Eran altas de la noche, Ran había salido al igual que Nahoya, ¿Sospechoso no?
Rindou estaba en su casa estando en una videollamada con su "amigo", el lo quería a su lado pero no, su hermano gemelo se lo come vivo y no quería eso.
Hablaban de su día y otras cosas más, apenas era febrero y ahora ya estaban planeando que hacer para navidad.
Se la pasaban diciendo cosas cursis y halagandose entre ellos.
-Ojalá y algún día puedas escapar de una de tus reuniones de la Toman, para irnos a un lugar acojedor y tranquilo para estar tu y yo a solas.-Rindou estaba sentado en su cama, tenía su laptop entre su regazo, veía como su bomboncito estaba tejiendo un pulpito para el, tan lindo.
-Sabes que si lo haría, pero mi hermano me vigila a cada rato, dudo en qué se pueda pero trataré de hacerlo, ¿Si?-Souta estaba comiendo unos dulces que Nahoya le había comprado, estaba tejiendo a la vez el pulpito para su novio.
-Tan travieso, me gusta.-Aquel rubio le lanzó un pequeño beso para su pareja, la cuál aquel agarro el beso y le lanzo uno también.
-No soy un travieso.-Rio con una voz suave tapándose su rostro con el hilo, estaba rojito.
-Pff, tan dulce que eres.-
-¿Soy dulce?-
-Bastante bebé.-
-Bueno, si soy un dulce. . . ¿Porqué no vienes y me pruebas?-Su voz se hizo algo aguda, sus mejillas se pusieron más rojas de lo normal. Rindou solo soltó una pequeña risa teniendo igual un sonrojo entre sus mejillas.
-Que atrevido, no antojes Sou.-Dijo con una cierta burla, Souta solo soltó una risa algo nerviosa.
-Lo siento mucho.-Desvio un poco su mirada para luego seguir tejiendo aquel pulpo.
-Te perdono.-Le volvió a lanzar un beso a su novio, la cuál el también se lo devolvió.
Hubo un pequeño silencio, se habían quedado sin tema de conversación, llevaban más de 3 horas hablando por videollamada.
Rindou veía a su novio, el aún seguía tejiendo y comiendo sus dulces. Observaba detalladamente las piernas de su novio, tan lindas y blancas, le daban ganas de marcarlos a su antojo, le tenía en envidia a un jodido short.
-El shot que me compré me queda algo chico.-Se acomodaba su short, cada vez que de lo bajaba, volvía a subir haciendo resaltar sus muslos.
-Oh, que pena. .-Trato de no verlo pero era imposible, el resorte de su short hacia golpe cada vez que se lo acomodaba.
-No me puedo cambiar otro short porque todos están mojados.-Souta hizo un pequeño puchero, aún luchando con su short.
-Puta madre Souta, no antojes.-Gruño Rindou, trataba de imaginarse cosas cursis para que tuviera una erección.
-Pero no lo hago.-Se empezaba a acariciar su propia cintura con enfrente de su novio peliteñido, adoraba provocarlo. ¿Dónde se fue su inocencia?
-Aja claro y yo soy-. . .-
No pudo terminar lo que iba a decir, fue interrumpido al oír un pequeño golpe de piel, vio en la pantalla y se encontraba a Souta, estaba viendo su mano. ¿Se había dado una nalgada así mismo? Si.
Rindou se le quedó mirando, volvió a darse un golpe en su glúteo, hasta rebotó por eso, luego de eso se dio una en su pierna, la piel de Souta estaba quedando roja por cada golpe que se daba. Por lo tanto Rindou estaba viéndolo, tenía un rubor en sus mejillas y tragaba saliva pesado, su respiración se agitaba más por andarse excitando.