"Follate a mi novio enfrente de mi, es un fetiche raro que quisiera experimentar."
Carajo, ¿En verdad dijo eso? Sanzu no sabe cómo pasó, pero no sé quejaba para nada. Para ser sinceros, le traía ganas a Sou pero nunca se lo dijo a Rindou porqué era capaz de meterle una bala en el cráneo pero ahora uno de sus frustraciones sexuales se ha vuelto realidad y ese era: follarse a Souya.
¡Dios si existe, le cumplió una de sus sucias fantasías!
El pelirosa estaba sentado en la orilla de la cama y el azulito estaba en sus piernas sentado en horcadas frotandose con la reciente erección de este, con cada moviendo que hacía con sus caderas, se ponía más duro como piedra y eso le calentaba más al oji azúl al igual que al de la cicatrices. Rindou sentía como su pene palpitaba, sentía las ganas de tocarse y eso que apenas van iniciando, llevo su mano hacia su entrepierna y comenzó acariciarse por encima del pantalón mientras observa como su bello novio salta sobré la erección reciente de ese hijo de puta.
Haruchiyo aprovechaba en apretar sus glúteos a su antojo, lo ayudaba a saltar sobre su miembro, lo hacia jadear. El le quitó con fuerza en traje negro que tenía puesto, lo destrozó nada más para chupar aquellos botoncitos rositas perforados y seguir vagando sus manos en su bello trasero redondo. Los empezaba a estimularlos con su lengua con deseo y desesperación, buscaba una buena manera para hacerle jadear al azulito, no aprovechaba el momento en poderle cada movimiento que hacía, le daba falsas embestidas para elevarlo y que caía en esa erección que tiene, le dolía. Sentía como se empapaba gracias al pre semen se salía de su pene, manchaba ambos pantalones.
Lo mejor de todo, es que el menor tenía un plug dentro de el y unas orejitas de conejo, se veía sensual con su conjunto. El bello conejito será devorado por el lobo feroz.
Sanzu quitó al menor de sus piernas, obligándolo a ponerse de rodillas frente a el, lo miraba con una sonrisa corta, tenía un gran sonrojo en sus mejillas y relamio sus labios.
Se empezaba a desabrochar el pantalón, algo torpe gracias a la excitación que sentía en su cuerpo. Saco su pene de sus boxers con dos de sus dedos, moviéndolo poquito para que el menor tuviera la iniciativa para chuparla.
–¿Qué esperas? Chupamela cómo si fuese un tu paleta favorita o una mierda que te guste, solo chupala.–La tomo de la base y le empezaba a dar pequeños golpecitos con el glande en aquellos carnosos labios que se cargan el menor. Soltó una pequeña risa al ver cómo el pre semen que salía de su pene lubricaba sus labios.
Souya volteo hacia con Rindou, aquel le dio el permiso con la mirada, aquel ya empezaba a masturbar poco a poco debajo del pantalón. Sintió un horrible dolor de cabeza ya que Sanzu le jalo de los cabellos obligándolo a estar poco cerca de su miembro.
–Ese inútil tuvo la idea y tú dijiste que si, ahora chupala que muero por acabar dentro tuyo y ver ese bonito culo escurrir de mi semen.–Murmuro ronco, acariciaba sus mejillas con delicadeza.
Souya acumuló saliva para proceder a escupirle en el glande y con ambas manos regarla por todo el tronco de su pene, así para hacerle más fácil en meterla en su boca. Abrió poco su boquita sacando la lengua y empezaba a lamerle el glande, dar besos húmedos y chuparlo al mismo tiempo, con su boca lo estimulaba con deseo, hacia jadear al peli rosado.
Hecho su cabeza hacia atrás disfrutando de lo que hacía el menor de los Kawata, llevaba su mano en sus cabellos lacios acariciandolos con cuidado.
Souya sacaba el pene de su boca para poder lamer lo demás, su lengüita iba de abajo hacia arriba llenándolo de saliva. Desde sus testículos, hasta la punta, Sanzu se aburrió de lo lento que era, sin previó aviso, le tomo de sus cabellos y hundió su pene dentro de su boca haciendo que el menor se le salieran pequeñas lágrimas.
