⊹ะ𝄈ꦿ᜔⃔⬂Rindou práctica su cita con Madarame para que no salga mal.
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—Siéntate Angry, está mesa, es nuestra.—Rindou ponía unos platos en la mesa y sonreía, aunque haya intentado prácticar sus diálogos para su cita, todo fue un caos y sus amigos lo mandaron a la cuarta chingada, su hermano no estaba en casa. .
—Ah. . .—Fue lo único que dijo y veía al Haitani menor acomodando los traes.
—Ahora contéstame como si fueras Angry, "estuvo bien rico".—Rindou lo veía con una sonrisa, esperaba a que su amigo le siguiera la corriente.
—Estuvo bien rico.—
—¡Que bueno que te gustó! Lo hice con todo mi amor, especialmente para ti.—
—¿Me puedo llevar un toper?—
Un pequeño sape en la cabeza le dió.
—No Shion, no pienses como tú, piensa como Angry.—
—No pss, tuvo chido.—Mostro su dedo pulgar e hizo una expresión de enojado.
—Ándale así, así diría Angry.—
—¡Yyyy!—Ambos rubios dijeron.
Madarame se sintió incómodo y nervioso, de la nada Rindou lo acorraló contra la pared y lo tomo del mentón.
—Nunca pensé . . Que estaríamos así tu y yo en una noche como está.—Dio una sonrisa atrevidona y se acercaba al rostro del chico, pobre, estaba nervioso.
No contesto y lo empujó.
—¡Contéstame!—
—¿Qué?—Se le quedó viendo.
—Pues lo que diría Angry.—
—No pss, yo creo que así ya se propasaria. . —
—A ver, propasaté.—
Se freseo.
Extras.👹
⊹ะ𝄈ꦿ᜔⃔⬂Rindou no supo que llevarle a Souta en su primera cita, entro a varias tiendas para ver qué le comprará pero no sabía cuál, Madarame y Akashi lo tuvieron que acompañar. ¿Por qué no utilizarlos para que ayudarán a decidir cuál peluche llevarle? Bueh, Sanzu se largo, vio un tren y se quiso subir, lamentablemente hizo llorar a niños.
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—Aparte de las lechuzas, ovejitas y conejitos, también le gustan los pingüinos.—Habían entrado a la tienda de minigod en la plaza, Rin estaba viendo los peluches pero no había de conejos, lechuzas o de ovejitas, pero si de pingüinos.
—Pues que bien.—El rubio cenizo estaba viendo las plumas y los cuadernos, sin duda le llevaría a uno a su pareja pero no tiene plata.
—Joder, ¡Ven aquí y ayudame!—Le grito y este le hizo caso acercándose.—¡Mira el pingüino de dinosaurio, también el pingüino de marinero y el pingüino rosita!—Aquel los empezaba agarrar uno por uno.
—Que lindo, me encantan esos peluches por los suaves que son.—Dijo, había agarrado un peluche de un leoncito abrazándolo.
—Ya sé, ¿Cuál les puedo llevar a Souta? Me gustan todos para el.—
Aquel se encogió de hombros sin decir nada, esa respuesta para el Haitani era un "llévale todos."
—¡Que inteligente eres Shion! Le llevaré todos, sabía que tenías algo de cerebro en tu cabeza hueca, iré a pagar.—Aquel fue a la cajilla para pagar los peluches.
