La noche de chicas que cada viernes organizaba el matrimonio, había vuelto y para Tiffany era toda una sensación. Se esmeraba en ayudar a su esposa en cada detalle, aunque era difícil y no lograba ser tan útil para la rubia, pero Taeyeon la dejaba ser, porque no quería arruinar su cercanía ni mucho menos su felicidad.La pelinegra estaba totalmente concentrada adornando los platillos que servirían para la cena, que no prestaba atención a la mirada amorosa de Kim, quien había terminado finalmente su trabajo y bebía de una copa de vino, tal vez su quinta copa, ya había perdido la cuenta, porque estaba contenta y solo bebía cuando lo ameritaba.
-¿Puedo probar?- Tiffany se acercó hasta la mujer, con una mirada curiosa, porque llevaba tiempo preguntándose por el sabor de aquella bebida que la rubia sostenía en su mano.- He visto que a las personas les gusta mucho.
-Y a tí te fascinaba, pero no puedes por ahora, por tu...-.
-Medicamento, lo sé.- La pelinegra completó la frase y suspiró resignada.- Voy a tomar una ducha, tú también deberías de comenzar a arreglarte.
Taeyeon asintió con una sonrisa y siguió a su esposa, para despedirse en el pasillo para cada una tomar una diferente habitación. La rubia sonrió en cuanto cerró la puerta y se recostó en su cama, mirando hacia el techo. Su corazón latió fuertemente y tres veces. Suficiente para saber que estaba emocionada.
Tiffany sintió el agua caliente recorrer su cuerpo, ayudando a relajar cada músculo posible. Sonrió al imaginar a una Taeyeon siendo torpe en cada acción y sonriéndole a ella como si de un tesoro se tratara. No iba a negar que se sentía bien y quería seguir sintiendo aquella atención.
•••
La pareja estaba charlando tranquilamente en el comedor, esperando al resto del grupo, que poco a poco fueron apareciendo. Sus mejores amigas que, desde la universidad, seguían siendo las mismas, a pesar de los años. Y Taeyeon agradecía tanto aquella compañía, porque eran quienes mantenían la esperanza en una recuperación de Tiffany.
-Yo no sé qué espera Seohyun, para admitir que le gusta Yoona.- soltó Yuri, una de las amigas más atléticas del grupo.
-Es lo mismo que me pregunto, ¿por qué no vino hoy?- Sooyoung preguntó con curiosidad, sonriendo al ver a la subdirectora, quien comía en silencio, ignorando que hablaran de ella como si no estuviera presente.- Tiffany necesita recordarla.
-Yo la invité, pero me rechazó.- Taeyeon alzó sus hombros, sin tener más que agregar.
-¿Tú sabes algo, Seohyunie?- preguntó Hyoyeon, otra rubia amiga del grupo.
-No me habla.- respondió sin más, tratando de no mostrar importancia sobre el tema.- Me ha dicho que le gusto, pero yo no supe qué responder.
Sooyoung escupió el vino que estaba bebiendo sobre su esposa y Taeyeon, que estaban más cerca de ella. Las dos la vieron con fastidio.- ¡¿No respondiste si quiera un gracias?!
-¿Por qué tendría que agradecer? Al contrario, siento mucha presión.- Seohyun se sintió avergonzada al tener los ojos de todas sobre ella.- No es la gran cosa, tal vez solo me admira mucho. Eso suele suceder con los jefes.
-Seo, en este punto de la vida, debes saber que Yoona se muere por ti.- Taeyeon agregó, mientras su esposa le ayudaba a limpiar su rostro y ropa.- Y eso te lo puede confirmar su cara boba que pone todo el tiempo.
-Pensé que era natural en ella.- Seohyun se sorprendió y comenzó a analizar la situación.- Es decir, no me molesta porque tiene una sonrisa muy bonita y cuando ríe me parece agradable, pero...- alzó su mirada y vió el rostro expectante de cada una de sus amigas.- No lo sé, hace mucho que no he pensando en el amor.
-¡Exacto! Ya es momento que te tomes el tiempo para que lo descubras.- Hyoyeon agregó dando palmaditas en la espalda de su amiga, sintiéndose orgullosa.
-He visto en películas que no tiene mucha ciencia, solo lo sientes. Cuando ves comer a esa persona y te gusta, cuando hablas con esa persona y te sonríe, cuando la ves dormir y te sientes tranquila.- Tiffany habló, recibiendo la sonrisa dulce de su esposa.
Seohyun lo pensó por unos momentos y aceptó que lo intentaría, lo cual era suficiente para el resto del grupo. Así que continuaron con su noche, hablando de todo y contando las historias que más divirtieron a Tiffany. Muchas de aquellas, tenían involucrada a Taeyeon, así que le ayudaba a conocer más de su personalidad. Estaba admirada con cada una de sus amigas, aunque les perdía un poco el ritmo con tanta información desconocida para ella, pero al final, estaba aprendiendo cosas nuevas y eso era agradable.
Con el paso de la noche, cada una se fue marchando, dejando finalmente al matrimonio a solas. Taeyeon tenía sus mejillas pintadas de rojo por el alcohol que estaba en su mecanismo, escuchaban música de fondo.
Tiffany estaba en silencio, pensando en muchas cosas. De pronto volteó a un lado y se acercó lentamente al rostro de su esposa, quien la observaba con suavidad. Con su mano derecha comenzó a acariciar cada parte de su cara, desde las cejas de Taeyeon hasta sus labios. Y sintió la curiosidad que, gracias a ver tan televisión, le surgió. Abrió un poco su boca, acercándose a la de la rubia.
El corazón de Taeyeon se volvió loco, no quería moverse porque temía arruinar todo. Estaba ebria, pero consciente de lo que la otra estaba por hacer. Así que solo dejó que su esposa tomara el mando de la situación.
Y finalmente se besaron, con torpeza pero delicadeza. Tiffany sintió mucho nerviosismo y se alejó, tocando sus labios. Estaba asustada, porque sentía muchas emociones dentro de ella que no identificaba. Pero, el terror invadió más su ser, que prefirió no aventurarse a más porque temía ser mala para ello.
-Te ayudo.- la pelinegra habló, mientras cargaba sobre sus hombros a Taeyeon, quien seguía en el cielo.
Llegaron hasta la habitación de huéspedes y la rubia cayó rendida, sin embargo, antes de que Tiffany pudiera abandonar el cuarto, Taeyeon habló.
-¿Puedes quedarte solo esta noche?
Tiffany abrió sus ojos con sorpresa, pero asintió con timidez. Ayudó a la rubia para quitar sus zapatos y ella se acomodó a un lado.
Taeyeon se acercó hasta su esposa y la abrazó, como tantas noches.
Tiffany hundió su rostro en el pecho de la rubia e inhaló el aroma de su compañera.
Taeyeon besó la cabeza de la otra mujer y cerró sus ojos. Apretando cada vez más sus cuerpos.
Tiffany sintió seguridad.
Toda esa noche fue una danza de emociones entre las dos. A veces parecía una guerra. Pero nunca con el fin de salir ganadoras. Solo querían transmitir un sentimiento de ida y regreso.
Tal vez más como un equipo.
Un equipo que había dejado de ser tiempo atrás.
Pero, aún estaba la esencia. Y lo sabían. Probablemente porque sus almas continuaban conectadas. A lo mejor, ni aunque alguna perdiera la memoria, esa conexión se borraría.
¿Hilo rojo?
Pudiera ser. Al menos Tiffany había pensando mucho en ese cuento que leyó varias noches atrás y sonrió mientras lentamente caía en el mismo sueño que Taeyeon.
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Restored
FanfictionEl matrimonio de Kim Taeyeon y Tiffany Hwang era el más hermoso y perfecto de todos, hasta que un día un terrible accidente cambió la vida de ambas. •Fanfic original y corto •Inspirado totalmente en The Vow