Estaban en la habitación que compartían hace ya un año, sobre la cama a la que le han dado mas de un uso y de forma salvaje más de una vez.
Se estaban besando con ansia, devorando sus bocas sin vergüenza alguna, llenos de deseo.
-Cariño- le dijo el humano al vampiro, acariciando su cadera y espalda, mirándole desde abajo, recostado sobre la cama -Recuerdas lo que hablamos antes de irme?- le susurro sensual.
-Si lo recuerdo- beso su cuello -Aunque aún no estoy seguro... sabes que...- susurro, pero fue interrumpido por los labios de su pareja.
-Lo sé- susurro -Por eso necesitas hacerlo- le beso de nuevo -No hay apuro cariño-
-...- le observo a los ojos y luego asintio leve -P-pero si duele te detendrás...- le pidió, asustado.
-Te dolerá un poco cariño, pero nunca te haría daño- le beso suave -Te sentirás en las nubes, y solo podrás decir "Sigue porfavor"- le dice con un tono sensual mientras vuelven a fundirse en un beso desesperado y Sebastian voltea las posiciones.
Dejando a Nicolas con las piernas abiertas bajo su cuerpo, con demasiada ropa para su gusto, pero debe ir lento.
Junta sus miembros, frotándolos y escuchando los gemidos de su pareja mezclados con los suyos, metiendo las manos dentro de su camisa y acariciando su piel.
Se separa de sus labios para bajar lentamente por su cuello y clavícula, llegando a sus pezones mientras desabotonaba su camisa.
-mm!- Nicolas tapó su boca sonrojado y excitado por todo aquello, la expectación de ser penetrado por su pareja, por Sebastian, y el deseo de hacerle el amor le estaba haciendo caer en sus deseos más carnales.
-Déjame escucharte- le dice juguetón, frotando fuerte sus miembros, escuchando un gemido libre salir de los labios del hombre bajo su cuerpo. -Eres hermoso- susurra mientras le acaricia ansioso y quita su pantalón.
Acaricio todo a su paso, por todas sus piernas, lamio sobre el boxer, escuchando el gemido del vampiro, jadeaba acelerado. Subio por su abdomen con la lengua saboreando cada relieve mientras le quita la camisa, dejándolo solo en ropa interior. Se apartó y observo a su pareja, Sebastian no comprendía como había llegado tan lejos, desde que Nicolas lo rescatara...
Se quito la camisa sin apuro, regalándole a su pareja una vista magnífica, quien no resistió y se incorporó, levanto la cabeza y comenzó a besar su pecho, agarro las nalgas de Sebastian con fuerza y les dio una fuerte nalgada, escuchando al humano gemir y agarrar su pelo con ansia.
-Hermoso- le susurro y comenzó a bajar las manos, desabrochó el cinturón y le empujo hacia atrás sentandolo, se acomodó sobre él, con la intimidad del otro a la altura del rostro del otro.
Quito su pantalon y Nicolas agarro el miembro de su humano; intenso y escuchando sus gemidos, mientras Sebastian acariciaba el miembro de su vampiro y su fruncido agujero.
Lamio desde la cabeza hasta la entrada y allí comenzó a dilatar con cuidado al vampiro, haciendo presión con sus dedos y lubricando con su lengua, mientras el vampiro desgustaba el presemen de Sebastian y saco sus colmillos de la excitación.
Nicolas alargó la mano hacia el velador y saco un pug anal mediano.
-En serio?- rio leve Sebastian al notar que tenía su pareja en la mano.
-Si quieres le sumo un vibrador- le ofrecio en broma.
-Esa es una buena idea- y metio el primer dedo dentro de Sebastian, escuchandole gemir y deleitarse mientras su punto era embestido de golpe. -Vaya vaya! Esa es buena puntería- se jacto el humano y presiono de nuevo, viendo el cuerpo del vampiro temblar del placer.
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Cautivo de su Infierno
VampireCuando Dante falleció, Robert creyó que lo había perdido todo. Ya mucho tiempo desde eso, casi un siglo, pero el dolor seguía sin menguar. Sin embargo, cuando tuvo entre sus manos la oportunidad de curar a un humano aun más roto que Dante algo cambi...