había vuelto un tanto cansado, ya que deseaba estar en hogar con su esposa.

Aquel día, era fin de semana y Tiffany tenía boletos para una obra de teatro, estaba realmente emocionada, ya que, su padre le contaba que era algo que le gustaba apreciar desde pequeña. E imaginó por varios días el dedicarse a eso, porque realmente le llamaba la atención y más tratándose de un mundo que estaba descubriendo por primera vez.

- Tengo entradas para Chicago, no puedes decir que no.- La pelinegra mostraba ambas entradas a su mejor amiga, quien sonreía con un poco de incomodidad.

- ¿De verdad? ¿Cuándo es?

- Hoy.

- Tiff, no me lo tomes a mal. Pero, quedé de cenar con Sunny.

- Puedo conseguir otra entrada.

- No. Es solo que... Escucha.- se acercó a Tiffany y la tomó con delicadeza, llevándola al sofa más cercano.- Tengo varios días sin ir a mi casa y estar junto a mi esposa como me gustaría. Te quiero mucho, Phany, y realmente estoy preocupada por ti. Pero, creo que puedes estar un rato sin mí.

- ¿Phany?- La pelinegra veía a su amiga con confusión.

- Sí, nos acostumbramos al escuchar a Taeyeon llamarte de esa forma. Como sea, puedo conseguirte un acompañante de diez.- Sooyoung sonrió con su ocurrencia.

Tiffany la observaba con cierto miedo, porque sabía a quién se refería y no tendría opción más que intentarlo, porque su mejor amiga se lo decía todo el tiempo. Y es verdad que desde que salió del hospital, Taeyeon había estado muy preocupada por tratar de que ella estuviera cómoda y recuperándose adecuadamente. Aunque no habían estado solas tanto tiempo, ese día sería el mayor reto que tendrían ambas.

- Probablemente ella tenga mucho trabajo...- Tiffany soltó, sin mucha fuerza.

- Listo, dijo que viene por ti en dos horas, así que ve a prepararte.- Sooyoung le mostró su celular y sonrió.

•••

Taeyeon se había puesto nerviosa desde que recibió el mensaje de Sooyoung, tenía el mismo miedo que su esposa, pero realmente quería pasar tiempo con Tiffany porque la extrañaba mucho. Desde que había salido del hospital, era difícil pasar tiempo cerca de ella. Por un lado, trataba de darle espacio para que no se sintiera incómoda y por otro tenía bastante que hacer en la compañía. Así que el día había llegado finalmente y esperaba poder acercarse aunque fuera una noche. Kim trataba de ser optimista todo el tiempo, incluso aún teniendo tanto en lo que ocuparse, no podía dejar de pensar en su esposa. Tenía terror de que la pelinegra de pronto se fuera de su vida, que no lograra sentir la confianza que alguna vez tuvieron. Y era una probabilidad, pero, no podía rendirse. Tenía una segunda oportunidad y estaría ahí para esperar a Tiffany el tiempo que fuera necesario. Lo único que tenía que hacer era ser paciente. Estar alerta a cualquier situación que surgiera y que la pelinegra necesitara de ella para poder protegerla. Los años que habían pasado juntas, no serían para nada en vano. Volverla a conocer no importaría nunca, ya que, las veces que fueran necesarias, Taeyeon se volvería a enamorar. Sin embargo, también le entristecería si su esposa decidiera rendirse. Sacudía su cabeza para despejar todo pensamiento. Lo único que podía hacer en ese momento era mantener la calma y seguir trabajando.

Por otro lado, Tiffany se probaba cada prenda que tenía en su enorme clóset. Nada era suficiente y todo era mucho. Le ponía nerviosa aquella noche, pero de alguna forma quería quedar bien. Lucir bonita y espectacular al mismo tiempo. Decidió al final usar un vestido corto, con encaje, color negro, unas zapatillas del mismo color y un abrigo en tono café. Mientras esperaba en el comedor del departamento, pensaba en Taeyeon. Aún no descubría qué era lo que tanto le había atraído a la antigua Tiffany. La rubia tenía la piel extramadamente blanca, no parecía tener mucha fuerza, ya que su cuerpo era diminuto y muy delgado. El cerebro de la pelinegra se sentía bloqueado por más que intentaba obtener algo. Sacudió su cabeza y despejó el pensamiento que le frustraba. Entonces, escuchó el timbre de la casa. Supo que era Taeyeon porque justo eran dos horas antes del show. No podía negar que le había gustado aquella puntualidad y eso hablaba bien de su esposa. Se apresuró a tomar el elevador y llegó 10 minutos después con la rubia, quien esperaba en el estacionamiento. Sentía como un sudor frío aparecía en sus manos, mientras se acercaba al coche. Taeyeon estaba recargada en el auto, perdida en su celular, que no se percató de la presencia de Tiffany, hasta que ella se acercó lo suficiente para llamar su atención.

RestoredDonde viven las historias. Descúbrelo ahora